“Nos sentimos totalmente asustados sobre todo por nuestras familias, ya que en la amenaza dice que si no nos íbamos en 72 horas iban a atentar contra la vida de todos nosotros si seguimos en el territorio”, dijo Jhon Olave, presidente de la Junta de Acción Comunal del barrio Potrero Grande, quien desde el pasado viernes recibió comunicados intimidatorios que buscan que salga de su hogar.
Según el líder comunitario además de una carta en la que se le daba tres días para irse del barrio, recibió una corona de flores, una caja con forma de ataúd y dos sapos con los que se le exigía también dejar su cargo de elección popular.
Ante esta situación, los miembros de la Junta de Acción Comunal interpusieron una denuncia ante la Fiscalía y fue admitida por el grupo 208 que recibe las alertas de peligro contra los líderes sociales.
Por su parte, el Personero de Cali, Gerardo Mendoza, aseguró a El País que ya se activó la ruta de protección para salvaguardar la vida de los miembros de la Junta de Acción Comunal del barrio Portero Grande, además “coordinamos con la Secretaría de Seguridad y Justicia que también está haciendo el acompañamiento a estas personas y gracias a las denuncias llegó la Sijín por lo que avanzan las gestiones en favor de la protección de los líderes”, afirmó.
De la misma manera, el secretario de Seguridad de Cali, Jairo García, expresó su rechazo frente a las intimidaciones recibidas por los defensores sociales y aseguró que está dispuesto un equipo de protección de emergencias para tomar medidas de prevención, brindando apoyo en alojamiento transitorio, transporte, alimentación y atención psicosocial con el objetivo de salvaguardar a estas personas y a sus familias.
A pesar de la difícil situación que atraviesan, el presidente de la Junta de Acción Comunal de Potrero Grande expresó que ni él ni sus compañeros saldrán del territorio. “Continuaremos haciendo nuestro servicio de trabajo teniendo fe de que se active el protocolo que se garantice nuestra seguridad”, añadió.
Uno de sus temores es la falta de acompañamiento policial, puesto que a pesar de que la Personería y la Secretaría de Seguridad y Justicia han hecho presencia en la zona, no existe un esquema de la Policía que esté vigilando a los intimidados. “El lunes estuvieron con nosotros las entidades, pero martes solo pasó el cuadrante patrullando en la mañana, no hemos tenido un acompañamiento directo, estamos esperando que se realice una reunión con ellos para conocer el paso a seguir”, informó Olave.
Cabe destacar que no solo los defensores de Potrero Grande han recibido amenazas directas, esta situación afecta a quienes realizan trabajo comunitario en toda la comuna 21. Uno de estos ciudadanos, quien prefirió no dar su nombre por miedo a represalias aseguró a este medio de comunicación: “Mi temor es que atenten contra mis hijos y mi esposa, por eso he decidido dejar de hacer muchas actividades comunitarias” mencionó, además expresó que desde diciembre está recibiendo intimidaciones por parte de grupos dedicados al multicrimen.
Según el hombre ha sido avisado a través de compañeros y de personas de la comunidad sobre un posible plan en su contra en caso de continuar con sus labores, según él, porque los cabecillas de estos grupos creen que al estar en contacto con la Policía para el desarrollo de acciones en favor de los jóvenes de su barrio, está dando información sobre los puntos de venta de estupefacientes.
“Aunque sigo al frente de mi Junta de Acción Comunal procuro no andar apareciendo cada vez que la Policía hace un evento ni acercarme cuando viene la Alcaldía porque eso lleva a que uno quede involucrado y fichado por esa gente aquí en el territorio”, dijo, además sostuvo que a pesar de haber denunciado ante la estación de Policía de su sector que estaba recibiendo mensajes amenazantes por medio de las redes sociales, no se le prestó atención.
Un llamado a las autoridades
Ante la compleja situación Jhon Olave, presidente de la Junta de Potrero Grande explicó que entre compañeros están tratando de protegerse manteniendo comunicación contante a través de grupos de WhatsApp y acudiendo al hogar de cada uno cuando se presenta alguna alerta de seguridad.
Por ello, el líder comunitario solicitó el apoyo de las autoridades para comenzar con el protocolo de protección, ya que siente que él, su equipo y otros ciudadanos de la comuna 21 están en peligro.
“Conozco casos de Tercer Mileno, Calimío y otros lados donde hay defensores amenazados, nosotros aunque trabajamos de la mano con la Alcaldía estamos totalmente abandonados y no es justo que pase esto”, comentó Jhon Olave.
“Cuando uno trabaja por la comunidad y le interesa el bienestar de los jóvenes para que ellos no ingresen a bandas delincuenciales ni estén consumiendo en las esquinas, los dueños de las ollas y el microtráfico realizan estas amenazas para que no sigamos impulsando estas buenas labores”, explicó el otro líder comunitario de la comuna 21, quien afirmó que es el esfuerzo por sacar a los menores de la delincuencia lo que molesta a los cabecillas de los grupos ilegales.
El ciudadano concluyó diciendo que estas intimidaciones perjudican no solamente a los miembros de las Juntas de Acción Comunal sino a todos los habitantes de la zona, pues se les priva de la oportunidad de compartir y salir adelante con actividades que benefician principalmente a los niños, niñas y adolescentes.