El crimen de Wilton Fauder Orrego León, el guardaparques asesinado en la noche del lunes, encendió de nuevo las alarmas por la situación que se está viviendo en la Sierra Nevada de Santa Marta y la cual fue alertada desde el año pasado por el defensor del Pueblo, Carlos Negret.
“Se evidencia presencia de grupos armados ilegales como Los Pachencas, Los Rojas y Grupos Armados Organizados”, señaló el funcionario en octubre, tras una visita con las autoridades indígenas en la que se hacía seguimiento a la alerta publicada en mayo de ese mismo año sobre las condiciones de seguridad y riesgo que hay en la zona.
Para Adolfo Bula, secretario de Gobierno de Santa Marta, el crimen del funcionario obedece a un ambiente de miedo que quieren imponer los criminales que hacen presencia en la región, por lo que pide acciones contundentes de parte de las autoridades militares y policiales.
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“Ojalá el batallón de alta montaña logre alcanzar objetivos estratégicos en la lucha contra estas estructuras criminales, por cuanto ya se tiene un conocimiento de dónde se mueven ellos”, le dijo el funcionario a COLPRENSA.
De igual forma, le pidió “más eficacia” a la Policía Nacional en la estrategia contra la cadena criminal responsable de asesinatos, extorsiones y microtráfico. Según dijo Bula, estas denuncias las han manifestado de manera insistente en los últimos meses a las autoridades, pero “siempre dicen que van a hacer investigaciones exhaustivas”.
Uno de los grupos que más ha sembrado el terror en la zona son Los Pachenca, quienes por años manejaron el narcotráfico en la región. Sobre esta banda, la Defensoría explicó que “ejercen un control absoluto en la Troncal del Caribe y en las poblaciones aledañas a este importante eje vial. A través de la aplicación de mecanismos de violencia han impuesto un orden particular que beneficia a los jefes e integrantes de sus estructuras”.
A la denuncia de Bula sobre la seguridad se unió la voz de Julia Miranda, la directora de Parques Nacionales, quien, al rechazar y condenar el crimen de su funcionario, reveló que son críticas las condiciones de seguridad de quienes resguardan estos espacios vitales para la riqueza ambiental del país.
“En esa zona hay gran cantidad de amenazas a la integridad del parque nacional, a la seguridad de la gente que vive allí y a la seguridad de los funcionarios. Ese diagnóstico que daba la Defensoría en ese momento fue puesto en conocimiento del Ministerio del Interior, de la Fuerza Pública (…) lamentablemente hoy nos damos cuenta de la gravedad de la situación por este terrible asesinato”, precisó la funcionaria.
A Orrego León le quitaron la vida de cinco tiros. Alcanzó a ser llevado hasta el hospital Julio Méndez Barreneche, pero los impactos comprometieron órganos vitales y durante su traslado perdió mucha sangre, lo que ocasionó que su condición de salud fuera precaria a la hora de ingreso al centro asistencial.
Aunque el ministro de Defensa, Guillermo Botero, rechazó el crimen y aseguró que se trabaja para dar con los responsables, el secretario Bula recordó que el jefe de la cartera de Defensa en la última semana de diciembre se había referido al tema de seguridad en la región.
“Él (Botero) había dicho que en la Sierra no pasaba nada y en la Sierra sí pasa”, concluyó.