A una semana de que se cumpla un año del homicidio de la excampeona mundial de patinaje, Luz Mery Tristán (el próximo lunes 5 de agosto), su familia sigue reclamando justicia y que el presunto responsable, el empresario y pareja sentimental de Tristán, Andrés Gustavo Ricci, sea declarado culpable del delito de feminicidio.
Como se conoció, el pasado martes inició el juicio oral o audiencia de alegatos de presentación del caso, en la que Ricci se declaró inocente.
En la audiencia, la Fiscalía dijo que se proponía demostrar, más allá de toda duda razonable, que el acusado era culpable del delito de feminicidio agravado en concurso heterogéneo con el delito de porte ilegal de armas de fuego, y que tenía pruebas del maltrato físico y psicológico al que venía siendo sometida Luz Mery Tristán.
Esto provocó sentimientos de rechazo y frustración entre los familiares de la expatinadora, quienes ese día, acompañados de algunos colectivos de mujeres, se plantaron frente a la Fiscalía para exigir justicia y que este crimen, como el de tantas otras mujeres en la ciudad, no quede en la impunidad.
Valeria, la hija menor de Tristán, señaló: “Se volvió a aplazar por parte de la defensa del acusado, pero nada, nos toca seguir persistiendo. Ya perdí la cuenta de cuántos aplazamientos ha habido a casi un año de la muerte de mi mamá”.
La joven, de 22 años, dijo que “duele mucho, es nuestra mamá más allá de que sea un caso público; ya nada nos la va a devolver, pero si por lo menos podemos hacer justicia y evitar que esto le vuelva a pasar a alguien más”.
Calificó como “incoherente” que Ricci se declarara inocente “sabiendo que fue la persona que mató a mi mamá. Él es el encargado de que ella ya no esté con nosotros, de que tengamos que ir a celebrar su cumpleaños y el Día de la Madre a un cementerio, lo único que pretenden es hacer daño al nombre de mi mamá y eso no lo vamos a permitir. Él la mató, es un feminicida”, aseguró Valeria.
Entre tanto, Victoria, la hermana de Luz Mery, se mostró confiada en la Fiscalía y en el juez que lleva el caso. “Estoy segura de que pronto lo van a sentenciar como culpable”, afirmó.
Subrayó que Ricci ha querido hacer preacuerdos para ser juzgado por homicidio culposo, pero eso no es posible porque “uno no dispara cuatro veces para luego decir que no tiene la culpa. Él sabía que mi hermana estaba detrás de esa puerta. Él dice que quería tumbar la puerta, pero uno dispara cuatro veces para tumbar una puerta”.
Luis Valero abogado de la familia de Tristán aclaró que “nosotros hemos hecho el trabajo que nos toca, tenemos todas las pruebas suficientes, las cuales ellos no van a poder desvirtuar, y aunque han querido aplazar esta situación, el juez ha sido estricto y quiere terminar este año con este caso”.
Por eso, las próximas audiencias para el juicio quedaron programadas para el 14 de agosto, 2 de septiembre, 18 de octubre y del 9 al 13 de diciembre.
“Este mismo año se conocerá la sentencia”, según dijo el abogado que descartó un posible vencimiento de términos, pues según explicó, todos los aplazamientos han sido por parte de la defensa del acusado. Además, señaló que de ser encontrado culpable la pena podría ser de 500 meses (41,6 años).
“Un dolor irreparable”
Mario, quien tiene 31 años, y es el segundo de los cinco hijos de Luz Mery Tristán, afirmó que el hecho de que se haga justicia “no va a sanar mi dolor, porque pienso que eso es irreparable, para mí no hay forma, solo si me devuelven a mi mamá, pero sabemos que eso no es posible”.
Cuando se le pregunta cómo ha sido este primer año sin su mamá, confiesa que “ella era todo, absolutamente todo para mí. Cada cosa que me sucedía era la primera persona a la que le contaba, hoy en día estoy en un nuevo trabajo y no tengo la posibilidad de decírselo y es que se te rasgue el corazón”.
Reconoce que tampoco ha sido fácil para sus otros hermanos, cinco en total, él es el segundo. “Cada uno está tratando de salir adelante, coger oxígeno donde pueda y tratar de continuar en la vida con ese hueco”.
Mario también la recuerda como una mujer tenaz, demasiado positiva, con muchas metas y proyectos. “Como mamá era incondicional, la mamá gallina que acompañaba en los triunfos y derrotas. Conmigo fue demasiado acompañadora, sin ella no habría logrado lo que logré. No olvido que siempre me decía: “Para delante mijo, se cayó y se levanta”; ahora, cuando estoy triste, es lo que me repito”.
Siente que les quedaron muchas cosas pendientes: “Ella se imaginaba como la abuela ‘chocha’, quería tener tranquilidad, mucha paz, amor, y creo que muchas de esas faltaban”.
Por eso, hizo un llamado a generar políticas públicas y sociales para proteger a las mujeres, pues reconoce que “si vos me preguntas al día de hoy, yo no sé cómo la hubiera salvado, entonces nos hace falta mucha consciencia a todos”.
Valentina, por su parte, guarda profundos silencios al hablar de su madre. Ella tampoco olvida esas palabras que la impulsaban a seguir adelante, a levantarse y a no claudicar.
Al igual que Mario, lo que más extraña, aunque que mantiene siempre en su mente “porque sé que me lo está diciendo todo el tiempo es, “si algo malo pasa, párese, límpiese y siga”, como que no te rindas; y creo que ella, hasta su último momento, no se rindió. Nos decía a todos nosotros que tampoco nos rindiéramos con nuestros sueños, como que si usted quiere algo grande vaya y hágalo: Extraño escucharla decirme eso, extraño su risa de niña, su risa de inocencia”, confiesa Valentina, quien vuelve a guardar silencio.