El excapitán de la Policía Nacional, Ányelo Palacios, quien denunció la ‘Comunidad del Anillo’ dijo en una entrevista a Semana que “llegó el momento de hablar con la verdad”, al hacer referencia al libro que acaba de publicar. “Quiero contar mi historia”, aseguró.
Como se recordará, este escándalo involucró a altos oficiales de la Policía, entre ellos a dos coroneles que fueron condenados por inducir a la prostitución a alféreces de la Escuela General Santander.
Los hechos ocurrieron en el 2004 y según se conoció más de 300 jóvenes resultaron víctimas de esta situación.
Al respecto, Palacios señaló que fue víctima de acoso, de persecuciones, debido a sus declaraciones, lo que provocó que enfermara y en el 2014 sufriera un derrame cerebral. “Yo ya estaba cansado y enfermo porque en 2014 me dio un derrame cerebral por todo este acoso y persecución”. Entonces, habló con su madre y hermano y decidió denunciar.
El excapitán aclara que nunca quiso atacar a la Policía Nacional, y que fue un proceso largo y doloroso ya que, recibió señalamientos y hasta agresiones de familiares, y de oficiales activos y retirados.
“Enfrentarlos no fue fácil, pero siempre tuve la ayuda de Dios. Toda mi familia me acompañó en este proceso y creyó en mí. Muchas víctimas fueron calladas, ya no están en este mundo, pero tuve los pantalones para enfrentar la corrupción en la Policía que afectó a jóvenes que hacían parte de la institución”, revela a Semana.
Agrega que aún siente temor de que lo quieran asesinar y asegura que ha pedido protección para su familia al presidente Gustavo Petro y al Director de la Policía, pero se siente abandonado.
Asimismo, pide al mandatario que le ayude a llevar a su familia a los Estados Unidos donde actualmente se encuentra radicado.
Palacios se desempeñaba como comandante de la Policía de Florencia, Caquetá, cuando salió a la luz pública el escándalo de la Comunidad del Anillo, desde entonces afirma, fue víctima de acosos y trataron de desprestigiar su nombre y su carrera en la institución, incluso lo denunciaron por supuestamente extorsionar a unos comerciantes, pero estos nunca confesaron en su contra.
“Le dieron crédito al testimonio de una mujer que nunca fue corroborado. Entonces, me sancionaron y me sacaron en tiempo récord de la institución por las denuncias que hice. Quisieron verme fuera de la Policía, e inventaron presuntos delitos que tampoco comprobaron. La Fiscalía Penal Militar, en un fallo de 80 páginas, demostró que nunca cometí delitos y que era inocente. En este momento, con mis abogados, acudimos a la demanda por nulidad y restablecimiento del derecho para volver a la Policía Nacional, y estoy a la espera de eso”, señaló al citado medio.
Insiste en que quiere volver a la Policía para continuar su carrera, pero sobre todo para “alzar la voz por aquellos a los que les da miedo hablar y denunciar, por lo que nos ha pasado a los que hemos denunciado, por lo que ha pasado con los que han callado con la muerte”.
Respecto a si la Comunidad del Anillo aún existe, el excapitán dice que, hasta cuando estuvo en el país, sí. “La comunidad del anillo’ sigue existiendo”, enfatizó.
A.P.: Si se hace justicia, se actúa en derecho. Yo no necesito que me tengan lástima ni consideración. Lo que pido es que se falle correctamente, porque el sueño más grande que tengo es uniformarme de nuevo para trabajar por Colombia.
No obstante reconoce que fue una experiencia muy dura la que vivió “porque éramos jóvenes en ese momento de 16 o 17 años, y que desafortunadamente fuimos víctimas, no de la institución, sino de algunas personas que hicieron parte de ella y que nos hicieron daño en todo sentido”.