Ellos días del aniversario de Buenaventura – el pasado 14 de julio de 2021 la ciudad celebró 481 años de fundación – cada vez toma mayor protagonismo un movimiento juvenil que tiene como propósito frenar el recrudecimiento de la violencia en el principal puerto de Colombia: ‘Buenaventura Resiste’, se llama.
Promovido por el líder social y estudiante de psicología Leonard Rentería, el movimiento ha realizado intervenciones en la ciudad – como protestar durante días frente a la Alcaldía – como una forma de llamar la atención del Gobierno Nacional frente una problemática que, pese a la llegada de militares y policías, no se detiene en el Distrito: el incremento de los homicidios, sobre todo de menores de edad.
En la noche del 24 de junio de 2021, para citar uno de los casos más recientes, un joven de 15 años identificado como Jefferson Victoria Sinisterra fue asesinado por sicarios en el barrio El Dorado, muy cerca de la entrada principal de la Institución Educativa Simón Bolívar, en la Comuna 11.
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En las estadísticas de las autoridades, Jefferson fue registrado como el séptimo homicidio del mes. Apenas este miércoles se reportaron 5 asesinatos más. En lo que va de 2021 en Buenaventura ya son 116 los homicidios, mientras la Policía reporta 426 capturas, la mitad de ellas de integrantes de bandas criminales.
“Pese a la intervención militar, y las capturas de la Policía, eso no se ha reflejado en la disminución de la violencia en la ciudad”, advierte Leonard.
¿Cómo está la seguridad en Buenaventura después de la intervención del Gobierno a inicios de 2021 y la llegada de militares en los días del paro nacional?
La situación de seguridad en Buenaventura sigue siendo muy preocupante. No hay semana donde no suceda un hecho de violencia. Estamos enfrentando constantes situaciones de asesinatos y eso sigue siendo un ejercicio permanente por parte de las bandas criminales. En el marco del paro nacional, la intervención del Gobierno se centró en traer más fuerza militar, pero esa fuerza está sobre todo en los lugares que tienen que ver con zonas portuarias, pero el ejercicio dentro de la ciudad es menos fuerte y aunque hay presencia de las autoridades, aún no se observa un control eficiente sobre las estructuras ilegales y mucho menos sobre la violencia en el territorio que le está arrebatando la vida a menores de edad. Entonces, pese a que hubo un ejercicio de intervención militar, esta no ha estado concentrada en el objetivo de disminuir la violencia. Hubo capturas significativas según la Policía, pero ello no ha reducido en nada la violencia que padecemos.
Usted se ha destacado por labores de prevención del reclutamiento forzado. ¿Cuál es el diagnóstico de ese fenómeno en Buenaventura?
Lamentablemente los sectores vulnerables en donde trabajamos están pasando por situaciones muy complejas en términos de seguridad, lo que generó que las iniciativas de paz, reconciliación y prevención al reclutamiento que se estaban adelantando, se aplazaran. Lo que se ha hecho es un ejercicio de resistencia permanente. Desde inicios de este 2021 nos dedicamos a visibilizar la violencia que se había recrudecido en Buenaventura, y venimos de una resistencia de 15 días de manifestaciones en la alcaldía para buscar respuestas frente a este panorama. Esa ha sido nuestra forma de actuar en el contexto que estamos viviendo: no podemos intervenir el territorio como lo veníamos haciendo debido a los problemas de seguridad, pero sí hemos mantenido el ejercicio de exigencia de los derechos fundamentales como el de la vida y la paz.
En Buenaventura se anunció la reparación de las cámaras de seguridad, y una depuración de la Policía. ¿Qué ha pasado frente a ello?
Las cámaras que se comprometieron a reparar no están reparadas. Eso dependía de un fondo intervenido por un juzgado por todas las deudas que tiene el Distrito. Tengo entendido que la cuenta ya fue liberada, pero a la fecha no hay un reporte, al menos de conocimiento de la comunidad, que pueda decir que las cámaras están funcionando. Y lamentablemente el ejercicio de depuración de la Policía tampoco se ha dado. Lo que se ha dado es el envío de nueva fuerza militar, pero que no está respondiendo al ejercicio de garantizar la tranquilidad en los barrios más afectados por la violencia.
El Distrito acaba de cumplir 481 años. En ese contexto, ¿qué peticiones hace el movimiento juvenil que lidera, ‘Buenaventura Resiste’?
‘Buenaventura Resiste’ es un movimiento que nace este año, en enero, debido a todas estas realidades de violencia e inequidad social. Lo que estamos diciendo es que se requiere el trabajo permanente en seguridad, pero creemos que hay una deuda desde el tema de intervención social. Nuestra propuesta es que se deben fortalecer a las organizaciones de base que le ganan jóvenes a la violencia y previenen el reclutamiento forzado.
El movimiento, después de 15 días de protestar en la alcaldía, está haciendo ahora el ejercicio de llegar a acuerdos con la actual Administración. Uno de los acuerdos tiene que ver con que se garantice un mapeo de esas organizaciones, que permita identificarlas. Por otro lado, estamos diciendo que se requieren fortalecer los emprendimientos que han quebrado, o los que están a punto de hacerlo, debido a las consecuencias en la economía que ha traído la pandemia del coronavirus.
Estamos proponiendo que se puedan fortalecer 1000 emprendimientos, y estamos trabajando con la Administración para que estas unidades de negocio accedan a créditos y ayudas. El otro aspecto es el de la salud. Se ha deteriorado la atención por la falta de especialistas e insumos.
Y en educación hemos avanzado en un ejercicio para que la Administración apadrine jóvenes que por la situación económica, tienen riesgo de no continuar sus estudios universitarios. La otra preocupación es en relación a los niños y jóvenes que están fuera del sistema educativo, es una gran preocupación y son de las cosas que estamos discutiendo en la mesa con la Alcaldía para lograr que otra realidad empiece a tejerse en Buenaventura.
También se está insistiendo en la necesidad de que el Gobierno Nacional cumpla con los recursos para el fondo logrado en el paro cívico, y se ejecuten obras pendientes como la construcción de la ciudadela hospitalaria y el fortalecimiento del hospital. Que se puedan fortalecer temas de emprendimiento y empleo, que se generen de nuevo espacios deportivos y culturales para la ocupación del tiempo libre en niños y en jóvenes.
¿Cómo está su seguridad actualmente? ¿Siguen las amenazas por su trabajo social?
No dejan de pasar situaciones, gente que señala, amenaza, y pone en peligro mi integridad. Pero sigo trabajando, con un esquema de seguridad, y adelante con el ejercito de terminar la carrera de psicología.