Las autoridades colombianas siguen trabajando incansablemente en toda la Guajira para dar con el paradero de Luis Manuel Díaz, el padre del delantero de la Selección Colombia y del Liverpool inglés, Luis Díaz, quien fue secuestrado el sábado junto con su esposa Cilenis Marulanda.

Policía aumentó a 200 millones de pesos recompensa por información del secuestro del papá del futbolista Luis Díaz. | Foto: Cortesía

La noticia, como era de esperarse, pasó fronteras y en el Liverpool se pronunciaron manifestando su total respaldo hacia el jugador colombiano, mientras que muchos jugadores le hicieron sentir a Luis Díaz su respaldo en un momento tan difícil, por la incertidumbre sobre el paradero de su padre.

Luis Manuel y Cilenis se movían por toda la costa sin ningún problema pese a que siempre se ha hablado del dinero que gana su hijo como jugador del Liverpool. Sin embargo, aunque la situación en la casa de los Díaz Marulanda cambió, ellos mantuvieron el bajo perfil y continuaron viviendo en Barrancas, un municipio guajiro de cerca de 38 mil habitantes.

Luis padre siempre ha estado al frente de la escuela que tiene en Barrancas, de donde salió su hijo rumbo al estrellato. Allí supervisa personalmente los entrenamientos, y cuando tiene compromisos en otra ciudad cercana o está de viaje en Liverpool para acompañar al delantero, deja todo en manos de entrenadores calificados. También está pendiente de la Fundación que creó junto con su hijo más famoso, para ayudar a los niños más necesitados del pueblo.

“Nosotros siempre le decimos que ande con cuidado, que la situación ya no es como antes porque ellos ahora están mucho mejor. Pero ‘Mane’ (así le dicen en Barrancas) dice que no tiene por qué esconderse de nadie, que él no ha cambiado y que con todo el mundo es la misma persona”, dice desde Barranca un amigo de la familia Díaz, que pidió que no lo mencionaran.

Homenaje de Diogo Jota a Luis Díaz. | Foto: 2023 Liverpool FC

A donde va, casi siempre lo hace con su esposa Cilenis. Los viajes más frecuentes son a Barranquilla, donde está otro de sus hijos, Roger Díaz, quien juega en el filial del Atlético Junior que participa en el torneo de ascenso. Los casi 336 kilómetros desde Barranca a la capital del Atlántico los recorre en casi seis horas en la camioneta que se compró hace varios meses.

Primero va a Riohacha y después pasa por otras poblaciones como Dibulla, Palomino, Buritaca, hasta llegar a Santa Marta y de allí a Barranquilla. Es frecuente verlo junto a su esposa los fines de semana en el estadio Romelio Martínez viendo los partidos del Barranquilla FC. Allí se sientan en un pequeño palco al lado del Presidente de la Liga de Fútbol del Atlántico, y de algunos miembros de la familia Char, propietaria del equipo.

“Ellos vienen mucho a Barranquilla, los conozco desde que trajeron hace unos años a Lucho a entrenar a la sede del Junior en Bomboná. Van mucho al Romelio Martínez a ver los partidos de la B. Todo el mundo los conoce, son muy sencillos, tranquilos, nada ostentosos a pesar de que les cambió la vida por ser el padre de un jugador muy exitoso. Acá siempre se han movido los dos, sin tanta gente a su alrededor”, dice Arsenio Estrada, periodista barranquillero, muy cercano a los padres del delantero de la Selección Colombia.

Luis Díaz, el orgullo de Barrancas en la Guajira.

Un allegado al Atlético Junior, que conoce de cerca a Luis Manuel y a Cilenis, y que pidió omitir su nombre, asegura que “en alguna ocasión alguien muy influyente les dijo que tuvieran más cuidado, que vieran bien quién o quiénes los invitaban a eventos y en dónde, que no se relajaran tanto porque en cualquier momento podrían tener problemas”.

La situación seguramente obligará a la familia a tomar las precauciones para evitar en el futuro situaciones parecidas como la sucedida el sábado en Barrancas. Por lo pronto, la familia de Luis Díaz, así como el país en general y toda la gente del fútbol, esperan que su padre sea liberado para volver al seno de su hogar.