La Fiscalía confirmó la captura de cuatro exfuncionarios de la Alcaldía de Tuluá, presuntamente involucrados en casos de corrupción. De acuerdo con las investigaciones, los exfuncionarios y un contratista tendrían vínculos con bandas criminales del municipio vallecaucano.
Según se conoció, uno de los capturados en este golpe contra la corrupción es Jhon Jairo Gómez, quien fue el alcalde del municipio de Tuluá hasta el 31 de diciembre de 2023.
El ente acusador detalló que en las próximas horas, estas personas serán presentadas ante un juez de control de garantías para la imputación de varios delitos: concierto para delinquir agravado, interés indebido en la celebración de contratos, contrato sin el cumplimiento de requisitos legales y peculado por uso.
“En las próximas horas, estas personas serán presentadas ante un juez de control de garantías y, de acuerdo con su posible participación en los hechos conocidos, se les imputarán los delitos de concierto para delinquir agravado, interés indebido en la celebración de contratos, contrato sin el cumplimiento de requisitos legales y peculado por uso”, informó la Fiscalía.
Cabe recalcar que Tuluá ha estado en máxima alerta de seguridad por las acciones de ‘La Inmaculada’. La situación de violencia en el municipio vallecaucano se recrudeció tras la captura de Mauricio Marín Silva, alias Nacho, señalado cabecilla y segundo al mando de la organización delincuencial relacionada con delitos de homicidio, tráfico de estupefacientes y extorsión.
Durante el fin de semana del 10 de febrero, se registraron ataques sicariales a agentes de tránsito y múltiples actos vandálicos, como la incineración de vehículos. Tras la ola de violencia, se fortaleció el pie de fuerza del municipio para combatir a los grupos delincuenciales que tienen atemorizada a la población.
Este grupo delincuencial también ha amenazado al hoy mandatario local, Gustavo Vélez, quien, desde su llegada a la Alcaldía, ha denunciado los supuestos nexos de la Administración anterior con ese grupo criminal.
“Durante los últimos cuatro años adquirió un poder especial a través de un silencio cómplice de la administración saliente, que le permitió tener espacios al interior de la administración y que no desarrolló actividades para perseguir a los criminales ni los actos delincuenciales que estos ejercían. Entonces hoy esa banda criminal tiene los recursos para corromper cualquier sistema, el penitenciario, político, administrativo”, aseguró Vélez a inicios de este año.