En la noche del jueves 11 de abril, un nuevo carro bomba explotó en el barrio San Antonio, en la vía que de Miranda comunica con el municipio de Corinto, ubicado en el norte del departamento del Cauca.
Las imágenes que se difundieron rápidamente por redes sociales dejaron ver la carrocería de un vehículo en llamas. Producto de este atentado, en las primeras horas de este viernes 12 de abril, Isabel Cristina Cardona Ceballos, secretaria de Gobierno de Miranda confirmó a Semana que la explosión dejó varias personas lesionadas y algunas viviendas fueron afectadas. “Hay personas heridas por aturdimientos y heridas de los destrozos de vidrios”, señaló la funcionaria en un primer reporte preliminar.
Cabe decir que, en la zona, delinquen varios actores armados ilegales, entre ellos la estructura Dagoberto Ramos, de las disidencias de las Farc, comandados por alias Iván Mordisco, a quienes se les atribuye este nuevo hecho.
Esta estructura, es la señalada de la escalada de violencia en el nororiente del Cauca, principalmente en los municipios de Toribío, Corinto, Caloto, Santander de Quilichao y Mondomo.
Hay que recordar que, ante tal avanzada terrorista, fue el presidente Gustavo Petro, quien el pasado 20 de marzo anunció que levantaría el cese del fuego bilateral con el ‘Estado Mayor Central’ de las Farc debido a incumplimientos pactados.
No obstante, a través de una misiva difundida por la organización criminal, se alertó a la comunidad de que los hostigamientos continuarían, y que nadie podía estar cerca de militares, policías o bases oficiales, puesto que podrían presentarse otros ataques a la Fuerza Pública. Esto, como retaliación, ante los ataques contra los bloques Occidental Jacobo Arenas, y bloque Central Isaías Pardo.
“A Petro le decimos que solo con el silencio de las armas nos podemos escuchar y para esto es necesario restablecer el cese de fuego bilateral temporal y de carácter nacional”, se leía en un apartado de la carta, mientras que más abajo, la amenaza era contundente. “No estar a menos de 500 metros de estas instalaciones o convoyes militares, no transitar por campamentos guerrilleros abandonados, lo que menos queremos es que en esta guerra fratricida que nos han impuesto caigan civiles”.
Por ahora, el nivel de alerta es máximo, luego de que se hubieran presentado los ataques a la Tercera Brigada y al corregimiento de Robles, en Jamundí. Por esto, y tras un consejo de seguridad extraordinario desarrollado en Cali la semana pasada, al Batallón de la Tercera Brigada del Ejército llegaron 252 soldados para proteger a la comunidad en la capital del Valle y Jamundí tras los ataques de las disidencias de las Farc.