Cifras del Observatorio de Seguridad de Cali advierten que en lo que va corrido del año, específicamente hasta el pasado 30 de julio se habían presentado 778 denuncias por hurto a residencias, es decir 53 casos más que para el mismo período del año pasado cuando se registraron 725, lo que representa un incremento del 7% en 2023.
Los mapas de densidad de la entidad advierten además que los seis barrios más afectados por este delito son Valle del Lili y Parcelaciones Pance, con 18 casos cada uno; Ciudad Córdoba, con 13, mientras Pampa Linda, Prados del Norte y Villa del Prado, registran 10 denuncias.
De acuerdo con Pablo Alvarado, director del Observatorio de Seguridad, este análisis se desprende de las denuncias interpuestas por las víctimas ante Fiscalía y Policía.
“El resto de los barrios no es que no representen un porcentaje importante, sino simplemente que estos seis primeros son los más afectados”, sostiene el funcionario.
Con relación a los horarios de mayor ocurrencia de este fenómeno delincuencial, señala que la mayoría de los casos se presentan entre las 6:00 de la tarde y las 6:00 de la mañana.
“Esto significa que prevalecen las horas nocturnas para la comisión de este delito, porque obviamente a los delincuentes y bandas que se dedican a este tipo de delitos se les facilita mucho la noche”, afirma.
Dice también que son los fines de semana, especialmente sábado a amanecer domingo y domingo a amanecer lunes, cuando normalmente se presentan estos hechos, lo que podría llevar a establecer una teoría o hipótesis: los hurtos a residencias se registran cuando las casas no están habitadas. “Usualmente hay alguien que se encarga de hacer el monitoreo de las viviendas que están solas, bien sea porque los dueños han salido a trabajar o porque se han ido de paseo, y por eso se convierten en víctimas de los hurtos”, indicó Alvarado.
Métodos y armas utilizadas
Respecto a las armas que utilizan los delincuentes para cometer los hurtos a residencias, explicó en 305 de las denuncias no utilizaron ningún tipo de arma, sino que irrumpieron por los techos, las ventanas o a través del sistema de ventosa.
Asimismo, 125 utilizaron palancas, 74 armas contundentes, llave maestra 14, escopolamina 9 y se presentaron 7 casos con arma blanca.
“Lo que sí nos llama la atención es que en 48 de estos hurtos se utilizaron armas de fuego, es decir, las personas y habitantes de la vivienda fueron intimidados para cometer el robo”, aseguró el Director del Observatorio.
Horarios de mayor ocurrencia
De otro lado, se conoció que el mayor número de casos se presentó entre las 12:00 y las 6:00 de la mañana, 163; de 6:00 de la mañana a 12 del mediodía, 161; de 12:00 del mediodía a 6:00 de la tarde, 143; y de 6:00 de la tarde a 12:00 de la noche, 117.
Alvarado sostuvo que una de las dificultades para establecer por qué se ha incrementado este delito en la ciudad, es que los hurtos no se concentran en un solo lugar, lo que dificulta establecer un patrón.
Respecto al papel de los frentes de seguridad y alarmas comunitarias frente a esta problemática, insistió en que vienen funcionando muy bien en algunos sectores, pero anotó que es importante tomar medidas de seguridad como dejar la vivienda recomendada con un familiar o conocido, cerrar bien puertas y ventanas y no dar información a gente desconocida que pueda facilitar el hurto.
Otra situación que está incidiendo en el incremento de este tipo de delitos, es que por tratarse de hurtos de menor cuantía, los delincuentes quedan en libertad y vuelven a reincidir.
Aumenta percepción de inseguridad
Para Andrés Felipe Galindo, experto en seguridad, el crecimiento del hurto a residencias “es una muestra más del aumento general del delito hurto, que va impulsado por el de celulares y hurtos a personas”.
Y agregó: “Una preocupación que tengo es que cada vez los hurtos no son solo más frecuentes sino más violentos. Hoy el delito del hurto es el que más impacto causa en la ciudadanía y el que tiene disparada la percepción de inseguridad en Cali”.
Por su parte, Alberto Sánchez, también experto en seguridad, recalcó que el hurto a residencias suele estar correlacionado con dos cosas: una, el deterioro de algunas zonas, entonces cuando hay incremento en general de la inseguridad en algunos sectores, las residencias empiezan a ser objeto de vulneración.
“En este caso lo que uno podría ver es que como hay deficiencias en el pie de fuerza y hay obligación de priorizar los delitos más graves, como el homicidio, atraco violento y delitos relacionados con violencia de género, eso da margen para que los delincuentes por coyuntura vuelvan a este tipo de actividades que pueden pasar un poco más desapercibidas para las autoridades”, dijo Sánchez.
No obstante, señaló que hay delincuentes que solo se hacen por un factor de oportunidad.
Y lo segundo que puede estar correlacionado con este delito suele ser la reducción de las precauciones que deben tomar las personas cuando dejan sus viviendas solas.
“Se deben dejar las casas bien cerradas, no indicar a nadie que se va a quedar sola, o si va a salir dejarla recomendada con alguien de confianza”, reiteró el experto en seguridad, quien señaló que el incremento de este delito es preocupante y sobre el que las autoridades tienen que trabajar.
Para el exsecretario de seguridad, coronel (r) Carlos Soler, los hurtos a residencias se deben a la falta de mayor presencia policial y capacidad de respuesta, y al gran número de cámaras de vigilancia dañadas, pero también “a la falta de una organización más sólida en frentes de seguridad en las áreas donde se presenta este flagelo”.
Argumentó que las altas cifras de hurtos obedecen al problema de la informalidad y falta de trabajo, que han disparado las dinámicas de hurtos, así como a la gran cantidad de migrantes que han llegado a la ciudad.
Los empresarios del Valle también se pronunciaron frente a la inseguridad que vive la ciudad.
Edwin Maldonado, director ejecutivo del Comité Intergremial y Empresarial del Valle, precisó que “desde el sector empresarial del Valle reiteramos nuestra preocupación por la situación de seguridad como robos, extorsiones y hostigamientos al sector productivo y a la misma población, principalmente en Buenaventura, Tuluá y Cali”
Y en Cali, enfatizó, al ser la capital del Valle, confluyen muchos factores que generan violencia relacionados con el narcotráfico y la delincuencia común, por lo cual “hemos pedido al Gobierno una atención especial y en una reunión con el Director de la Policía Nacional, le solicitamos que Cali sea un piloto de la nueva estrategia de seguridad que quiere implementar el Gobierno para que se tomen medidas en materia de prevención y de judicialización”, puntualizó.