Como una casa del terror fue calificada por sus mismos pacientes la Fundación Hogar Casa del Alfarero, en donde se cometían todo tipo de actos aberrantes en contra de las personas ahí recluidas, hasta el punto en el que ellas preferían salir a una cárcel que seguir recibiendo tratamiento en ese sitio.
La Revista Semana conoció una serie de testimonios de pacientes de esta fundación que narraban el infierno que vivieron ahí recluidos, a tal punto que se llegó a presentar el caso de dos usuarios que prefirieron cometer un crimen para poder salir directo a la cárcel.
“De aquí se sale muerto o matando a alguien. Empezaron a decir que la única forma de salir de la fundación, así fuera para la cárcel, porque estaban mamados de estar ahí: era matando a alguien. En ese momento se le lanzó al cuello, le hizo una llave con el brazo y lo empezó a asfixiar”, comentó uno de los testigos de este hecho.
Fundación Hogar Casa del Alfarero supuestamente ofrecía servicios de sanación espiritual y rehabilitación para personas con problemas mentales o de drogadicción, pero esto solamente era una fachada para que las personas que ahí laboraban cometieran diferentes actos inapropiados.
De la fundación se conoció que tenía 17 sedes en Bucaramanga, y que fueron puestas en la mira de la Policía gracias a las reiteradas denuncias de personas aledañas a estos lugares.
La Revista Semana logró conocer que esta fundación pertenecía a un núcleo familiar, quienes lograron convertir esto en un negocio e incluso, al parecer, tenían complicidad de la Alcaldía de Bucaramanga, la Policía y la Fiscalía.
De hecho, se logró conocer que, personal de la fundación llegaba a sitios públicos con prendas exclusivas de la Fuerza Pública para simular capturas o allanamientos y así poder llevar a los pacientes hacia sus instalaciones.
“Yo estaba tomándome unas cervezas en el barrio Café Madrid. Ese día me llegaron como tres personas, llegaron en carro y con esposas. Me amarraron entre todos y uno me agarró del pescuezo y me dijo que me iba a llevar a la fundación”, comentó uno de los “pacientes” que fue víctima de una de las famosas “capturas” de la fundación.
Luego de más de un año de investigación, las autoridades lograron efectuar diversas órdenes de allanamiento en estos establecimientos, encontrándose que estaban recluidos en sitios con condiciones inhumanas. Incluso, se encontró a dos personas amarradas a sus camas sobre sus propias heces fecales.
Al llegar a los sitios, se encontró que se contaba con un espacio que se llamaba el “cuarto de la reflexión”, el cual era la sede para cometer las torturas a los pacientes.
“Es una pieza, un lugar donde solo hay una colchoneta con hongos. El estado es terrible, nos ingresan en bóxer, sin más ropa. Para las necesidades fisiológicas nos toca en un balde. En este lugar uno puede durar días o hasta meses, depende del castigo”, recalcó una víctima.
Abuso sexual
En los expedientes de las autoridades también quedaron consignados algunos testimonios de las víctimas que narraban que algunos de los líderes del lugar los obligaban a sostener contactos sexuales con ellos.
“Me tomó el pelo y me puso a practicarle el sexo oral como por tres minutos. Después de eso me bajó la pantaloneta y pasó el pene por mi trasero. Esto lo hizo delante de los compañeros de mi cuarto, es lo único que me acuerdo”, contó una de las víctimas, al señalar que el hecho lo realizó otro interno que era considerado como líder por parte de la fundación.
Por otra parte, una mujer relató que era obligada a salir con algunos de los directivos a una supuesta jornada de esparcimiento, en la que realmente la conducían a sitios rurales en los que la drogaban para poder violarla.
“Que nos íbamos a una finca; entonces, fuimos, pero no llegamos a ninguna finca. Me llevó a un pozo que dizque a bañarnos y yo iba un poco dopada. En el camino, a la mitad, me dijo que me bajara los pantalones, me los bajó, se los bajó y me lo hizo”, narró la mujer.
Asimismo, las mujeres relataron que las directivas del lugar eran reunidas en diversas ocasiones para ser informadas que en algunas noches iban a tener visitas de algunos hombres, con la intención de prostituirlas, ya que cada uno de esos hombres pagaba la suma de hasta $ 100.000 pesos a Javier (el propietario del establecimiento).
Al culminar la investigación, las autoridades capturaron a 21 personas, entre ellos están algunos directivos e incluso pacientes de la fundación. Además, se espera que este proceso siga para lograr esclarecer la responsabilidad de funcionarios de la Alcaldía de Bucaramanga, la Policía y la Fiscalía.