“Prohibido olvidar”, decían en letras grandes las camisetas de madres de los doce jóvenes asesinados en Punta del Este, Buenaventura, hace 18 años. Vestidas y acompañadas de sus vecinos, las madres recorrieron la calle principal de su barrio en una especie de vía crucis cuyas estaciones eran las casas de cada uno de los ausentes. En los altares, fotos de los muchachos, velas encendidas, flores y carteles con textos que hablaban de nostalgia.
“Yo quiero que recuerden a mi hijo con alegría, pues con 18 años que ya tengo de soledad y de tristeza, en mi corazón él sigue vivo”, dijo Regina Valencia, madre de Manuel, quien con los demás fue engañado por un grupo paramilitar que los convocó a un supuesto partido, el cual tendría recompensa económica si ganaban.
La conmemoración este año incluyó eucaristía, partido de fútbol infantil y la entrega de un mural en memoria de Los doce. Una pared enorme que actúa como documento histórico de este sector pegado al mar, con redes, pescadores, guayos, lágrimas y el vientre de una madre con su bebé, solicitud expresa de Melba, otra de las mujeres que perdió a su hijo en este doloroso hecho.
Regina dice que conmemorar esta fecha es para ellas una necesidad, porque dejar de hacerlo es permitir que se vaya pasando el borrador sobre las memorias de sus seres queridos.
Esta semana, previo a este acto, con el que también se hizo honor al Día de la Memoria y la Solidaridad con las Víctimas del conflicto armado, las mamás participaron de un taller convocado por la Unidad para las Víctimas denominado: Manifestando tu Sueño.
“Hablar y sacar todo eso que tenemos dentro ha sido tan provechoso. Es que hay que sanar y poder explicar nuestros sentimientos”, señaló Bolivia Angulo, otra de las asistentes al espacio que se desarrolló el pasado miércoles 19 de abril.
Tanto Bolivia como Regina son expertas en la tarea de buscar curar sus heridas a través de la palabra. Con sus poesías y relatos, que comparten en muchos espacios, le han dado cuerpo y nombre a sus dolores.
“...los que vivimos ese día,
qué tragedia dolorosa
de lo que ellos se planearon
para hacer horribles cosas”, dice un aparte de sus composiciones.
“Todas estas madres nos han recordado el poder transformador que tienen las víctimas del conflicto armado. Nos han enseñado la importancia de la paz, esa que se construye con aquellos que todo lo han perdido, pero siguen manteniendo viva la esperanza. La esperanza es la vida misma resistiendo”, señaló Rorisis del Socorro Angulo, directora territorial de la Unidad para las Víctimas en el Valle.
Esta conmemoración fue convocada por la Alcaldía Distrital de Buenaventura, el Ministerio del Interior y la Unidad para las Víctimas con el apoyo de OIM y la Junta de Acción Comunal del barrio Punta del Este.
Preocupación por aumento de violencia en 2023
Hay preocupación entre los habitantes de Buenaventura, Valle del Cauca, por el incremento de la violencia durante los últimos meses. Los comerciantes están cerrando sus negocios desde muy temprano ante el temor por los tiroteos en horas de la noche.Los días de paz en esta ciudad del Pacífico colombiano parecen haber llegado a su fin. La comunidad se ha confinado por temor a los enfrentamientos entre grupos armados.
“Como resultado de uno de los tiroteos, se encontraron municiones en un sector del barrio Jorge Eliécer Gaitán de la comuna 12, donde también falleció un perro en plena vía pública producto de una bala perdida”, relató un habitante de Buenaventura a Semana.
“Agradecemos a los turistas que nos visitaron, creo que se hizo una articulación fundamental entre las distintas secretarías de la Administración Distrital para atender esta Semana Santa. Desafortunadamente, el día sábado en horas de la noche, a eso de la 1:00 a. m, fui notificado por parte de las autoridades de unos disparos que sonaban en la zona continental de Buenaventura”, señaló.