La Fiscalía General desmanteló una red delictiva señalada de sacrificar clandestinamente reses, caballos y asnos, cuya carne era distribuida en condiciones insalubres a proveedores del Plan de Alimentación Escolar (PAE), cárceles, plazas de mercado y otros establecimientos en Boyacá y Cundinamarca.
El matadero ilegal operaba en la vereda Sasa, en Chiquinquirá (Boyacá), y fue intervenido durante un operativo conjunto entre la Fiscalía y la Dirección de Carabineros de la Policía, que culminó con la captura de ocho presuntos integrantes de esta estructura.
Un juez de control de garantías imputó a los detenidos los delitos de concierto para delinquir, maltrato animal, contaminación ambiental y corrupción de alimentos.
La investigación reveló que los animales, en malas condiciones de salud y sacrificados sin permisos legales ni medidas de salubridad, generaban graves afectaciones al suelo y fuentes hídricas por el vertimiento de residuos.
Además, la carne obtenida era transportada sin cadena de frío hacia bodegas ubicadas en Cota (Cundinamarca) y Bogotá, donde se procesaba y distribuía.
El Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (INVIMA), que participó en las diligencias, confirmó que el producto no era apto para el consumo humano.
Entre los procesados están Cristian Mauricio Martínez Gaviria, Óscar Armando Valbuena Sánchez y Saúl Humberto Pinilla García, presuntos administradores de las bodegas clandestinas, quienes recibieron medida de aseguramiento en centro carcelario.
Otros implicados, como John Anderson Pineda Ortegón, trabajador del matadero, y Gildardo Antonio Isaza Herrera, señalado intermediario, fueron puestos bajo detención domiciliaria junto con tres empresarios que habrían comprado la carne ilegalmente.
*Con información de Colprensa.