Un informe del Centro Nacional de Memoria Histórica señala que se han cometido cerca de cinco mil homicidios bajo la denominada 'limpieza social'.
En el marco de la 29 Feria del Libro de Bogotá el Centro Nacional de Memoria Histórica presentó el informe Limpieza social. Una violencia mal nombrada, que recoge investigaciones sobre el fenómeno desde 1988 hasta 2013 en todo el país.
La investigación, realizada por Carlos Mario Perea, indica que en el periodo evaluado en el país se cometieron al menos 4928 homicidios dentro de lo que se puede considerar como operaciones de limpieza social, dirigidas en general a personas que no hacen parte de ningún grupo armado pero que llevan el estigma de ser habitantes de la calle, trabajadores sexuales, presuntos delincuentes o jóvenes de zonas populares.
Las estadísticas presentadas en el trabajo indican además que Cali es la ciudad con mayor número de homicidios por limpieza social, con un total de 466, seguido por Cúcuta, Medellín y Bogotá.
El informe señala también que los principales responsables son grupos anónimos formados específicamente para los operativos de limpieza, seguidos por los grupos paramilitares y las guerrillas.
Lea también: Reducir los homicidios sigue siendo una tarea pendiente para Cali
El análisis de los protagonistas de esta violencia social responsabiliza en el 77 por ciento de los homicidios a los grupos de limpieza social. Tras ellos vienen los grupos paramilitares, autores de 868 homicidios correspondientes al 18 por ciento del total. No pasan del 5 por ciento los homicidios cometidos por otro tipo de grupos o personas victimarias.
Mario Perea, autor del informe, señala que entre las situaciones más preocupantes respecto al tema de la limpieza, es la aceptación social que tiene en las zonas en las cuales es llevada a cabo.
¿Qué posibilita que moradores de los barrios participen con plena responsabilidad en la activación y ejecución de las operaciones de aniquilamiento? Naturalmente no es un comportamiento colectivo, pero hay un amplio sector de la población que considera las operaciones un mal necesario frente a las espirales de inseguridad, sostiene Perea.
[[nid:529032;http://contenidos.elpais.com.co/elpais/sites/default/files/imagecache/563x/2016/04/mapa-limpieza-social.jpg;full;{}]]
El investigador señala además que en muchos de los casos estudiados se pudo determinar que los habitanes de los sectores en los cuales se llevaron a cabo los homicidios, participaron de los crímenes bien sea como ejecutadores o pagando a escuadrones para que realizaran los hechos.
En Cali el fenómeno de la limpieza social sigue presente. Aunque no hay estadísticas sobre los hechos durante los últimos dos años la aparición de panfletos amenazantes es más o menos frecuente en varias zonas de la ciudad. De hecho el pasado lunes apareció un panfleto amenazante en el barrio El Ingenio en el que se afirma: Ya estamos cansados de tanto robo (...) Vamos a empezar a matar a los que roban del barrio y a los que vienen de otro barrio a robar, firmado por la Mano Negra.
Organizaciones de Derechos Humanos del oriente de la ciudad han denunciado en varias ocasiones la aparición de tales documentos.
Amenazas en el SuroccidenteEl País denunció el pasado 4 de abril las muertes selectivas, amenazas y circulación de panfletos alusivos a grupos de limpieza social, en especial a la banda criminal Las Águilas Negras, en el suroccidente del país.
En departamentos como Putumayo y Cauca, los más afectados son integrantes de organizaciones sociales, que representan a campesinos, indígenas, afros y otras voces de la sociedad en el sur del país.
Popayán y otros municipios del Cauca fueron escenario de amenazas contra periodistas, propietarios de medios de comunicación y líderes sociales.