Por: Redacción de El País
“Mire como me dejaron, me quitaron la presilla por llevarse el celular y me robaron todo. Gracias a Dios no me pasó nada”, dice el conductor de la ruta alimentadora del MIO A12B, quien fue abordado por delincuentes a plena luz del día, aproximadamente a las 9:00 a.m.
Sin embargo, lo que más preocupa tanto a usuarios del sistema como a los conductores de los buses alimentadores y articulados, es que este robo no fue un hecho aislado, pues la semana pasada otro conductor que operaba esta misma ruta, en medio de un intento de hurto sufrió la amputación de tres dedos de una de sus manos.
Esta ruta alimentadora parte de la Estación Meléndez y tiene diferentes paradas en barrios como Altos de Jordán y Altos de Santa Elena, ambos ubicados en zonas de ladera.
Debido a estos hechos, desde el lunes pasado los conductores de esta ruta decidieron no movilizar sus vehículos por temor a que se presentara un nuevo hurto, por lo que exigieron que para volver a circular debían tener acompañamiento de la Policía en cada recorrido.
Ante esta compleja situación, El País contactó al comandante de la Policía Metropolitana de Cali, coronel Carlos Oviedo Lamprea, para que explicara cómo se está trabajando con los uniformados para garantizar la seguridad en las rutas alimentadoras y estaciones del Sistema de Transporte Masivo de Cali.
“Nosotros tenemos un convenio con Metrocali en el que contamos con más de 100 policías destinados a brindar seguridad. Nos encontramos en seis terminales, 36 estaciones y cinco tramos viales. Adicionalmente, realizamos un trabajo conjunto con las secretarías de Seguridad y Movilidad para evitar que se invada el carril exclusivo del MIO. Además, contamos con policías en cubierto que están en las estaciones”, sostuvo el uniformado.
Puntualmente, sobre la estación de Meléndez y las rutas alimentadoras que de allí parten, Oviedo manifestó que tienen total conocimiento de lo ocurrido, por lo que se realizó una reunión de coordinación con el MIO para evaluar cuáles son los puntos neurálgicos y a raíz de esta situación se está haciendo acompañamiento policial a dos rutas, una que va a Altos de Santa Elena y otra es la que llega a Polvorines. “Además, con las patrullas del modelo de vigilancia por cuadrantes estamos haciendo unas reacciones adicionales”, indicó el comandante.
“Las horas más complejas en materia de seguridad en este sector son desde las 6 de la tarde hasta las 10 de la noche aproximadamente. En los próximos días vamos a tener una reunión con los conductores para conocer qué dinámicas y comportamientos los están afectando para que, dependiendo de ese análisis, revisar estrategias que nos permitan avanzar en la seguridad”, añadió el jefe de la Policía en Cali.
Al ser preguntado sobre si las ventas y el transporte informal que hay en estos barrios ayuda a que se presente un ambiente propicio para cometer hurtos, el comandante de la Policía manifestó que la zona es compleja porque adicionalmente se presenta consumo de licor, lo que desencadena en casos de intolerancia. “Las vías de esta zona no son las mejores y por eso hay que tener cultura ciudadana para respetar los buses del MIO, los taxis y vehículos particulares”.
Por su parte, el secretario de seguridad de Cali, Jairo García, dijo que en esta zona de la ciudad se está desarrollando el Plan Arcángel, estrategia en la que “hombres de inteligencia e investigación están ingresando a los buses para hacer verificaciones y análisis a las personas que allí se movilizan. Ellos están como incógnitos en las diferentes rutas”.