El fin de semana pasado, con medidas como el aislamiento preventivo, toque de queda y ley seca, en Cali se registraron diez homicidios; ocho de esos casos ocurrieron el domingo.
De acuerdo con el reporte de la Policía, todos los homicidios, dos el sábado y ocho el domingo, se perpetraron con arma de fuego. La mayoría se dieron en el oriente de la capital del Valle.
Aunque las autoridades informaron que el viernes pasado no hubo asesinatos en la ciudad, reconocieron luego que entre sábado y domingo la comisión de este delito tuvo un comportamiento distinto, pese a las medidas implementadas por la emergencia sanitaria por el Covid-19.
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Carlos Rojas, secretario de Seguridad y Justicia de Cali, sin embargo, explicó que durante este fin se empezó a ejecutar el Plan Integral de Seguridad o Piscc, que es una herramienta de toma de decisiones que deben de tener todas las alcaldías y departamentos del país, para atacar temas como el homicidio y poder combatir este delito que persiste en la ciudad.
“Durante el fin de semana se dio inicio al plan, articulados con todos los organismos de seguridad de la municipalidad. En los operativos se pudo, junto con la Policía, identificar más de 70 armas de fuego sin salvoconducto, otras de largo alcance, así como más de 200 kilos de estupefacientes”, dijo el funcionario.
“Este semestre augura muchos resultados. Vamos a tener el jueves próximo un consejo extraordinario de seguridad con el Ministro de Defensa, porque estamos en la línea de fortalecer todo el esquema de seguridad para toda la ciudad y concretar un plan de choque”, acotó Rojas.
Pero por qué los fines de semana siguen siendo tan violentos en Cali, pese a estar en tiempo de pandemia.
Para Alberto Sánchez Galeano, investigador en temas de seguridad ciudadana, lo de los homicidios es un asunto complicado que no solo se limita a este fin de semana.
“Desde el mes de mayo se ha presentado una especie de freno de la tendencia de la reducción del homicidio que estaba mostrando Cali en los últimos meses. Es cierto que la ciudad lleva unos 63 homicidios menos en el agregado del año, con respecto al mismo periodo del 2019, pero los últimos tres meses han sido particularmente violentos, considerando, sobre todo, que estamos en confinamiento obligatorio”, dijo el experto.
“Hay que analizar, además, por qué en las comunas donde se están presentando los homicidios, que se supone están en confinamiento, siguen ocurriendo estas dinámicas violentas y delitos de oportunidad. Valdría la pena entrar a ver cómo se están evaluando los impactos positivos de las restricciones”, afirmó Sánchez Galeano, que agregó que a la Alcaldía le falta ser más clara al momento de reportar lo que está pasando en materia de seguridad.
Cabe recordar, que según el Observatorio de Seguridad de Cali, “el año 2020, con 574 homicidios hasta el 2 de agosto, ocupa el primer lugar con menor número de homicidios en el histórico, desde 1993 a la misma fecha de corte (28 años)”.
Piden política pública de seguridad
Este lunes, varios concejales de Cali volvieron a reaccionar frente al tema de los homicidios y otros delitos en la ciudad y realizaron diferentes planteamientos.
El concejal Roberto Ortiz se mostró preocupado por el incremento de homicidios en Cali, especialmente al término del mes de julio, con casi 90 casos, “lo que evidencia que la violencia le está ganando a la convivencia pacífica”.
Y más grave, afirmó Ortiz, “que en el primer fin de semana de agosto se registren diez homicidios y los datos que tenemos nosotros es que el 45 % de las muertes violentas se producen por ajustes de cuentas; por venganzas un 30 % y por narcotráfico casi un 18 %”.
El cabildante exigió una política pública de seguridad para atacar las bandas existentes en Cali; la intervención social de la población juvenil; identificar e intervenir las zonas del delito e igual los centros de operación de las bandas con tecnología e insistir en aumentar el pie de fuerza policial.
Por su parte, la concejal Alexandra Hernández dijo que “Cali aporta a Colombia una cifra del 10 % de los homicidios, de ahí la necesidad de fortalecer los planes de seguridad y los patrullajes.
“La ciudad contaba con 340 cuadrantes, pero ahora tenemos 270, es decir, 70 cuadrantes menos para cubrir 249 barrios y los corregimientos”, advirtió.
La concejal también indicó que “Cali requiere por lo menos tres oficiales de la Policía que se encarguen de la parte operativa en terreno y no uno como ocurre”.
Para esto, Hernández propuso dividir a Cali en dos o tres distritos. “Con este modelo operativo podremos prestar mejores servicios y ejercer mayor control. Igualmente, hay que dotar a la Policía de un complejo que permita fortalecer las capacidades en términos de infraestructura operativa y las capacidades en formación, inteligencia e instrucción básica en la prestación del servicio, con disponibilidad de alojamiento del pie de fuerza”.
A su vez, el cabildante Milton Castrillón aseguró que “la Policía Metropolitana de Cali debe aumentar el número de efectivos en la Policía Judicial o Sijín, para poder contrarrestar el accionar de bandas, especialmente aquellas dedicadas al sicariato, logrando así que las capturas vayan acompañadas de las pruebas suficientes para confinar a los delincuentes”.
Castrillón finalizó diciendo que la capital del Valle “solo cuenta con un número insuficiente de 77 uniformados de la Policía Judicial o Sijín”.
Datos
Cali cerró julio con 88 casos de homicidios, según información preliminar de las autoridades.
Si se compara con el mismo mes del año anterior, hubo un aumento de tres muertes violentas.
Cabe recordar que el registro se dio en medio de las restricciones por el Covid-19.