En la mañana de este sábado 30 de noviembre se representan cierres temporales en la vía que comunica Popayán con la ciudad de Cali o Panamericana, a raíz de la protesta de campesinos del Cañón del Micay.
Desde ese entonces las autoridades de Popayán y del Cauca fracasaron en su intento por atender los reclamos de estas comunidades, porque de acuerdo con sus líderes, no se retiran de este punto de la Panamericana hasta que el mandatario de los colombianos no llegue a conversar ‘cara a cara’ con ellos, en su defecto, con los ministros de la Defensa y del Interior.
“Sencillamente, nos cansamos de la violencia, del olvido, de los señalamientos de que somos traquetos, guerrilleros, más de este gobierno que prometió una cosa y ahora lo que nos da es una intervención militar cuando se acordó que el Cañón del Micay sería objeto de una intervención social directa y efectiva, cosa que nunca se dio”, expresa Duberney Galvis, uno de los líderes de esta movilización campesina, la cual promete ser indefinida hasta tanto Petro no llegue a esta parte del país.
Por eso, en la mañana de este sábado, los campesinos que pasan la noche en el sector de El Cofre de la Panamericana optaron por realizar cierres temporales a este corredor vial, esto como forma de presionar conversaciones con el gobierno nacional, de ahí que ahora se registran larga fila de automotores y motociclistas. Después permitieron el paso, situación que se mantendrá durante el transcurso del día.
“Petro mandó un mundo de funcionarios a El Plateado, Argelia, para que se tomaran fotos cuando el Ejército combatía en las calles cuando comenzó la operación Perseo, dialogaron con unos cuantos asustados pobladores que se encontraron en el camino y se fueron, dejándonos plantados, solo nos dejaron el polvo de los helicópteros, por eso ahora estamos acá para ver quien escucha a quien, afán no tenemos, entonces permaneceremos en la Panamericana”, agrega Duberney Galvis.
También protestan porque no están de acuerdo en la construcción de la represa Los Arrieros del Micay, un proyecto planteado desde 1997 para la generación de energía para esta zona del suroccidente del país y que el gobierno del Cambio revivió, aumentando la tensión entre las comunidades del Cañón del Micay.
“Llevamos más de treinta años para que no construyan en este embalse en nuestros territorios, porque pasará lo mismo que pasó por ejemplo en La Salvajina, donde asesinaron y desplazaron a comunidades enteras, además destruyeron los ecosistemas de la región en su afán por construir proyectos que no son consultados con las comunidades”, agrega el líder social al exponer que por el momento realizarán actividades pedagógicas con los usuarios de la Panamericana hasta que el gobierno nacional confirme los inicios de los diálogos.