En las últimas horas se registró la captura de alias Jhon Maro, presunto cabecilla del frente Dagoberto Ramos de las disidencias de las Farc.
Como bien explicaron integrantes de la Seccional de Investigación Criminal, Sijín, de la Policía Nacional, este sujeto era uno de los delincuentes más buscados de esta zona del país, a raíz de su posible participación en varios atentados contra la fuerza pública y líderes sociales e indígenas.
“Este sujeto lo veníamos siguiendo desde hace varios meses, hasta que nos percatamos que salió de su zona de confort, que eran los municipios del norte del Cauca, para llegar a la población de La Plata, en el vecino departamento del Huila, esa fue la ocasión que nos permitió capturarlo”, agregan los funcionarios judiciales.
Luego de su ubicación y aprehensión, alias Jhon Maro fue trasladado bajo estrictas medidas de seguridad hacia la ciudad de Popayán, donde se adelantarán las audiencias preliminares ante un juez de control de garantías, del cual se espera lo envíe a la cárcel para así proteger a las comunidades campesinas e indígenas asentada en esta región del país.
De acuerdo con integrantes de la Sijín, este sujeto era hombre de confianza de Wilmer Pazú Rivera, el máximo comandante del frente disidente Dagoberto Ramos de las Farc, grupo armado al margen de la ley que siembra el terror y la muerte en los municipios del norte y oriente del departamento del Cauca.
“Este sujeto solo le rendía cuentas a alias David o Cholinga, quien es el máximo líder de esta organización delictiva, la misma que viene atentando contra la vida de los líderes indígenas del departamento, como bien lo corroboramos en las pesquisas, además alias Jhon Maro era jefe comisión, de ahí que era el encargado de controlar los municipios de Corinto, Miranda y Toribío, así como las poblaciones de Florida y Pradera, en el vecino departamento del Valle”, acotan los investigadores de la Sijín.
Por eso, las autoridades colombianas estaban tras la pista de este sujeto, al punto que ofrecían la suma de hasta 130 millones de pesos de recompensa por información que permitiera su ubicación.
Sin embargo, y gracias a las capacidades investigativas de esta unidad policial, lograron detenerlo cuando pretendía trasladarse a una zona donde la fuerza pública no ejerciera tanta presión militar, buscando además posicionar esta estructura delictiva en los municipios del Huila.
Con esta aprehensión, se espera que se detengan las acciones violentas contra las comunidades indígenas caucanas, pero también disminuya la capacidad militar del frente Dagoberto Ramos, una de las facciones disidentes más beligerantes de la región, la misma que ahora se enfrenta a muerte con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional, ELN, por el control de las poblaciones caucanas de Inzá, Páez-Belalcázar, Silvia y Totoró.