Las autoridades lograron capturar a 20 personas que integraban una estructura dedicada a la producción, tráfico y distribución de clorhidrato de cocaína y que operaba en los departamentos del suroccidente colombiano.

Estas detenciones se realizaron en medio de varios operativos de la Dirección de Antinarcóticos de la Policía.

El primero se desarrolló en la capital del país, así como en Popayán, La Unión y El Bordo, departamento del Cauca, con el que se capturaron trece personas por orden judicial, señaladas del desvío y transporte de sustancias químicas controladas hasta los laboratorios de producción de alcaloides.

Esta red estaba liderada desde Bogotá por alias Chiky, dueño de varios establecimientos ferreteros en la zona industrial, usaba falsas facturas de empresas de garaje para adquirir las sustancias que después enviaba en fletes a Cauca.

"En El Bordo, Cauca, dos individuos ('Chongo' y 'Pornolio') dueños de un Burdel en donde varios conductores se daban cita durante los largos trayectos en carretera, eran seducidos por las chicas y sus propietarios para acceder a transportar dentro de sus vehículos los químicos hasta los centros de acopio", indicó el teniente coronel Arlex de Jesús Bedoya, comandante de la Policía Antinarcóticos Regional Número 4.

Alias Choco, 'Pedro', 'Marlon' y 'Diego', seguían al pie de la letra las ordenes que Pablo Lagarcha, alias Chiky, daba a través de mensajes de texto; entregaba muy pocos detalles en clave para que todas las sustancias fueran recibidas por alias Marcos y 'Flaco' encargados de esconder las canecas con los químicos para enviar a los laboratorios en el sur del país.

En un segundo operativo adelantado en Buenaventura, se logró la desarticulación de una red dedicada la contaminación de contenedores con alcaloides, guiados por Holguer Solis, alias Paul.

En esta banda, cada miembro de la organización se encargaba de facilitar el tráfico de cocaína hacia Centroamérica y Europa. Para esto contaban con la colaboración de un supervisor de operaciones portuarias quien ayudaba al ingreso de vehículos con carga previamente contaminados hasta el interior del puerto.

Alias La Gorda, otra integrante de la red, conocía del tránsito y destino de las embarcaciones que atracaban en el Puerto, se encargaba de marcar cada una en un listado para asegurarse en cual iría la droga.

Alias Julito al interior de la ciudad portuaria se ocupaba de ocultar la droga en algunos sitios lejos de las cámaras de seguridad para después introducirlas a los buques en contenedores.

Durante el proceso investigativo que duró once meses se pudo incautar en Europa 7964 kilos de cocaína, afectando la economía criminal de la red en 3.5 millones de euros.

En un último operativo, realizado en la vía Panamericana, a la altura del kilómetro 59 (muy cerca de la región El Patía), se intercepta un vehículo tipo cisterna llevando inicialmente crudo, los uniformados y su pericia los llevó a descubrir 3 mil galones de ácido sulfúrico, equivalentes por su peso y densidad a 20.9 toneladas.

Los químicos incautados tienen un costo aproximado de $300 millones y debe resaltarse que con este decomiso se evitó la producción potencial de 37 toneladas de cocaína.

Todos los capturados fueron puestos a disposición de las autoridades competentes.

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