La Fiscalía General de la Nación logró la judicialización de una empleada doméstica que le habría suministrado a sus empleadores alimentos impregnados con una sustancia química para drogarlos y posteriormente hurtarles sus pertenencias.
La contundencia del material probatorio aportado por un fiscal de la Seccional Bogotá permitió que un juez de control de garantías impusiera medida de aseguramiento en centro carcelario a Leonor Salas Moreno, como presunta responsable del delito de hurto calificado.
Con las labores de la policía judicial, se pudo evidenciar que la procesada, al parecer, aprovechó su condición de empleada doméstica para suministrarle a sus empleadores alimentos impregnados con una sustancia que los colocó en estado de indefensión.
Según contó una de las víctimas, ellos habían contactado a la mujer para que les colaborara con el aseo del hogar y con el cuidado de su hijo, sin embargo, tres días después terminaron drogados y robados.
“Mi esposa buscó recomendaciones en redes sociales y llegó a esta persona. La llamamos, hicimos verificación de sus referencias y de su pasado judicial con su cédula. Todo nos pareció que estaba en regla”, contó la víctima.
Tras su contratación, la mujer, quien se demostró que había suplantado la identidad de otra persona, se ganó rápidamente la confianza de la pareja que estaba haciendo los preparativos para recibir a su bebé.
De acuerdo con la información suministrada, la Fiscalía determinó que el pasado 27 de enero, tras haberse ganado la confianza de sus jefes, la mujer habría colocado droga en los alimentos de los empleadores para provocarles somnolencia y así poder hurtarlos. De esta manera, presuntamente se apoderó de dinero, joyas, celulares y electrodomésticos.
Una de las víctimas, al percatarse de lo sucedido, inmediatamente logró alertar y llamar la atención de los vecinos, quienes realizaron la denuncia a las autoridades y así acudir a la vivienda para conocer los hechos.
De esta manera, los uniformados de la Policía Nacional llegaron a la vivienda donde capturaron en flagrancia de la procesada, en cuya habitación fueron encontrados varios objetos hurtados. Entretanto, las víctimas fueron trasladadas a una Clínica en Usaquén para ser atendidos.
“Nos sentamos a las 2:00 p. m. y media hora después nos levantamos, recogimos los platos y hasta ahí llega mi recuerdo. Yo vuelvo en sí, 30 horas después”, narró una de las víctimas, quien se despertó en la Fundación Santa Fe.
“Mi esposa se levanta, habla enredado, se cae sobre su barriga. Y la niña (su hija) es consciente que lo que estaba pasando no era normal. Y empieza a hacer una serie de llamadas. La primera es al 911″, detalló.
Dentro de la investigación, las autoridades revisaron los videos de seguridad y realizaron entrevistas a las víctimas y testigos que sirvieron como parte del material probatorio con el cual la Fiscalía sustenta el cargo imputado contra Salas Moreno, quien negó su responsabilidad en estos hechos.
De acuerdo con las autoridades, habría una red delincuencial que realiza este tipo de robos a las familias, principalmente en el norte de la capital.