El balance de la visita que en días recientes hizo la Defensoría del Pueblo a la cárcel de Tuluá, donde hace un poco más de un año fallecieron más de 50 reclusos producto de un incendio, es totalmente desalentador.
Luego de aquella trágica madrugada del martes 28 de junio de 2022, en la que las llamas se apoderaron del pabellón 8, según la Defensoría, son pocas las acciones que se han realizado para colocar en funcionamiento el sistema contra incendios del centro penitenciario.
Como si fuera poco, el hacinamiento, que luego de la tragedia desde el Inpec prometieron dejarlo en 0%, hoy está en 131%, hay problemas de enfermedades graves como tuberculosos y VIH y los detenidos denunciaron que las porciones de alimentación poco a poco las han reducido y en repetidas ocasiones llegan tarde.
“El balance después de la visita no es positivo y debe haber una mayor atención sobre el establecimiento penitenciario. Es urgente que haya mayor apoyo de la Uspec (Unidad de Servicios Penitenciarios y Carcelarios) en lo que corresponde a la prestación de servicios mínimos que permitan que se les garanticen los derechos a quienes están en la cárcel”, reclamó el defensor regional del Pueblo, Gerson Vergara.
“Hago un llamado a la conciencia. Quienes cometieron un error están asumiendo una consecuencia como lo es la privación de la libertad, pero por el hecho de estar detenidos no quiere decir que pierdan también su dignidad. Hacemos un llamado a la Uspec para que se haga un ejercicio de resocialización real”, añadió Vergara.
El País conoció que el director del centro penitenciario está amenazado por bandas delincuenciales y otros dos funcionarios del Inpec también han sido intimidados por alias Pipe, sujeto perteneciente a la banda La Inmaculada, también conocida como La Local.
No hay sistema contra incendios
El Defensor Regional del Pueblo es contundente al decir que, desde que ocurrió el incendio en junio de 2022, cada mes se ha hecho un requerimiento penitenciario para buscar una solución a esta grave problemática.
“No tiene presentación que pasado un año de la tragedia, no se hayan tomado cartas en el asunto”, reclamó Vergara, y añadió que desde la cárcel cada mes han requerido a la Uspec porque ellos son los encargados de prestar estos servicios, pero no han tenido respuesta.
Hacinamiento del 131%
Según cifras entregadas por la Defensoría del Pueblo a este diario, el centro penitenciario tiene capacidad para 740 detenidos, pero actualmente cuenta con 969 personas privadas de la libertad.
Cada celda en esta prisión está diseñada para 8 personas, pero actualmente se encuentran casi 12 en cada una de ellas.
“Como se cerró la parte vieja de la cárcel, este centro penitenciario hoy está en un índice alto de hacinamiento. Esta situación nos preocupa porque nos estamos exponiendo a que se presenten conflictos entre los detenidos y, como si fuera poco, también se pueden registrar problemas en la salud de los internos”, comentó Gerson Vergara.
Enfermedades como tuberculosos y VIH
Luego del balance hecho por la Defensoría se pudo establecer que en el centro penitenciario hay 102 enfermos crónicos, de los cuales 17 son diabéticos y 7 dependen de dosis diarias de insulina.
Además, hay 85 personas hipertensas, 13 tienen VIH y 6 han sido diagnosticadas con tuberculosis.
Según el documento, el Uspec no ha brindado ningún apoyo hormonal a la población Lgtbiq+ y en el establecimiento no hay ningún tipo de suministro de medicamentos para los detenidos: “No hay lo mínimo. Si un interno presenta alguna emergencia debe ir al hospital porque no tienen medicinas y tampoco médicos en horas nocturnas”.
“También tenemos registro de que algunos reclusos tienen enfermedades pulmonares y alergias en la piel”, denunció Vergara, quien dijo que estas enfermedades, al no ser tratadas, se están convirtiendo en complicaciones mayores.
Problemas de alimentación
“En la Defensoría del Pueblo evidenciamos que hubo una reducción en la alimentación de los detenidos y en algunos casos no hay proteína”, manifestó Vergara.
Desde el órgano constitucional explicaron que por lo general el menú de los almuerzos es: arroz, pollo, ensalada, tajadas y una sopa, “pero en algunas ocasiones el caldo llega frío, sin sal o aún más grave, no llega el pollo o la carne”.
Adicionalmente, en algunas oportunidades el desayuno no ha llegado a tiempo, y no son 1 o 2 horas de retraso, pues en varias oportunidades ha sido entregado solo hasta el mediodía y el almuerzo a las 3:00 p.m. o 4:00 p.m.