Pasaron tres años desde que Sara Sofía Galván desapareció, en el sur de Bogotá, antes de que la justicia determinara quiénes son los culpables: Carolina Galván, su madre, y Nilson Díaz, pareja de Carolina y padrastro de la niña.
Hace una semana, en la audiencia de alegatos de conclusión, la Fiscalía volvió a señalar a Galván y Díaz como responsables del delito de desaparición forzada y exigió una condena ejemplar, que podría alcanzar los 45 años de prisión.
Y este martes, 27 de febrero, la juez de conocimiento del caso emitió un sentido de fallo condenatorio en contra de ambos, pues encontró probado, más allá de los reparos de la Procuraduría y de la defensa de la pareja, que le arrebataron la menor a su tía, Xiomara Galván.
Durante el juicio, el ente acusador argumentó que Carolina Galván, madre de la niña, que entonces tenía 23 meses, recogió a Sara Sofía en un inmueble del barrio Roma, de la localidad de Kennedy, donde Xiomara la cuidaba.
Xiomara tenía la custodia de la niña desde septiembre de 2020 y aunque Carolina le prometió llevar de vuelta a Sara el 15 de enero, eso nunca ocurrió. Por el contrario, llevó a su hija al sitio que compartía con Nilson Díaz.
Desde ese momento, la pareja entregó versiones contradictorias sobre el paradero de Sara Sofía, lo que llevó a especulaciones entre testigos y la justicia. Hasta ahora, la Fiscalía cree que la hipótesis con más fuerza es que arrojaron su cuerpo al río Tunjuelito luego de que la menor falleciera, pero no se ha probado si la pareja pudo asesinarla.
Los rastros de la menor, así como su cuerpo, aún no han sido encontrados por las autoridades a pesar de las constantes búsquedas. Lo que sí está claro es que en un mes se conocerá el tiempo exacto que Carolina Galván y Nilson Díaz pasarán en la cárcel.
¿Qué le pasó a Sara Sofía?
“El cuerpo sin vida, luego de ser envuelto en una manta azul, se introdujo en un costal de fibra color blanco, el cual es amarrado con un cordón de zapato color café y puesto a la orilla del caño del río Tunjuelito por Nilson, compañero sentimental de Carolina”, dice el escrito de acusación de la Fiscalía.
En febrero de 2021, Carolina aseguró que la pequeña estaba muerta, pues supuestamente le había dado de comer y tres horas después, la habría encontrado fría, con su carita morada y acostada en la cama.
Según había relatado en ese momento, había acompañado de Nilson hasta el río para arrojarla al agua envuelta en una cobija azul, en un costal, el 28 de enero. Desde La Picota, el hombre aseguró que “Sarita no está viva. No la busquen en otro lugar que no sea el caño Tunjuelito, porque allá fue donde la dejé yo mismo”.
Luego, en otra declaración, el hombre indicó que Carolina golpeaba a la niña por no comer. Al parecer, y según el implicado, habrían sido tantos los golpes que le ocasionó, que sus labios empezaron a ponerse morados.
*Con información de Colprensa.