Tropas del Ejército Nacional fueron atacadas ayer por integrantes de la disidencia de las Farc ‘Jaime Martínez’, que opera en el norte del departamento del Cauca. La emboscada ocurrió a las 2:55 a.m. del martes en inmediaciones de Buenos Aires, Cauca, y dejó a seis militares fallecidos, siete heridos y cuatro se encuentran desaparecidos.
Según las autoridades, los hechos ocurrieron en medio de operaciones ofensivas en contra de grupos armados ilegales que operan en el sector.
Producto de esta acción criminal, fueron asesinados los soldados: Jean Gilberto Rodríguez, Jerson Rafael Mamián, Jhonathan Ernesto Ordóñez, Luis Armando Vélez, Esleider Alexander Portocarrero y Yonny Saac Ruiz. Mientras que resultaron heridos un oficial y seis soldados.
Según informó el Ejército Nacional, tres de las víctimas eran oriundas de Cali, uno de Buenaventura, otra de Timbiquí y la sexta persona había nacido en el municipio de La Vega, Cauca.
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El presidente, Gustavo Petro, convocó a un consejo de seguridad y aseguró que “la operación” de las disidencias fue “de infiltración, es decir, premeditadamente, se buscó el ataque, se planificó”.
“Lo que reportó el señor oficial al mando de la unidad es que primero los hostigaron y después los atacaron con explosivos, situación que se registró por varios minutos hasta que lograron contrarrestar el fuego enemigo con los soldados que quedaron en pie”, narró un integrante del Ejército.
De acuerdo con el reporte oficial, los uniformados fueron atacados con ráfagas de fusil, granadas y tatucos.
Luego, cuando el comandante de la unidad atacada pudo establecer comunicación con sus superiores, reportó la muerte de los uniformados, mientras otros soldados siguen desaparecidos.
La Fundación Valle del Lili informó que en sus instalaciones se recuperan los siete soldados que resultaron heridos.
El presidente Petro lamentó la muerte de los miembros de la Fuerza Pública y anunció que el Ejército seguirá haciendo presencia en Putumayo, Cauca y Arauca, tres zonas afectadas por el conflicto.
“El Ejército no abandonará la zona en donde permanece en este momento en el Cauca, que es en la entrada de la región de El Naya, la forma geográfica desde la cordillera hasta el Océano Pacífico. (Esta zona) obviamente tiene que ver con rutas de narcotráfico y otros que utilizan el área difícil de El Naya para llegar hasta el mar Pacífico”, sostuvo.
El Presidente también aclaró que la posibilidad de diálogos con grupos al margen de la ley hoy “no está circunscrita al cese de las operaciones militares”.
Explicó que hasta ahora se ha hablado de una “posibilidad” de entablar diálogos con grupos al margen de la ley y actualmente solo hay un proceso andando que es el del ELN. Sin embargo, dijo que este 7 de diciembre se abrirán diálogos con organizaciones de jóvenes armados ligados al narcotráfico en barrios populares de Buenaventura: Los Chotas y Los Espartanos.
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“Creo que hechos como el ocurrido ayer están colocando en riesgo todo el proceso de paz total, que es algo delicado para todo el país. El proyecto de paz total que el Gobierno ha propuesto con tanto entusiasmo está siendo puesto en riesgo con estos ataques al sur del país”, afirmó Jhon Marulanda, coronel (r) y presidente de la Asociación Colombiana de Oficiales Retirados de las Fuerzas Militares (Acore).
“Con estos ataques las disidencias de las Farc pretenden demostrar que e tienen superioridad militar. Los que están alzados en armas sienten que ellos pueden dominar a los colombianos a punta de fuerza”, añadió Marulanda.
“Las disidencias de las Farc se reorganizaron, cada uno con cabezas que todavía el Gobierno no tiene identificadas. Todos ellos se dedicaron al secuestro, la extorsión y narcotráfico y, como en el Cauca hay sembradas tantas hectáreas de coca, entonces se han fortalecido. Además, como ven que las tropas les impiden desarrollar sus actividades ilícitas, ellos tienen que empezar a marcar territorio con estos ataques. Estas son tácticas de guerra que vienen desde hace más de 50 años”, explicó Héctor Herrera, experto en temas de seguridad y oficial retirado de la Policía.
Proteger a los jóvenes
El ministro de Defensa Iván Velásquez, advirtió que los soldados regulares, como los que fueron asesinados ayer por disidencias en el Cauca, no pueden ser enviados a zonas de conflicto, pues las víctimas del ataque tenían entre 19 y 22 años y la mayoría prestaba servicio militar.
“Los soldados regulares, como los que murieron hoy en Buenos Aires, Cauca, no deben ser enviados a zonas de conflicto. Los mandos de las Fuerzas Militares tienen que revisar con cuidado los lugares a los que pueden ser asignados, reduciendo al máximo los riesgos para sus vidas”, indicó el jefe de la cartera de Defensa a través de su cuenta de Twitter.
“No considero que estos jóvenes no estén preparados para la guerra, sino que el entrenamiento que están recibiendo estos soldados no es el mismo que se enseñaba hace 40 años. En esa época recibían tácticas de guerra y cursos contra guerrilla. Había una mejor preparación para poder salir a estos sectores de alto conflicto. El Ejército debe cambiar sus tácticas y si va a enviar a estos militares a lugares complicados debe brindarles un buen entrenamiento en tácticas de combate”, aseguró el experto Héctor Herrera.