Este año el Observatorio de Seguridad de la ciudad cumplió tres décadas de servicio. Esta oficina ayuda con la recolección de datos sobre los delitos que más impactan a Cali.
El siglo pasado fue uno de los más violentos de la historia de la ciudad, pues el auge del narcotráfico y del conflicto armado en el suroccidente del país, impactó de forma severa a la capital del Valle y generó que los informes sobre múltiples delitos entregados por las distintas autoridades judiciales locales muchas veces presentaran diferencias en las cifras. Todo esto originó que el panorama de la seguridad en la ciudad fuera claro.
Nacimiento del Observatorio
En 1993, ante la necesidad de registrar de manera precisa los delitos en Cali, nació el Observatorio de Seguridad de la ciudad, el cual con el paso de los años vivió distintas etapas.
La primera abarcó desde 1993 a 1998 cuando el Observatorio se llamó Epidemiología de la Violencia. Su objetivo era medir esta problemática a través de las cifras.
A partir del 1998 y hasta el 2001 la oficina se pasó a llamar Observatorio del Delito, en este punto, se vinculó a la Policía Metropolitana de Cali, se incorporó al Comité Interinstitucional de muertes por causa externa y fue reconocido como la fuente oficial de datos para la ciudad.
Desde 2001 y hasta 2016, este centro de gestión de datos pasó a ser conocido como el Observatorio Social, en este punto, la oficina se añadió a la Secretaría de Gobierno Convivencia y Seguridad.
Para el 2016, el alcalde Maurice Armitage reorganizó la administración y creó la Secretaría de Seguridad y Justicia de Cali. El Observatorio pasó a ser una pieza fundamental de esta dependencia de la Alcaldía.
Según el Director del Observatorio de Seguridad de Cali, Pablo Alvarado, uno de los mayores aportes de esta oficina al trabajo de las autoridades es la generación de insumos mediante la recolección de datos, los cuales se entregan de manera diaria, semanal y mensual. Gracias a estos, se pueden generar planes operacionales que impacten a las organizaciones criminales y los delitos comunes.
¿Cómo funciona la recolección de datos de los delitos?
El Director del Observatorio de Seguridad, explicó que semanalmente, los días martes, se realiza el comité interinstitucional de muertes externas.
“Ese día se reúnen Medicina Legal, Fiscalía, Policía, el Observatorio y la Personería, se da un cruce de información y se logra dar con claridad cuántos cuerpos recibió la Fiscalía, de estos se determina cuáles corresponden a lo reportado por la Policía y la Sijín, una vez hecho esto, sabemos cuáles realmente corresponden a homicidios y no a suicidios o accidentes de tránsito”, explicó Pablo Alvarado.
Y es que uno de los principales insumos que genera el Observatorio de Seguridad es el informe de homicidios, en este documento la oficina reporta múltiples datos sobre los hechos, entre estos, el tipo de arma, la hora y la zona de la ciudad donde se perpetraron los asesinatos.
“Los informes son puestos en manos de las autoridades que tienen la competencia para tomar decisiones y actuar en los sitios que corresponden. Un ejemplo, es lo que se está viviendo en la Comuna 15, con nuestras cifras, la Policía, la Sijín y la Secretaría de Seguridad, orientan su mirada y esfuerzo a este sector”, explicó Alvarado.
Según el más reciente informe de esta oficina, la Comuna 15 es la más violenta de la ciudad y en lo que va del año se han registrado 60 homicidios en ese territorio.
Las investigaciones más importantes
Entre los trabajos de investigación más importantes que se han realizado en el Observatorio, destaca el de los feminicidios desde la mirada del victimario.
En este trabajo, los funcionarios se trasladaron hasta la cárcel de Villahermosa y hablaron con los reclusos con el fin de determinar patrones o puntos en común entre las personas condenadas por este delito.
Otra de las investigaciones, que aún se desarrolla y que más impacto ha generado, es la sistematización de las experiencias que viven los jóvenes en el proceso de intervención del programa Perla, el cual busca brindar oportunidades a través de la educación y transformar la vida de las personas que viven entornos de violencia.