Incrementó la tensión entre las comunidades campesinas e indígenas de las zonas rurales de los municipios de Silvia y Totoró, en el oriente del Cauca, por los enfrentamientos entre las disidencias de las Farc y la guerrilla del ELN

Según la información que aportaron los integrantes del Consejo Regional Indígena del Cauca, Cric, los combates sucedieron en los sectores de Tablón San Miguel, La Meseta, Agua Bonita, Gabriel Lopez, San Pedro, El Cofre y Tulcán.

Viviendas de las veredas Tulcán, El Cofre, San Pedro, Malvazá y Zabaletas terminan averiadas por los ametrallamientos que registran en medio de los combates entre el ELN y el frente disidente de las Farc Dagoberto Ramos. | Foto: Resguardo de Totoró

En estos puntos, y como bien lo reportaron las comunidades, alzados en armas pelearon frente a frente por varias horas, causando temor entre los pobladores, de ahí que muchos terminaron escondidos en sus propias viviendas.

“Mire mija, están cerca, ya se encontraron, se están dando duro por Dios”, exclama un habitante de la zona mientras graba con su teléfono celular el momento cuando los facinerosos van ganando posiciones para después atacarse con ráfagas de fusil, situación que se dio en las horas de la mañana de este viernes 11 de abril.

Sin embargo, por la posibilidad de más combates, las autoridades indígenas alertaron a las comunidades para ubicarse en sitios seguros o las áreas humanitarias establecidas.

De hecho, y a raíz de la intensidad de estos enfrentamientos, la Guardia Indígena del municipio de Totoró, conformada por los pueblos de Paniquitá, Jebalá, Polindara y Totoroez, adelanta un ejercicio de posicionamiento político territorial como respuesta a las diversas desarmonías que se han presentado en la vía del Libertador, buscando ante todo proteger a las comunidades indígenas y campesinas.

Como en el Catatumbo, la zona oriental del Cauca es ahora el escenario de la guerra entre estos dos grupos armados al margen de la ley. | Foto: Suministrado a SEMANA

“Estos hechos han generado una situación de alto riesgo para los habitantes de la zona, quienes diariamente trabajan en sus parcelas, así como para estudiantes de escuelas cercanas y personas que transitan por la vía conocida como La Transversal El Libertador, de ahí que la orden es que la guardia recorra el territorio para que nos proteja”, explicaron los integrantes del Consejo Regional Indígena del Cauca, Cric, quienes indicaron que uno de los protagonistas de estos enfrentamientos son miembros del Ejército.

Por eso, las autoridades del territorio indígena hicieron un llamado urgente a los pobladores a permanecer en sus viviendas y lugares de trabajo, y solicitaron inmediatamente a los docentes mantener a los niños en las aulas mientras se restablecía la calma.

Y es que en esta parte del oriente caucano se presenta, desde hace ya más de dos años, una guerra abierta entre el Ejército Nacional, las disidencias de las Farc y la guerrilla del ELN, grupos armados legales e ilegales que se pelean por el control militar de las veredas y corregimientos de estos municipios.

“Es una confrontación que tiene a la población civil confinada porque además de los choques armados, los miembros de estos grupos vienen ejecutando el asesinato de pobladores que son señalados de auxiliadores de la Fuerza Pública o porque se niegan a participar en esta guerra o tomar partido, incluso esta guerra también se extiende hacia Inzá y Páez-Belalcázar”, denunciaron representantes indígenas de Silvia.

A pesar de que el Ejército está en la zona, no se detiene la guerra entre elenos y disidentes en los municipios de Silvia, Totoró, Páez-Belalcázar e Inzá. | Foto: Ejército Nacional