Con honores militares serán despedidos los cuatro integrantes de la Infantería de Marina asesinados en la última semana en inmediaciones del puerto de Buenaventura y que fueron reportados como desaparecidos el pasado 17 de marzo tras una operación militar que desplegaron en un área cercana conocida como Punta Soldado.
Desde que se tuvo la última comunicación con el personal se desplegó un operativo de búsqueda que incluyó personal por tierra, mar y aire, sin resultados exitosos.
Las labores de ubicación se extendieron por varios días hasta que el pasado 25 de marzo fueron avistados dos cuerpos en la zona, los cuales fueron llevados hasta la sede Medicina Legal de Cali para pruebas de identificación. Igual sucedió con los otros dos hallados al día siguiente.
Desde el momento del hallazgo se sospechó que eran los uniformados, pero debido a las condiciones en las que se encontraban fue necesario las pruebas forenses para entregar un dictamen certero. Las conclusiones de los peritos forenses establecieron que los cuerpos hallados correspondían al subteniente de Infantería de Marina, John Alexander Lemos Chamorro, y los de esa misma fuerza Darwin Quintero Hurtado, Herney Estacio Sinesterra y Óscar Andrés Venté Cundumí.
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Desde el momento de su desaparición se informó que los militares estaban en compañía de un civil, quien al parecer sería un informante que los llevaría a verificar lo concerniente a la comisión de varios delitos en el lugar. Hasta el momento esa persona no ha sido hallada, por lo que se entretejen varias hipótesis sobre quien sería en realidad.
Una de las teorías apunta a que sería un infiltrado de los grupos al margen de la ley y que urdió un plan para entregar a los militares, justamente, a las bandas que delinquen en la zona. Esta es la conjetura más probable que es analizada por el personal de inteligencia.
¿Quiénes eran?
El subteniente Lemos Chamorro había nacido hace 25 años en Medellín y estuvo en la Fuerza en los últimos siete años. Era comandante de pelotón y oficial de instrucción.
Darwin Quintero dejó a tres hijos. Tenía 32 años, de los cuales dedicó los últimos 14 al servicio de la Infantería de Marina. Era oriundo de Buenaventura.
También del puerto era Herney Estacio, quien tenía 33 años – el mayor del grupo – y dejó huérfanos de padre a dos hijos. 11 años y seis meses en la Fuerza.
Vente Cundumí, caleño, 26 años, era casado y llevaba seis años como Infante.