El más reciente informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito sobre las hectáreas de coca sembradas en Colombia, conocido esta semana, advierte que algo muy grave está sucediendo en el Valle del Cauca.
En apenas un año, los cultivos de coca en el departamento se incrementaron un 68%. Mientras que en diciembre de 2016 se identificaron 752 hectáreas de coca, en 2017 la cifra subió a 1261.
Aunque se trata de menos del 1% del total de hectáreas con coca sembradas en Colombia (171.000), el aumento excesivo de los cultivos ilícitos en el Valle del Cauca devela lo que de manera silenciosa viene ocurriendo en la zona rural de varios municipios.
El general Fabio López, comandante de la Regional 4 de la Policía Nacional, que tiene injerencia en el Valle del Cauca y los otros departamentos del Pacífico, afirma por ejemplo que a la fecha, aproximadamente, hay 300 hectáreas de hoja de coca sembradas en la parte alta de Jamundí, es decir, al menos el 23 % del total de esta siembra en el departamento.
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En ello coincide con el coronel Roger Gómez Herrera, comandante de la Tercera Brigada del Ejército, quien asegura que las zonas donde más han crecido los cultivos ilícitos son Jamundí, en sus límites con el Cauca, parte alta de la cordillera, y Buenaventura, en El Naya. También se han detectado cultivos de coca en Bolívar, Dagua, el Dovio, “y una presencia de cultivos muy pequeños” en San Pedro, Tuluá, Calima y Restrepo.
En el caso de Jamundí, a apenas unos minutos de Cali, la inteligencia de la Tercera Brigada ha identificado la presencia del Grupo Armado Organizado ‘Los Pelusos’, como hoy se hacen llamar algunos disidentes del EPL, que estarían promoviendo y protegiendo estos cultivos ilícitos en la zona y disputando el corredor de El Naya con otras organizaciones armadas.
Sin embargo, en la zona rural del municipio algunos líderes comunitarios, que pidieron la reserva de su identidad, denuncian la presencia de mexicanos, a los que relacionan con los carteles de la droga en ese país.
“Hay una explosión de grupos que han surgido y que están inmiscuidos tanto en los cultivos como en el procesamiento y la sacada de la droga de la región, todo muy amarrado a gente relacionada con clanes mexicanos. Esa es una realidad que se está viendo en la parte alta de Jamundí especialmente. Los carteles mexicanos se están apropiando de la cadena de la droga y están controlando desde Colombia los cultivos. Es el gran cambio que se está dando en la dinámica del narcotráfico en la región. La progresión de los cultivos en el Valle así lo demuestra y más temprano que tarde vamos a estar inundados de coca”, comentó una fuente, que pidió la reserva de su nombre, a este diario.
Lina Tabares, líder social de la región, agregó que en la parte alta de Jamundí, en límites con el Cauca, también hay presencia de otras estructuras armadas como el ELN, disidencias de las Farc y narcotraficantes, lo que explica igualmente el incremento de los cultivos ilícitos en el departamento. “Son grupos que buscan dominar ese corredor hacia El Naya, una zona estratégica para el movimiento de la droga. Y es cierta la presencia de carteles mexicanos”.
Sobre esto último el coronel Roger Gómez Herrera, comandante de la Tercera Brigada, asegura que, por lo menos según sus fuentes de inteligencia, “lo de la presencia de miembros de los carteles mexicanos en el Valle es una especulación. No tenemos información de la presencia del Cartel de Sinaloa. Es más un comentario popular. No hay nada que de momento nos indique la presencia de los carteles de la droga extranjeros en Jamundí”…
Noralba García Moreno, secretaria de Seguriad del Valle, asegura, en todo caso, que tanto en Buenaventura como en Jamundí, “llegaron personas foráneas (aún sin identificar) a establecer cultivos”.
De otro lado, la Secretaria de Seguridad del Valle advierte que otra de las explicaciones del aumento de los cultivos de coca tiene que ver con el Programa de Sustitución de Cultivos ilícitos, que en el departamento se comenzó a implementar formalmente en 2017, “lo que quiere decir que sus impactos se van a medir este año”.
“Y, de igual manera, hemos establecido que los cultivos que se redujeron en municipios como El Dovio, Bolívar, Dagua, se incrementaron en otros municipios como Jamundí, donde el programa no inició”.
De momento, el coronel Roger Gómez Herrera, comandante de la Tercera Brigada del Ejército, aseguró que sus hombres están “en alistamiento” para implementar la erradicación de los cultivos que se han incrementado en el Valle, aunque se está a la espera de que se les informe cuáles familias acordaron la sustitución voluntaria y quiénes no harían parte del programa, “para intervenir” con “erradicación forzosa”.
Preocupa El Naya
Carlos Montoya Cely, investigador de la Fundación Paz y Reconciliación, dice que el informe de la Unodc lo que muestra es que sin duda, en los últimos dos años, los grupos armados ilegales le ganaron el pulso a las autoridades en materia de cultivos ilícitos.
”La expansión de los cultivos en Jamundí responde a las dinámicas del norte del Cauca. En El Naya, zona que comparten Valle y Cauca, está alias Tigre y ‘El Loco’ con un grupo de 50 hombres que se hacen llamar ‘Frente Unidos del Pacífico’, en un comienzo llamados ‘Los Renacientes’”, afirma Cely.
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