La historia de Alejandro Arzayús Serrano, un caleño que comenzó como jornalero en Colombia, parece sacada de una novela de crimen. Sin embargo, sus actividades dejaron una estela de ilegalidad que terminó por convertirlo en uno de los narcotraficantes más buscados de Perú. La captura que marcó el fin de su carrera delictiva se dio el 25 de abril de 2024.
En 2017, Arzayús llegó al Perú bajo la apariencia de un turista. Sin interés en las atracciones locales, buscó rápidamente establecer conexiones con empresarios dispuestos a participar en actividades ilícitas. Fue así como logró aliarse con Fernando Andrés Negrón Querzola y Rolando Baltodano Cueva, reconocidos comerciantes del sector transporte en Lima, quienes cedieron sus empresas como fachadas para el tráfico de drogas.
Una red con alcance global
La organización de Arzayús, conocida como “Los Empresarios”, utilizaba camiones para mover cocaína desde las provincias del norte peruano hasta almacenes clandestinos en Lima. Desde allí, la droga se exportaba a Europa camuflada en cargamentos legales, como filetes de pescado congelado. La red marcaba sus cargamentos con los rostros de Pablo Escobar y Joaquín “El Chapo” Guzmán, como sello distintivo.
Pero con su rápido éxito vino luego la inminente caída. El desmantelamiento de “Los Empresarios” llevó a la captura de los comerciantes peruanos implicados, mientras Arzayús logró escapar.
Durante seis años permaneció prófugo, cambiando su identidad y adoptando un perfil bajo en Cali. Sin embargo, una notificación roja de Interpol emitida por las autoridades peruanas condujo finalmente a su arresto por el CTI de la Fiscalía colombiana.
Actualmente, Arzayús enfrenta un proceso de extradición y podría ser condenado a 25 años de prisión en Perú por tráfico ilícito de drogas agravado. Sus antiguos socios, en cambio, llegaron a acuerdos judiciales y fueron sentenciados en 2019 a penas mucho más leves.
Con la captura de Arzayús se cierra un capítulo de uno de los casos más emblemáticos del narcotráfico entre Colombia y Perú, evidenciando cómo las redes criminales trascienden fronteras y sectores económicos en su búsqueda de ganancias ilícitas.