Cuatro indígenas Emberá, entre ellos dos jóvenes de 15 años, fueron secuestrados por un grupo armado el Chocó, denunció la Defensoría del Pueblo, que alertó del riesgo de desplazamientos.

"En este momento tenemos cuatro personas secuestradas por este mismo grupo en tres eventos diferentes", declaró el defensor del Pueblo en Chocó, Luis Murillo.

El funcionario señaló como responsables a integrantes de las autodenominadas 'Autodefensas Gaitanistas de Colombia', surgidas tras la desmovilización en 2006 de las AUC. 

Murillo indicó que uno de los casos de secuestro se registró el pasado 8 de abril en la comunidad Bella Luz, perteneciente al municipio de Bajo Baudó, hasta donde llegó un grupo armado que se llevó a dos niñas indígenas de 15 años y un adulto.

"De ellos no se sabe nada hasta el momento", apuntó el defensor regional.

Otro caso de secuestro se presentó un día después en la comunidad Cocalito, donde hombres armados interceptaron a tres integrantes de una familia que cazaba cerca al río Jovi y se llevaron a un adulto y un joven de 15 años, que recuperaron su libertad 48 horas después.

Los sujetos ordenaron a los retenidos que se presentaran nuevamente ante el grupo armado a los tres días, lo cual se han negado a cumplir.

Un nuevo hecho ocurrió el 11 de abril en la comunidad Puerto Emberá, donde fue privado de su libertad otro adulto indígena.

Murillo aseguró que la Defensoría "ha activado el mecanismo de búsqueda urgente" y ha requerido a las autoridades del Estado "para que se garantice la protección a la vida y otros derechos de estas personas".

"Esta situación es sostenida en los últimos meses en cuanto al incremento de miembros de estos grupos armados ilegales en los territorios étnicos", afirmó el representante de la Defensoría.

Aseguró que esos grupos armados mantienen una "disputa territorial" con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN).

Murillo sostuvo que los indígenas han manifestado temor por el riesgo de que haya explosivos en sus territorios.

"Tenemos gran preocupación porque los grupos armados ilegales (...) se están posicionando y fortaleciendo en número" en los territorios colectivos indígenas, aseveró el defensor y advirtió que esta situación "va generando un confinamiento, un desabastecimiento alimentario que eventualmente terminaría en desplazamiento masivo".

Según Murillo, estos hechos son "gravísimos" y consideró que se pueden presentarse "nuevos hechos de secuestros" por parte de estos grupos que buscan usar a los lugareños como "guías forzados" o someter a los menores a reclutamiento forzado.

"En el caso de las menores indígenas, por ejemplo, es gravísimo que un grupo armado ilegal de esta característica (tenga) a dos niñas. Eso es gravísimo, la afectación de género es terrible", denunció.