A nombre de la empresa Fernapez S.A.S, de propiedad de Fernando Rodríguez Mondragón, hijo de Gilberto Rodríguez Orejuela, se intentó enviar en septiembre del 2021 el mayor cargamento de aletas de tiburón que se ha decomisado en Colombia, el cual iba oculto entre un envío de 117 kilos de vejigas natatorias de pescado hacia Hong Kong.
En ese día de septiembre, las autoridades aeroportuarias encontraron 3.493 aletas de tiburón en el Aeropuerto El Dorado de Bogotá y que habían salido por encomienda desde el municipio de Roldanillo, en el norte del Valle del Cauca, donde se encontraba domiciliada la empresa del llamado ‘Hijo del Ajedrecista’, y lo que dio origen a su captura.
De acuerdo con una investigación realizada en alianza entre Mongabay Latam, Occrp y Armando Info, la Policía Nacional recibió una alerta de la misma empresa contratada para transportar el cargamento de aletas para que revisara los bultos que iban hacia la capital del país y que tenían como destino final el mercado asiático.
“Habían pasado seis meses desde que Colombia prohibiera por completo la pesca y comercialización de tiburones, en marzo del 2021, pero al abrir las cajas encontraron 3493 aletas de cinco especies de estos animales, todas amenazadas de extinción. Las aletas estaban procesadas y camufladas entre 117 kilos de vejigas natatorias, un órgano de los peces que les permite mantenerse a flote. Secado y procesado, ese producto, al igual que las aletas de tiburón, es vendido en el mercado asiático como una delicatessen”, señala la citada investigación.
Tras el decomiso, la Secretaría de Ambiente de Bogotá estimó que para obtener esa cantidad de aletas debieron haberse sacrificado entre 900 y 1000 tiburones. La alianza investigativa supo más tarde que al parecer las vejigas también estaban siendo traficadas “pues el exportador no contaba con permisos para su comercialización”.
El análisis de las aletas pudo determinar en el 60% de ellas que pertenecían a las especies de tiburón sedoso, tiburón martillo, tiburón zorro pelágico, tiburón tigre y tiburón toro, al parecer provenientes de Buenaventura, incluidos en la lista mundial de especies amenazadas y protegidas por la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (Cites).
“El cargamento, que según los documentos de la Fiscalía le pertenecía a Fernapez, permaneció tres semanas en Roldanillo, donde Rodríguez se había instalado en una vivienda del barrio Los Llanitos, y luego fue enviado a Bogotá. En este punto se suma a la historia el nombre de Luis Alberto Cardona Bonilla, el hombre que recogió la carga y que sería el encargado de despacharla hacia Hong Kong”, detalla la investigación liderada por la alianza entre Mongabay Latam, Occrp y Armando Info.
Cardona Bonilla intentó justificar el envío con un permiso vencido que había otorgado la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca, Aunap, a Fernapez S.A.S en el 2019 para comercio local de productos pesqueros, no para exportar. Desde entonces la investigación se inició para determinar a quién pertenecía el enorme cargamento ilegal.
“Uno sabía que trabajaban con pescado, pero lo que la gente dice es que no era para vender en Colombia sino para venderles a los chinos porque pagan más. Ahí trabajaban a puerta cerrada y solamente empacando”, dijo una mujer sobre el lugar en donde funcionó la Comercializadora Fernapez SAS, y del cual ella es vecina, mientras barría la calle frente a su casa en Roldanillo. Otros vecinos consultados por la alianza investigativa coincidieron con ella y aseguraron que les llamaba la atención que en la empresa no había trabajadores colombianos sino dos chinos.
El principal cliente de Fernapez en Hong Kong era la empresa Ho’S Import & Export Limited, que según registros oficiales, estaba ubicada en un edificio industrial en Tuen Mun, una zona remota de Hong Kong, con ventas cercanas a los dos millones de dólares entre diciembre del 2018 y septiembre del 2021. Al visitar el lugar, sin embargo, los periodistas de la alianza investigativa no encontraron ninguna empresa con ese nombre.
Encontró también la investigación que un mes después del decomiso de las aletas de tiburón en el aeropuerto de Bogotá, el hijo de Gilberto Rodríguez Orejuela vendió la casa donde operaba Fernapez S.A.S por $68 millones, “Así lo confirma el propio Rodríguez Mondragón, quien aseguró a esta alianza periodística que “la empresa quebró a raíz del problema”.
Información obtenida por El País de la base de datos del personal privado de la libertad que permanece bajo la custodia del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec), Fernando Rodríguez Mondragón, con código interno 1189703, fue aprehendido hace un mes y permanece en su residencia ubicada en el municipio de Roldanillo, luego de que un juez de control de garantías le concediera el beneficio de ‘detención domiciliaria’.