Las autoridades de Bogotá andan ‘atando cabos’ para encontrar posibles conexiones entre varios cadáveres que han aparecido en las últimas semanas en diferentes zonas de la capital de la República.

Aunque la Policía Metropolitana de Bogotá habla de cinco cadáveres relacionados con la actuación de organizaciones delincuenciales, especialmente dedicadas al narcotráfico, los cuerpos hallados en bolsas en el último mes se acercan a una decena y no se descarta que otros más de ellos estén relacionados con los que estas bandas criminales.

Según las autoridades, las similitudes en los crímenes indican que se trata de homicidios vinculados con las bandas de microtráfico, que tal como lo han advertido la Defensoría del Pueblo y expertos en temas de seguridad urbana, han aumentado significativamente su presencia en la capital en los últimos meses.

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Los casos

Los cadáveres arrojados en bolsas han venido apareciendo desde comienzos del mes de abril, aunque en un principio no era tan clara la conexión entre los crímenes.

El primer cadáver fue hallado el pasado 2 de abril, en el sector de Los Mártires. El hallazgo de un extraño paquete llamó la atención de los vecinos de la zona pues los atentados terroristas de los últimos meses en la capital les hicieron creer que se trataba de un paquete bomba. Incluso unidades antiexplosivos acudieron al lugar.

Sin embargo, minutos después se descubrió que era un cadáver envuelto entre bolsas y una lona blanca. La víctima era un hombre entre 30 y 35 años, muerto de un golpe en la cabeza.

Esa misma semana, en una zona deshabitada entre las localidades de Usme y San Cristobal, fueron hallados dos cuerpos, con impacto de arma de fuego en la cabeza y el pecho. Como se trataba de una zona despoblada, los cadáveres habían estado abandonados más de 12 horas antes de ser hallados.

El 11 de abril, en la Plaza España, en el centro de la ciudad, un reciclador encontró dos cuerpos más dentro de unas bolsas negras, amordazados y con signos de tortura. De acuerdo con la información recogida por el diario Q’hubo, las víctimas estaban bien vestidas y con ropa limpia.

Cinco días después, el jueves santo, fue arrojado otro cadáver sobre la avenida NQS con calle 26. Trabajadores de aseo lo encontraron mientras realizaban labores de limpieza. El cadáver tenía señales de tortura y heridas con arma cortopunzante. Ya había indicios de que el caso podía estar relacionado con los otros cadáveres encontrados en la Plaza España.

Y al día siguiente, el viernes santo, en una zona boscosa del sector de San Cristóbal apareció un cuerpo incinerado. Según los testigos, el hombre habría sido llevado a la zona, en donde sus asesinos le rociaron gasolina y le prendieron fuego.

La explicación de las autoridades

El comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, general Eliécer Camacho, señaló que “podría tratarse de retaliaciones por parte de grupos criminales dedicados al tráfico de estupefacientes”.

Aunque el general precisó que para la Policía se trata solo de cuatro casos, con cinco cadáveres, los que están relacionados con estos hechos, no descartó que otros puedan estar vinculados con ellos.

“Hemos ubicado cuerpos sin vida en diferentes localidades. Estos hechos son materia de investigación, pero no hemos podido ubicar nexos entre ellos y por lo tanto continuamos con la investigación correspondiente para esclarecer y determinar que no se trata de una misma organización delincuencial”, manifestó.

Aunque Camacho destacó que en 2022 van 15 homicidios menos que en el mismo periodo del año pasado y ya hay 143 capturas relacionadas con estos crímenes, la Defensoría del Pueblo y organizaciones sociales han advertido sobre el crecimiento de la presencia de organizaciones criminales en la ciudad.

“La violencia en Bogotá ha aumentado enormemente y los indicadores lo demuestran. La seguridad en la ciudad se ha deteriorado y este tipo de violencia es alarmante porque va más allá de la delincuencia común. Está atada a organizaciones criminales, sobre todo dedicadas al narcotráfico.

Es la forma como estas organizaciones mandan un mensaje a las otras organizaciones con las que están disputando el territorio”, afirmó Andrés Macías, investigador del Centro de Investigaciones y Proyectos Especiales (CIPE), de la Universidad Externado.