En el departamento de Nariño, las autoridades de las Fuerzas Armadas de Colombia ubicaron y, posteriormente, destruyeron diez laboratorios usados para el procesamiento de cocaína, en la zona rural cercana a Tumaco, Mosquera, Olaya Herrera y Santa Bárbara de Iscuandé.

Ocho de estos laboratorios, los cuales pertenecían a La Segunda Marquetalia y el Comando Coordinador de Occidente, eran usados para el procesamiento de pasta base de coca, y los dos restantes en el procesamiento de clorhidrato de cocaína.

En los diferentes operativos conjuntos de la Armada Nacional, se destruyen estos laboratorios con el fin de frenar la producción de cocaína

En medio de la operación, adelantada por tropas de la Armada Nacional en los ríos del departamento de Nariño, se incautaron 105 kilos de clorhidrato de cocaína, 657 kilos de pasta base de coca y cerca de cuatro toneladas de hoja de coca procesada.

Asimismo, se hallaron cerca de 5.500 kilogramos de insumos sólidos para la producción de la pasta base, entre ellos hojas de coca secas, cemento, cal, carbón activo, sulfato de sodio, y más de 8.500 galones de base de coca líquida, ACPM, gasolina, acetona, thinner y amoniaco.

Los diez laboratorios destruidos tenían capacidad para producir más de 3.5 toneladas de pasta base de coca mensuales y estaban avaluados en 2.000 millones de pesos.

Teniendo en cuenta que en Colombia un kilo de cocaína cuesta aproximadamente 1.490 dólares, estos laboratorios podían mover unos 5.000 millones pesos cada mes.

Se estima que estos laboratorios estarían avaluados en 2000 millones de pesos. | Foto: COLPRENSA ©

De igual forma, en estos lugares se halló material de guerra, instrumentos para la fabricación del clorhidrato de cocaína, dos embarcaciones artesanales, equipos de comunicaciones, víveres y utensilios de cocina.

Este material, que pertenecería a las disidencias de la ‘Segunda Marquetalia’ y ‘Comando Coordinador de Occidente’, fue destruido de manera controlada, cumpliendo con los protocolos establecidos para este tipo de procedimientos.

En lo corrido del 2023, las Fuerzas Armadas han incautado 437 artefactos explosivos en la costa Pacífica del departamento de Nariño, los cuales tienen propósitos terroristas que ponen en riesgo la integridad y bienestar de la comunidad.

¿La producción de fentanilo en Colombia tiene en crisis el negocio de la coca?

Varios campesinos han expresado que actualmente la economía de la droga está en crisis, debido a que muchos no encuentran quién les pague por los terrones de pasta de coca que siembran en sus territorios.

Algunos, han contado que cultivar dos hectáreas de la planta base de la cocaína podría costar unos 660 dólares, pero que con suerte podrán recuperar 154 dólares como parte de un fenómeno sin precedentes de bajos precios y pocos clientes.

El auge de los opiáceos sintéticos como el fentanilo, la sobreproducción de coca y golpes a los carteles son algunas de las hipótesis de expertos, cultivadores y autoridades ante el aparente desplome de la llamada “bonanza cocalera” de Colombia, el principal productor mundial de cocaína.

Las finanzas de al menos 250.000 familias dependen de ese sembradío, es decir, el 1,5% de los 50 millones de colombianos, según cifras oficiales.

Un trabajador rocía soda caucásica sobre agua con alcaloide de coca en un "laboratorio" donde las hojas de coca se procesan en pasta de coca | Foto: (c) Copyright 2023, dpa (www.dpa.de). Alle Rechte vorbehalten

La economía cayó

La crisis se extiende por el litoral Pacífico colombiano. En esta región empobrecida y dominada por disidentes de la guerrilla Farc que se apartaron del acuerdo de paz de 2016 está sembrado el 44% de las 204.000 hectáreas de narcocultivos de Colombia, según el último balance de Naciones Unidas (2021).

Las autoridades intentan encontrar respuestas a una contradicción. Colombia rompió récord de hectáreas sembradas de coca hace dos años, pero en el inicio de 2023 los recolectores pasan penurias. El presidente Petro incluso ha llegado a asegurar que la devaluación de la moneda local se debe en parte a la falta de circulación de dólares procedentes del narcotráfico. Según la Comisión Global de Política de Drogas, los dineros de la mafia representaban del 2 al 3% del PIB.