En diálogo con El País, el nuevo director del Inpec, coronel Daniel Gutiérrez, explicó cómo fue el atentado que sufrió esta semana cuando en un desayuno sorpresa iba oculta una granada. El uniformado explica quiénes estarían detrás de estos hechos y cómo avanzan las investigaciones.

Además, entregó un balance de su gestión desde que tomó el cargo hace cuatro meses y se refirió a la propuesta de MinJusticia respecto a dejar en libertad a algunos detenidos.

¿Como llegó esta granada hasta el séptimo piso del Inpec?

Existe un control en el primer piso que a toda vista falló porque seguramente se confiaron de que iba dirigido a uno de mis asistentes, que es el asesor de despachos, y a nombre de su esposa. Allí falla la comunicación, seguramente la confianza permitió que se subiera, pero cuando el asistente confirma con su familia que no le han enviado nada, activamos protocolos, pero este artefacto ya estaba en el séptimo piso.

¿Cuál es el protocolo que hay cuando llega un paquete a su oficina?

El protocolo inicia cuando llega cualquier elemento o encomienda, inclusive personas que llegan a la entrada general tienen que anunciar a qué piso van, a quién van a visitar y presentar un documento de identificación. La idea tampoco es estar abierto mucho al público para no vulnerar la seguridad.

¿Qué medidas han tomado tras este ataque con la granada?

Lo primero que hemos hecho, de la mano con la Fiscalía, es asignar una fiscal para la investigación. La Policía, el Gaula y la Dijín también están recolectando información. Adicionalmente reforzamos las medidas en el primer piso, estamos revisando cuál fue la falla, tomar medidas frente a eso y continuar en la tarea y haciendo las cosas bien.

¿Usted descarta que haya complicidad de algún funcionario del Inpec para este atentado?

Hay que esperar a ver lo que arrojan las investigaciones. En este momento hay muchas hipótesis pero también ha llegado mucha información de los privados de la libertad, de personas de los sindicatos, funcionarios y de la ciudadanía, entonces hay hipótesis de todo tipo. No nos podemos adelantar a generar algún tipo de juicio ante esto.

¿A qué se debería este ataque?

Hemos hechos muchos operativos dentro de distintas cárceles del país, el pabellón de los extraditables lo intervenimos. Además, hemos realizado muchos traslados a raíz de las extorsiones, de las fiestas, de los excesos, de todas estas situaciones que se han presentado en el interior de los centros. Son medidas contundentes y creemos que es una represalia a raíz de esto.

Lea además: Valentina Trespalacios: en EE.UU investigan por qué John Poulos tenía tanto dinero en efectivo

También están afectados los corruptos que cobran todo, entonces seguramente se debe a algunas de estas acciones.

¿Por qué cree que son represalias tras estos operativos dentro de las cárceles?

Dentro del desayuno, además de la granada, había una carta que en su interior manifestaba que el ataque era de una organización llamada ‘Mago’, que sus siglas corresponden a Muerte a Guardianes Opresores.

¿Cuáles han sido los principales operativos contra la corrupción que ustedes han hecho en el último trimestre?

Hemos iniciado investigaciones con la Fiscalía, esta entidad capturó a unos funcionarios en La Modelo, además de esto, estamos haciendo operativos constantes en todas las cárceles de Colombia, un ejemplo es la de Cómbita, Boyacá. En la que más fuerte hemos actuado es en La Picota, que es el establecimiento más importante de todo el país.


Respecto al borrador del proyecto anunciado por MinJusticia sobre que algunos presos puedan salir de las cárceles a trabajar, ¿ tiene el Inpec el personal y la capacidad para asegurar que los privados de la libertad no se escapen?

Estamos trabajando constantemente con el Ministerio de Justicia para ver cómo ese proyecto se puede materializar. De hecho, tenemos el 9 de febrero una audiencia en el Congreso para poder empezar a trazar esas líneas, mirar capacidades y la idea es que esto salga bien porque es una gran propuesta para el país.

¿Cómo va el proceso de deshacinamiento en las cárceles?

En el Inpec tenemos un hacinamiento de alrededor del 20.5% estamos en la media que todavía podemos sostener. El hacinamiento fuerte está en las estaciones de Policía y en las URI que sobrepasa el 170%, entonces estamos trabajando articuladamente con la Policía, la Fiscalía y con los entes sectoriales para no trasladar el hacinamiento al Inpec, pero sí comenzar a deshacinarlos a ellos y buscar un punto de equilibrio.

¿Qué pasó con el pabellón de la cárcel de Tuluá que se quemó en el incendio en junio pasado?

El pabellón está clausurado por orden de la Procuraduría. Están avanzando en las investigaciones para determinar los autores y demás frente a los hechos que pasaron el año pasado. Muchos de estos presos fueron trasladados y también hubo cambios en los guardias. Hemos realizado varias acciones.

¿Cómo va la lucha contra la corrupción en la entidad?

Vamos bien, hemos creado un observatorio de derechos humanos, entonces a partir de ahí están llegando muchísimas denuncias, quejas y a raíz de eso se creó una unidad investigativa especial que está trabajando de la mano con la Fiscalía. Tenemos actualmente cuatro fiscales trabajando de la mano con nuestros hombres y mujeres de la Policía Judicial del Inpec, entonces eso ha permitido empezar a detectar unas famosas ‘líneas’, que son redes de narcotráfico, de comida, de las visitas, ingreso de celulares. Cada estructura se denomina como una línea de la corrupción al interior de las cárceles.

¿Cuál es el balance de su gestión en este tiempo que lleva?

Hemos avanzado en el diagnóstico de todas las fallas o malas prácticas dentro del Inpec. Esto nos permitió crear el observatorio de derechos humanos y la unidad investigativa para atacar de frente y de manera más focalizada los problemas de corrupción. También la tarea de la humanización de las cárceles, aquí es muy importante las visitas a los centros para poder determinar las necesidades de los privados y poder establecer la forma en que podemos ayudar a esas personas que necesitan ciertas cosas dentro de las cárceles en términos de humanización y dignificación. También mostrar y dignificar el trabajo de los guardianes porque no todos son corruptos, hay muchísimos guardianes que hacen las cosas bien, entonces estamos enmarcados en varias líneas: humanización, dignificación y la lucha contra la corrupción.

¿Cuál es el mayor reto que tiene dentro del Inpec?

El mayor reto es acabar con la corrupción, entregarle a la sociedad unas mejores personas que hayan pasado por el Inpec, es decir, que si entró analfabeta pueda salir al menos como bachiller y terminar con las famosas escuelas del crimen dentro de las cárceles, por el contrario, que la gente salga resocializada y tenga una buena reinserción social.

¿Cuál es la meta para este año?

Humanizar las cárceles, dignificar a las personas que están privadas de la libertad, a nuestros funcionarios queremos que se les reconozca su trabajo, resocializar, estar alineados frente a las políticas del Gobierno y la Paz Total y, ojalá, acabar con la corrupción, esa es nuestra gran meta.