Uno de los avances tecnológicos que poseen las autoridades para fortalecer las diferentes investigaciones criminales urbanas y rurales que se presentan en Cali son los drones. Estos aparatos apoyan las diferentes operaciones tácticas, de prevención y recolección de información que desarrolla la fuerza pública.

La utilidad de los drones puede variar. Algunos pueden grabar en audio y video y llegar a grandes alturas. De acuerdo con el director de la Fiscalía Seccional Cali, Jhon Freddy Encinales Lota, estos dispositivos logran captar información de gran calidad que facilita los procesos de prevención, captura, judicialización e investigación que se llevan a cabo al interior de la Policía, la Fiscalía, la Armada Nacional y la Fuerza Aérea.

Según el politólogo, especialista en Seguridad y Terrorismo, Gustavo Orozco Lince, estos dispositivos “son importantes para fortalecer las capacidades de la Fuerza Pública, en términos de adelantarse a los resultados y no exponer a los hombres. Son elementos con los que se puede anticipar, pueden ser una herramienta útil de vigilancia por un costo inferior a los helicópteros, por ejemplo”, precisa el experto.

En el caso de la Policía Metropolitana de Cali, hay un grupo especializado en este tipo de operaciones con drones, el equipo Siart (Sistemas Aéreos Remotamente Tripulados) que funciona desde hace cinco años en la Policía Nacional, y específicamente en esta ciudad, hace 18 meses.

Como lo expresa el subintendente de la Policía Metropolitana de Cali, Iván Girón, este grupo especializado se encarga de apoyar las patrullas, la seguridad ciudadana, las patrullas del modelo nacional de vigilancia por cuadrantes y las especialidades como Sijín (Seccionales de Investigación Criminal), Sipol (Seccional de Inteligencia Policial) y el Gaula (Grupos de Acción Unificada por la Libertad Personal).

Los equipos Siart, por ejemplo, “podemos llegar a lugares donde los terrenos son quebrados, donde una camioneta o motocicleta de la Policía no puede llegar, o a un uniformado se le dificulte, como a un cerro tutelar de la ciudad’, asegura el subintendente Girón.

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Esta es una de las principales ventajas del dispositivo, pues como lo asegura Encinales, “permite identificar las personas, los lugares, saber cómo se realizan las actividades delincuenciales. Por ejemplo, cómo se trafican estupefacientes a gran altura, y no necesitamos a una persona que realice el seguimiento, lo hacemos con mayor seguridad y evitando que el funcionario se arriesgue’”, comenta el director de la Fiscalía Seccional Cali.

Además, estos aparatos tecnológicos ofrecen la posibilidad de “conocer en tiempo real lo que está sucediendo en determinados lugares que están siendo vigilados, a diferencia de tener personal en zonas rurales o urbanas”, explica Encinales.

Recientemente, según Encinales, “en una operación que hicimos en Palmira desarticulamos una organización de casi cinco cabecillas dedicados a la extorsión, al desplazamiento y al porte ilegal de armas. Se usaron los drones para el seguimiento de sus actos delictivos hasta la judicialización. Se camuflaban en inmuebles y tenían ‘campaneros’, personas que les avisaban cuando llegaban las autoridades’’.

De esta manera el director de la Fiscalía Seccional Cali, Jhon Freddy Encinales, resalta cómo el uso de drones es un mecanismo que apoya hace aproximadamente quince años las diferentes operaciones que se desarrollan al interior de la Fiscalía.

Y casos hay muchos que contar. Como el ocurrido a inicios de agosto, cuando las autoridades lograron capturar y judicializar a un hombre identificado como Yinier Alberto Urrutia, alias el Búho, quien habría abusado sexualmente de diez mujeres, entre ellas a una niña de 13 años y que, además, estaría asociado con cerca de 44 casos de hurto en Cali.

Esta labor de investigación por parte del CTI (Cuerpo Técnico de Investigación) se llevó a cabo mediante seguimientos con drones, específicamente en la zona del Jarillón del Río Meléndez. Gracias a la información recolectada por los dispositivos se logra identificar su forma de delinquir y cuáles eran sus recorridos alrededor de la zona.

Finalmente, las autoridades lograron dar con la captura de Urrutia Caicedo, a quien el juez le impuso medida de aseguramiento luego de avalar los cargos y pruebas de la Fiscalía.

Como este, cada vez hay más casos de éxito donde el uso de drones es fundamental, ya que existe la posibilidad de ver al presunto delincuente en flagrancia, lo cual aporta argumentos de peso a la investigación y posterior judicialización.

Ayuda frente a la justicia

También en términos judiciales los drones son funcionales. “Cada vez usamos más tecnología y necesitamos menos testigos o testimonios, el proceso penal se mueve ahora por tecnología. El dron es uno de los elementos que utilizamos para efectos de la judicialización de quienes cometen hechos delictivos” ya que, agrega Encinales, “las fotografías y videos son amplias y tienen la capacidad demostrativa de hacer que se judicialice una persona y se condene. Ese elemento probatorio es mejor que un testimonio, porque se está viendo a la persona cometiendo el hecho, es ciento por ciento confiable”, asegura el funcionario.

A pesar del provecho que se obtiene de estos elementos en la actualidad, Orozco Lince asegura que la fuerza pública y las autoridades están usando drones muy pequeños que no logran el fin, no cubren las capacidades de la Fuerza Pública, porque necesitan un operario que esté en tiempo real volándolo y vigilando el video; podemos ver y vigilar, pero no hay un valor agregado, ya que este tipo de drones no tienen un software de inteligencia artificial, comenta.

Además, cabe resaltar que hay drones que cuentan con tecnología más avanzada para “autónomamente, detectar patrones y tendencias que alerten a la fuerza pública, sin necesidad de tener a alguien viendo segundo a segundo qué está pasando, envían alertas inteligentes”, puntualiza el experto en seguridad, quien complementa que algunos drones poseen la capacidad de alertar sobre movimientos extraños en tiempo real, mediante sensores (térmicos o infrarrojos, por ejemplo), que componen el dispositivo.

De la misma forma, el experto sugiere que se puede explorar el campo tecnológico y “suplir las necesidades que tenemos (en Cali), dada la ausencia de helicópteros para hacer patrullaje y persecuciones a delincuentes en fuga, solamente tenemos el Halcón. Necesitamos drones más avanzados, que vuelen a una baja altura, no emitan tanto sonido y sean casi indetectables, con una capacidad de sensores mayor y más variada que únicamente video; con la capacidad de operar día y noche”, sostiene Orozco Lince, respecto al costo de estos elementos que cada vez son más usados en términos de seguridad e inteligencia.

Por su parte, Encinales asegura que los drones que disponen en esta entidad pueden costar “desde 5 millones hasta $80 millones, dependiendo la especialidad. Hay drones de audio y video; de diversas escalas de video, infrarrojo, en tiempo real; también el lanzamiento y la capacidad de vuelo influyen; pero todos tienen una funcionalidad para la Fiscalía”.

Los dispositivos que usan mayoritariamente en la Policía son marca DJI de referencia Matrice 210 v2, los cuales cuentan con un zoom que permite hacer acercamientos de casi 1 km de distancia, a una altura de vuelo de casi 500 metros.

De acuerdo con el subintendente de la Policía, Iván Giron, la Gobernación del Valle del Cauca entregó una serie de drones hace aproximadamente un año. La inversión fue de casi $2500 millones.

Cuidado de los drones

Los aparatos reciben mantenimiento preventivo cada 50 horas de vuelo y cada 100 o 150 horas un mantenimiento profundo, que está a cargo de los técnicos de la entidad que se cercioran de que el dron funcione adecuadamente.

Quienes manejan estos aparatos deben estar capacitados y certificados para hacerlo, pues mediante su uso, se invade el espacio aéreo.