“Mi proveedor era una chica de 16 años. Yo la contactaba por WhatsApp y ella, a su vez, llamaba a su proveedor y de ahí el señor contactaba a otro... Todo era una red, una cadena. Yo no podía saber quién me conseguía lo que consumía. Bueno, eso es específicamente hablando del ‘perico’ (cocaína), porque la venta de ‘weed’ (marihuana) es más relajada”.

Así es como Kelly recuerda la forma en la que se proveía de sustancias psicoactivas, que dejó de consumir hace poco, cuando tenía 20 años. La joven, que vive en Cali, agrega: “Mi proveedora era de las que se conseguía tres bolsas de ‘perico’ (las pequeñas de cierre hermético) y al otro día ya no tenía nada. Cada una costaba $8000, pero si le comprábamos tres o más, las dejaba a $5000”.

Ciertos delitos migran cada vez más a las redes sociales e Internet, y la venta de estupefacientes no es ajena esta realidad. Nazly Borrero Vásquez, especialista en seguridad en delitos informáticos, explicó que este negocio ilícito tiene más presencia en la Deep Web (Internet oculta), que es donde se encuentran aquellos contenidos que no toman los motores de búsquedas convencionales, como Google, por lo que se necesita cierta pericia para navegar en ella por medio de links ocultos.

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“Funciona a nivel internacional, por lo que tú puedes encontrar el listado de ‘dealers’ (proveedores) que tú quieras. Hay páginas que hasta ofrecen descuentos en determinados días. Pero estos ‘dealers’ son muy selectivos con sus clientes, porque lo que primero te investigan por medio de la ‘Deep Weeb’ es quién eres, en qué país estás, etc., todo con el propósito de saber si estás involucrado con las autoridades o, sencillamente, eres un infiltrado. Ese es el tipo de transacción informativa que se maneja en esa modalidad”, detalló Borrero Vásquez.

De acuerdo con la experta, si bien algunos proveedores se sirven de peritos informáticos para saber cómo navegar y vender las sustancias ilícitas en la red, otros ya cuentan con más conocimiento para trabajar por su cuenta. A esto se suma que gran parte de las transacciones de dinero -sino todas- se hacen por medio del bitcoin, una especie de moneda digital que permite hacer pagos anónimos.

En cuanto a la distribución, agregó Borrero Vásquez, estas suelen realizarse bajo plataformas de transporte especial, que son menos evidentes que el típico jíbaro que va a la puerta del cliente o viceversa. “La gente busca los ‘dealers’ más cercanos en términos internacionales. Por ejemplo, aquí en Cali, uno podría contactar a alguien de hasta Centroamérica para comprar ciertas cantidades”, anotó.

Sin embargo, un oficial de la Unidad de Delincuencia Organizada de la Policía Metropolitana de Cali, cuyo nombre prefirió reservarse por seguridad, afirmó que no ha habido investigaciones que determinen que a la ciudad lleguen los tentáculos de redes internacionales como las de la ‘Deep Web’.

“Las redes sociales que más utilizan para el expendio de drogas son grupos de Facebook y WhatsApp. En algunos funciona por medio de clientes que agregan a otros de confianza y así sucesivamente. Esto hace difícil la infiltración como agente encubierto”, aclaró el policía.

Según el miembro de la Unidad de Delincuencia Organizada, los clientes principales de estas bandas de microtráfico son, por lo general, universitarios o estudiantes de grados décimo y once. Los productos que más compran estos son marihuana ‘creppy’, que en ocasiones tiene sabor a chocolate o caramelo.

Hace dos años, en mayo, se destacó el caso de un hombre de 28 años y su madre de 58 años que comercializaban productos de panadería elaborados con marihuana, como pasteles y brownies, productos que vendían a estudiantes de colegios y universidades de la capital vallecaucana. Cuando fueron capturados, se descubrió que ambos fomentaban el consumo de esta sustancia a través de la promoción de los mismos en Instagram y Facebook.

“Pero, en realidad, lo que más se distribuye en redes sociales es la droga sintética. Por ejemplo, se encuentra el 2CB (polvo de colores que se inhala por la nariz), en diferentes precios, pero también hay otras sintéticas que oscilan entre los $40.000 y $80.000, entonces uno encuentra que hay jóvenes que pertenecen a familias más o menos acomodadas para poder comprar esto”, precisó el oficial, quien indicó que en lo corrido del 2019 al menos diez personas han sido capturadas por comercializar alucinógenos en redes sociales.

Aunque el tráfico es bastante reservado en Facebook y WhatsApp, es mucho más abierto en otras aplicaciones móviles creadas para conocer personas en línea, similares a Tinder.

El uso de emojis como una especie de encriptación para referirse a cierto tipos de drogas (ver gráficos del costado derecho) es muy usado en estas redes sociales, pues genera confianza entre los escenarios.

Un periodista de este diario que ingresó a una de estas redes sociales, evidenció que algunos usuarios eran muy evidentes en la búsqueda y oferta de sustancias psicoactivas. Algunos tenían nombres como ‘¿Quién tiene dulces (con emoji de caramelo)?’ o ‘Venta de marihuana (con emoji de hoja de arce)’. Por ejemplo, cuando se le preguntó a un vendedor a qué hacía referencia el emoji de la llave, aquel cerró la conversación de inmediato.

Ojo a las redes sociales de sus hijos

“Debemos involucrarnos en la vida de nuestros hijos. Y con esto me refiero estar enterados en dónde están cuando se encuentran por fuera de casa, qué programas de televisión ven y a qué tipo de páginas acceden”. Este el principal consejo que Ángela María Claro Gálvez, directora de Incidencia de Red Papaz, da para prevenir el consumo de drogas en menores de edad.

La mujer agregó que es importante tener en cuenta que, dependiendo de la de edad del hijo, el computador debe estar a la vista, en un espacio abierto. Además, debe haber un uso muy juicioso del celular en horas de la noche.

“No es imperativo, pero sí es deseable. Y los padres también necesitan dejar claro a sus hijos que no deben consumir estupefacientes, es decir, buscar un espacio y comunicárselo sin ambages pero con amor”, aseveró.

Más de la Deep Web

A pesar de que las autoridades estadounidenses han cerrado media docena de páginas de narcotráfico en línea en los últimos seis años, aún hay alrededor de 30 mercados ilegales operando, de acuerdo con DarknetLive, portal especializado en el Internet profundo.

Es decir, el cierre de estas páginas ilegales no garantiza la finalización del comercio de sustancias psicoactivas en la red. Al menos así lo señala una investigación del The New York Times.

El artículo indica: “Los mercados del internet oscuro se consideran uno de los principales medios para obtener fentanilo y otros opioides sintéticos. Esas drogas a menudo se producen en China y son enviadas a los usuarios del internet oscuro”.

El Wall Street Market, el Valhalla o la ‘legendaria’ Silk Road son algunos de los portales detenidos por las autoridades internacionales.