Ubicado sobre la Cordillera Occidental, a 2300 metros sobre el nivel del mar, el Batallón de Alta Montaña N° 3, ‘Rodrigo Lloreda Caicedo’, se ha convertido en una fortaleza para los Farallones de Cali, pero también para los municipios de Jamundí, Dagua, La Cumbre y el puerto de Buenaventura.

Desde su llegada, un 5 de mayo de 2003, estos cinco municipios han tenido un respiro frente al accionar de las organizaciones criminales dedicadas al narcotráfico y delitos conexos como la extorsión y el secuestro, pero también a la minería ilegal, especialmente en el Parque Nacional Natural Farallones de Cali, el área protegida más grande del Valle del Cauca, donde se conservan más de 540 especies de aves y nacen más de 30 ríos que abastecen al suroccidente colombiano. Sin embargo, estos sectores eran utilizados como corredores estratégicos de movilidad por grupos alzados en armas como las cuadrillas 30, Sexta y la Arturo Ruiz de la extinta guerrilla de las Farc, así como el Frente José María Becerra del ELN y las Autodefensas.

El Batallón de Alta Montaña garantiza la seguridad de las comunidades

Entonces llegaría el punto de quiebre, que marcaría un antes y un después en la historia reciente del Valle del Cauca, con los tristemente célebres secuestros de La María y del kilómetro 18, orquestados por el ELN y el de los doce diputados del Valle agenciado por las Farc.

Esto hizo que muchos sectores reclamaran la atención del Gobierno Nacional para poner freno a estas acciones.

Fue así como llegó el Batallón de Alta Montaña N° 3, llamado Rodrigo Lloreda Caicedo en honor al exministro de Defensa caleño, que se construyó en la vereda El Diamante, corregimiento de Felidia, a 20 kilómetros de Cali.

La misión del batallón

Desde ese momento, soldados profesionales no solo se dieron a la tarea de recuperar la seguridad en estos municipios a lo largo de las 204.000 hectáreas que tiene de jurisdicción, sino también la confianza de los ciudadanos, mientras se alzaba como el guardián de los Farallones para contrarrestar la destrucción de los recursos naturales.

Pero, hace unos meses surgieron rumores de que esta guarnición militar no continuaría con su labor operacional.

Tropas del Batallón de Alta Montaña No. 3, Rodrigo Lloreda Caicedo, mantienen operativos en diferentes zonas rurales del Valle del Cauca. La Policía también hace lo mismo en toda la región.

Durante la conmemoración de los 20 años, el comandante de la Tercera Brigada, brigadier general William Fernando Prieto, no solo desmintió esta situación sino que además reafirmó el compromiso e informó a la comunidad que “este batallón tiene sus propias partidas y mantenimiento por parte del Ejército”.

No obstante, reconoció que necesitan el soporte de los alcaldes y de la Gobernación del Valle para continuar con las tareas, mejorar y desarrollar otras áreas y el bienestar del personal. “Pero no se va a ir, se va a expandir, va a extender su presencia a diferentes municipios. Después de 20 años es claro que se requieren hacer unas modificaciones estructurales y se van a hacer de acuerdo a lo que nuestro Ejército tenga previsto y de acuerdo a las diferentes necesidades que se están presentando de equipo y material que poco a poco se irá renovando”, subrayó el alto oficial.

Destacó que la unidad le ha dado tranquilidad al pueblo vallecaucano, principalmente en la zona rural de Cali, Dagua, La Cumbre, Jamundí y parte del Distrito de Buenaventura.

“En estos sectores ha cambiado, ha mutado la amenaza, pero el Batallón de Alta Montaña ha estado todo el tiempo ahí, haciendo la tarea. Soldados, hombres y mujeres, que están a lo largo de estos municipios, haciendo una tarea callada, silenciosa, pero efectiva y que seguirán haciéndolo por muchos años más con la proyección que le dé el Ejército Nacional”, afirmó el general Prieto.

Por su parte, el comandante del Batallón de Alta Montaña, subrayó que día a día “nos hemos venido fortaleciendo y desarrollando las diferentes acciones de control territorial a lo largo de nuestra área de operaciones. Es el compromiso de seguridad permanente que tenemos con toda la sociedad civil que se encuentra en estos sectores”.

Y agregó: “Quiero decirles a todos los pobladores de Dagua, La Cumbre, Jamundí y todo el área rural de Cali que este es su Batallón de Alta Montaña. Este batallón es de ustedes, nosotros, como lo menciona el General Prieto, somos pasajeros, son sus soldados, los soldados del Ejército Nacional que van a permanecer siempre aportando a la seguridad del territorio”.

Necesidades estructurales

El coronel Llano reconoció que el Batallón de Alta Montaña presenta un deterioro normal, teniendo en cuenta que fue construido hace 20 años de acuerdo a las necesidades de la época. Sin embargo, el paso del tiempo y las condiciones propias de la zona han ido pasando factura.

Si bien, comenta el coronel Llano, el Ejército ha hecho algunas asignaciones en el Batallón con las que se han logrado mantener, lo cierto es que se requieren unas estructuras más sólidas para el alojamiento de las tropas y un mayor número de baterías de baños, etc.

El Batallón de Alta Montaña fue construido con un sistema de búnkeres, - se estima que hay unos 25 – que son instalaciones de línea militar, los cuales fueron concebidos para generar supervivencia y protección a los soldados.

“Estos búnkeres hay que mejorarlos y fortalecerlos y, obviamente, de acuerdo a las situaciones cambiantes de la época hay que pensar en nuevas estructuras como las que se tienen en las ciudades”, expresó Llano.

Enfatizó que el batallón no se va, y que durante estos 20 años ha sido fundamental para la seguridad en los Farallones de Cali, ecosistema vital para la región.

Asimismo, insistió en que es de vital importancia teniendo en cuenta que presta seguridad desde la Cordillera Occidental y la vía al mar por donde se mueve el 60 % de las importaciones y exportaciones del país.

La presencia constante de tropas del Batallón de Alta Montaña No. 3, Rodrigo Lloreda Caicedo, sobre sectores aledaños a la vía al mar ha generado confianza al sector del transporte que mueve por este corredor cerca del 60% de todo el comercio internacional de Colombia.

A lo anterior se suma un componente social y ambiental a través del cual ha reforzado los lazos de confianza con las comunidades, generando desarrollo y velando por el cuidado del medio ambiente.

Por eso, como dijo el general Prieto, habrá Batallón de Alta Montaña, Dr Rodrigo Lloreda Caicedo, durante muchos años más. Así respiran tranquilos estos cinco municipios y especialmente los Farallones de Cali.