Los homicidios en la Comuna 15 no dan tregua. Entre el 1 de enero y el 24 de abril de 2023 se han registrado 46 asesinatos en esta zona del Oriente de la ciudad, lo que la convierte en la más violenta de Cali.
Según cifras del Observatorio de Seguridad, durante todas las semanas del año en la Comuna 15, donde están ubicados barrios como El Retiro, El Vallado, Llano Verde y Morichal de Comfandi, entre otros, se han registrado asesinatos.
Si se comparan los datos de este año con el mismo periodo de 2022, los registros arrojan que se han presentado 15 casos más. Pero el panorama es aún más preocupante si el comparativo se hace con el 2021, pues la diferencia es de 18 casos más.
“La Comuna 15 siempre ha sido una de las más violentas de Cali, de hecho en la última década es la que casi siempre ocupa el primer lugar en el número de homicidios”, dice Pablo Uribe, experto en seguridad, y añade que hay diferentes factores que hacen que esta sea una de las zonas más violentas de Cali.
“El primero de estos puntos es que hay diferentes grupos criminales que quieren controlar el territorio para vender droga: parques, callejones, espacios públicos y demás zonas donde se venden sustancias estupefacientes y los grupos criminales quieren controlar y monopolizar estas áreas para quedarse con las rentas ilícitas. Para lograr esto utilizan la violencia y por eso se producen tantos homicidios”, aseguró Uribe.
Solo el lunes 24 de abril fueron asesinadas dos personas en esta comuna, exactamente en los barrios Ciudad Córdoba y Comuneros I.
En Ciudad Córdoba la víctima fue un joven de 17 años que, aproximadamente a las 12:15 de la medianoche, se encontraba en un parque y fue lesionado en dos oportunidades con arma blanca. Inmediatamente fue trasladado al Hospital Carlos Holmes Trujillo, pero falleció por la gravedad de las heridas.
El otro caso ocurrió a plena luz del día. A las 10:30 de la mañana, en el asentamiento conocido como Haití, perteneciente al barrio Los Comuneros I, fue asesinado con arma de fuego un hombre de 42 años.
Según información entregada por la Policía a El País, el responsable de este homicidio sería alias Guerrillero, un integrante de las disidencias de las Farc que hace presencia en el sector y los móviles del crimen serían retaliaciones entre grupos delincuenciales por el territorio.
Estos hechos de ayer coinciden con lo que manifiesta Pablo Uribe, quien sostiene que en este sector de Cali hay un vacío institucional muy fuerte y “delincuentes intentan llenar este vacío con violencia”.
“Conozco que en algunos lugares los delincuentes les cobran un impuesto a las personas que viven en las invasiones, todo esto a cambio de no sacarlas de allí y, como el Estado no está presente, aceptan y les pagan. Cuando una persona no les hace caso, lo que hacen estos bandidos es matar, extorsionar y agredir, situación que se traduce en homicidios”, sostiene el experto en seguridad.
Andrés Galindo, también analista en seguridad, dice que este lugar “es una comuna que tiene varios indicadores que la ponen en el top de vulnerabilidad: hacinamiento, pobreza, desempleo, exclusión socio demográfica y presencia de población desplazada. Eso, por supuesto, se convierte en un entorno generoso para la violencia y el crimen. Son factores estructurales que inciden en el comportamiento de la violencia”.
¿Qué hacer para reducir la violencia?
Según los expertos, es clave desarticular estos grupos que quieren controlar la comuna para vender drogas porque esta dinámica no se puede permitir. La desarticulación debe ser mucho más agresiva y no dejar a unos cuantos integrantes de bandas libres porque esos que quedan, vuelven y forman estructuras criminales.
“Si realmente se realizara un trabajo de inteligencia y se ejecutaran allanamientos, las cosas mejorarían. Lo que están haciendo actualmente es ubicar unos conos y hacer un simple puesto de control donde no verifican el chasis de las motos ni los carros. Hay que hacer una intervención y colocar policía de civil, redadas, planes y demás. Si contáramos con una Policía eficiente se capturarían a varios homicidas, se evitaría mucha delincuencia y casos de homicidio”, afirmó Héctor Herrera, exuniformado.
“La intermitencia de programas estatales de apoyo a jóvenes vulnerables, por ejemplo, así como un desajuste entre los objetivos que buscan los programas públicos y las necesidades reales de la población, son preocupantes. Por ejemplo, en materia de empleabilidad no se hace mucho con la población de la Comuna 15. Es fundamental alinear los programas sociales con las necesidades identificadas. Mientras eso no ocurra, seguiremos un paso atrás en responder a las causas estructurales de la violencia”, recomendó Galindo.
Con este punto de vista coincide Pablo Uribe, ya que según él una de las cosas que más afectó a la Comuna 15 fue la descontinuación de todos los programas sociales que intervenían a jóvenes de alto riesgo. Se hacían muchas actividades de prevención social de la violencia que nos ayudaron a disminuir bastante los homicidios, pero con la llegada al poder de Jorge Iván Ospina acabaron con todos estos programas sin hacer un estudio sobre qué estaba funcionando bien y que no.