En las últimas horas, los integrantes del Comité Internacional de la Cruz Roja, Cicr, confirmaron que recibió en zona rural del norte del Cauca a dos jóvenes que estaban en poder del Frente Jaime Martínez de las Antiguas Farc-EP actualmente no acogidas al Acuerdo de Paz.
De acuerdo con la organización humanitaria, al culminar la liberación, los dos jóvenes fueron trasladados en un vehículo del Cicr a otra zona de la región para llevarles a un entorno seguro. Después se reencontraron con sus seres queridos.
“Nuestra labor tiene el propósito estrictamente humanitario de mitigar los efectos de los conflictos armados y la violencia. El rol que desempeñamos en las liberaciones se centra en hacer todo lo posible para que las personas que se encuentran en poder de grupos armados puedan reestablecer el contacto con sus seres queridos. Esto ayuda a aliviar el sufrimiento y la incertidumbre que experimentan las familias en este tipo de situaciones. El CICR seguirá ofreciendo sus buenos oficios para actuar como intermediario neutral en cuestiones humanitarias”, mencionó Juan Carlos Carrera, jefe de la subdelegación del Cicr en Cali.
Esta acción humanitaria se dio en medio de los intensos combates que registran en esta parte del país entre este grupo armado al margen de la ley, la fuerza pública y otras organizaciones armadas ilegales, las cuales se disputan militarmente el control de municipios como Santander de Quilichao, Toribío, Caldono, Corinto, entre otros.
De hecho, en la mañana de este viernes 27 de septiembre se registró la instalación de un cilindro y una bandera alusiva al ELN cerca a una escuela del barrio Bello Horizonte de Santander de Quilichao, causando mucho entre la población civil.
“El Cicr recuerda a todas las partes de los conflictos armados la necesidad y la importancia de respetar y acatar el derecho internacional humanitario, DIH, que protege principalmente a la población civil y a quienes han dejado de participar en las hostilidades”, agregó la entidad humanitaria.
También hay reporte de familias indígenas confinadas en las zonas rurales de los municipios de Silvia y Totoró, en el centro del departamento, a raíz de los intensos combates entre el frente disidente Dagoberto Ramos de las Farc y el Ejército Nacional, situación que ya va a completar dos días.