La familia de Alison Villegas dice que están viviendo una carrera contra el tiempo porque necesitan reunir $25 millones lo más pronto posible debido a que el cuerpo de la joven, de 23 años, está en una morgue a 3900 kilómetros de distancia de Cali, en una población llamada El Desaguadero, ubicada en Perú, justo en la frontera con Bolivia.
Alison decidió viajar por tierra desde Colombia hasta Chile, país en el que era esperada por su pareja sentimental con quien ya tenía más de cuatro años de relación. La larga travesía inició a finales de septiembre pasado, sin embargo, cuando ya había realizado casi el 70 % de su recorrido su familia sostiene que la joven fue asaltada y por razones aún desconocidas, al parecer se vio involucrada en una riña, por lo que terminó detenida en una estación de Policía de El Desaguadero, una población de solo 8500 habitantes.
El pasado sábado 5 de octubre, la tía de Alison recibió una llamada en la que las autoridades de Perú le informaron que habían encontrado muerta a su sobrina en la celda donde se encontraba detenida. Al parecer la joven se habría ahorcado producto de la desesperación.
“Alison es una niña que desde pequeña pasó por muchas dificultades ya que su mamá murió asesinada. Ella quedó dependiendo de su papá, pero él es un nómada que anda de pueblo en pueblo y de ciudad en ciudad por lo que cuando él ya vio que ella necesitaba educación se la entregó a la abuela y ella a los 8 años la entregó a Bienestar Familiar”, relató, en diálogo con El País, Yeraldin Villegas, hermana mayor de Alison.
Yeraldin cuenta que su hermana emprendió el viaje a Chile porque estaba sin trabajo y no había recibido ofertas en Cali y tampoco en Yumbo, ciudad en la que residía en el barrio La Ceiba. Por lo general ella atendía locales comerciales o arreglaba uñas.
“El novio de Alison había viajado a Chile desde hace aproximadamente 6 meses y ya estaba trabajando. Siempre la idea que ellos tenían era poder estar juntos para seguir con los proyectos que tenían planeados porque querían construir un futuro. Tenían muchas metas y por eso su esposo le insistió que viajara y le decía que él le ayudaba con los gastos. Ese joven siempre se portó muy bien con ella y le brindó un hogar”, indicó Yeraldin.
“La última vez que me vi con mi hermana fue en agosto. Ese día me preguntó que si había hecho almuercito y que si podía venir, a lo que yo le respondí que sí. Ella a mí me veía como una mamá, incluso me decía mamá. Yo considero que yo era su refugio, pero ese día no me insinuó nada del viaje, ella se fue de Yumbo sin decirnos nada”, explicó, en medio del llanto,Yeraldin, y dijo que solo se dieron cuenta de que Alison había decidido abandonar el país cuando los llamó a informarles que estaba en Perú y que había sido víctima de un robo.
La mujer recuerda que le advirtió a su hermana que colocara mucho cuidado porque ha escuchado que en Perú la gente es complicada. “Le dije no se confíe de nadie y haga las cosas bien”.
“Lo que sé es que Alison tenía el dinero del pasaje y al parecer la robaron, motivo por el que ella estaba buscando unos lugares de apoyo al migrante para refugiarse allí. Luego me enteré de que su esposo consiguió un dinero prestado, pero se lo robaron nuevamente y allí fue que ocurrió una riña en un hotel y no nos dieron más detalles. Luego nos dijeron que a ella la ingresaron en un calabozo y que en horas de la tarde la encontraron colgada con una polea delgada”, es el relato de Yeraldin.
“En un periódico de Perú que publicó la noticia dicen que a mi hermana la habían encontrado en la celda con cortaduras en los brazos, pero a mí desde Perú nunca me dijeron algo así. Lo que yo entiendo es que ella se ahorcó con su saco”, sostiene en medio de la confusión y el desespero.
Yeraldin recordó que ella se enteró de lo ocurrido porque la llamó una fiscal de Perú a indicarle lo que había sucedido y le pusieron como condición que necesitaban que un familiar de Alison debía estar presente en el lugar al otro día para iniciar con la repatriación del cuerpo, pues si eso no ocurría la iban a sepultar en un cementerio de allá.
“En esa llamada yo le indiqué que como familiar no le permitía hacer una cosa de esas y que ellos como Estado tenían que responder por el cuerpo de mi hermana. Fue allí donde nos dio una prórroga de siete días para que hiciéramos las diligencias correspondientes y logremos repatriar el cuerpo de mi hermana”, indicó la mujer.
La familia de Alison sostiene que no han recibido ni una llamada por parte de la Cancillería o del Gobierno Nacional, por lo que están haciendo el trámite para repatriar el cuerpo de manera particular con la ayuda de una funeraria.
“Estamos en una batalla contrarreloj porque mi hermana lleva varios días en la morgue y no sabemos en qué condiciones está, por eso estamos pidiendo la colaboración económica de las personas que nos puedan ayudar”, dijo Yeraldin, quien afirmó que siempre recordará a su hermana como una niña luchadora a la que le faltó el amor de sus padres, pero que era tan guerrera que sola pudo salir adelante.