Desde hace siete años la artista plástica Liliana María Ortiz Casas, gestora de El Finestral, una galería de arte y espacio cultural de Cali, ubicado en la Avenida 4 oeste #1-66, ha sido hurtada en varias ocasiones y denuncia que el establecimiento ha vivido a merced de los delincuentes a raíz de los múltiples robos de los que ha sido víctima. Aquí mismo también está ubicado el Museo Tejada.
“Estamos a cuadra y media del Gato del Río, es una zona que debe ser muy bella, pero hay mucha indigencia porque estamos al lado del río Cali, hay muchos problemas de seguridad como el robo de espejos a los carros, se entran a los lugares, se roban los cables para sacar el cobre que hay adentro, entonces es una zona en la que necesitamos atención”, afirmó Ortiz, quien en el momento de la entrevista llevaba una semana sin servicio de electricidad debido al hurto, en días recientes, del contador de la energía.
Esta situación afecta gravemente el funcionamiento del espacio cultural debido a que allí se realizan también exposiciones, talleres de arte, entre otras expresiones que se ven afectadas por la falta de fluido eléctrico. Además, el sitio funciona actualmente como bar-restaurante cuando hay eventos artísticos, lo que ha provocado grandes pérdidas ya que la nevera deja de funcionar y se dañan los alimentos, explicó la mujer.
Otra problemática que nace a raíz de no tener el servicio de energía es que los sensores y cámaras de seguridad no funcionan, lo que hace al establecimiento más vulnerable frente a los delincuentes. A pesar de haber llamado a las Empresas Municipales de Cali, Emcali, para el reestablecimiento del servicio, pasaron los días sin que funcionarios de la entidad acudieran a colocar el nuevo contador. “Dicen que en el término de 24 a 72 horas lo arreglan, pero ya llevamos seis días y no ha pasado”, lamentó Ortiz.
Al ser un sector turístico cercano al Gato del Río y albergar desde febrero al Museo Tejada, propios y visitantes llegan a El Finestral para conocer la obra del maestro pereirano pero adoptado por Cali, sin embargo, no pueden ser atendidos por la falta de electricidad, que impide que se viva la experiencia que ofrece el sitio, pues, entre otras cosas, no se puede proyectar la obra cinematográfica del artista.
“Esto es parte de lo que compone el mundo Tejada, es la recreación de como era su casa. En el televisor proyectamos películas de cine que él hacía o charlas con sus amigos”, explicó Ortiz, y añadió que muchos de los detalles no pueden ser apreciados por los visitantes si continuamente se quedan si electricidad.
Cabe resaltar que el Finestral ha sufrido nueve robos graves en siete años, en estos hechos intrusos han saltado los muros que rodean la terraza y han ingresado a las instalaciones hurtando computadores, cables para la conexión de instrumentos musicales y todos los objetos de valor que encontraron en este sitio cultural. “Tenemos alarma, entonces ellos saben que tienen cinco minutos para robar. Han roto las puertas, la cortina de hierro y las rejas”, explicó Liliana Ortiz.
Además de lo anterior, según la artista, habitantes de calle que duermen bajo los puentes cercanos, salen en la noche por la ribera del Río Cali y se llevan los cables y contadores de los locales aledaños. “Muchas veces nos quedamos sin Internet porque han arrancado los cables”, explicó. Además, la mujer informó que delincuentes armados hurtan teléfonos celulares e incluso ingresan a los establecimientos comerciales para despojar a los comensales de sus pertenencias.
A pesar de ser una zona turística, muy pocas personas se atreven a caminar por el sector para llegar al barrio Centenario, a pesar de ser muy cerca, ya que, además de la delincuencia, hay poca iluminación, lo que favorece a la percepción de inseguridad.
Según la gestora de El Finestral, la inseguridad se vive en todo el sector, ya que, manifiesta, la seguridad de la Policía está centrada en el Gato del Río y en las otras cuadras es más escasa, además, la gran mayoría de los locales ha sufrido robos, aunque asegura que el espacio cultural es el más afectado por estar en una esquina.
“Hay un cuadrante de la Policía al que uno puede llamar, pero ellos no están todo el tiempo patrullando, además los ladrones y los habitantes de calle van evolucionando y tienen todo el día para observar y analizar cuando pasan los uniformados”, explicó.
Múltiples problemas sin solución
Como si fuera poco, tras un daño en un tubo madre de agua que abastece a su cuadra y que pasa frente a El Finestral, Emcali realizó un agujero con una retroexcavadora y arreglaron la tubería, “pero dejaron el hueco el cual duró más o menos un mes y medio expuesto. Luego vinieron los del gas y dijeron que eso era muy peligroso porque más abajo pasa la tubería del combustible”, informó Liliana.
Con las fuertes lluvias que vivió Cali a mediados de mayo, donde uno de los puntos más afectados fue el oeste de la ciudad, dicho agujero se llenó de agua convirtiéndose en un riesgo adicional para los transeúntes, por lo que después de varios reclamos, Emcali envió una volqueta con material para taparlo, “quedó una montaña de tierra, pero sin el cubrimiento que tenía antes y la calle está en riesgo porque allí para el MÍO, eso es una carretera que se va fracturando poco a poco”, afirmó la artista.
Liliana solicita a la comunidad que se unan para proteger estos espacios de la ciudad que albergan cultura y en su caso, la obra de uno de los más grandes artistas colombianos que muchas alegrías trajo a Cali: Hernando Tejada.