Desde el pasado sábado 9 de noviembre, por lo menos 45.000 chocoanos se encuentran confinados debido a un paro armado decretado por el ELN, afectando no solamente su seguridad a causa de las intimidaciones del grupo sino también impidiendo la protección de las poblaciones damnificadas por la ola invernal que azota al departamento.
A través de un comunicado, la organización criminal afirmó: “Nuestras unidades guerrilleras están combatiendo en el territorio y para salvaguardar la integridad física de la población no combatiente, decretamos paro armado indefinido a partir de las 00:00 horas del día 9 de noviembre de 2024, en los ríos, San Juan, Sipí y Cajón, esperamos que la población cumpla estas restricciones para evitar algún tipo de incidente”.
Este anuncio se dio el mismo día en el que la delegación del ELN publicó una carta hablando sobre la necesidad de reanudar los diálogos con el Estado, estableciendo puntos clave para superar el congelamiento de los mismos, además, afirmaron que se reunirán nuevamente del 19 al 25 de noviembre con los representantes del Gobierno para continuar en las labores propias de la mesa de negociación.
Por este motivo, el Alto Comisionado para la Paz, Otty Patiño, señaló este domingo, como “absurdo” que el grupo haya decretado e iniciado un paro armado en medio de dicho proceso. “Me parece algo bastante absurdo, que en medio de unas conversaciones donde se está restableciendo la mesa y en una situación como la que está viviendo el Chocó ellos planteen un paro armado”.
Por su parte, el presidente de la República, Gustavo Petro, solicitó que la guerrilla revierta la decisión ante la grave emergencia climática que enfrenta el departamento. “El padre Camilo Torres Restrepo habló del ‘Amor eficaz’. Amor eficaz es levantar paros armados ante la crisis humanitaria de la gente en el Chocó. Lo revolucionario es el amor y la solidaridad humana”.
Un paro en medio de la emergencia
Al mismo tiempo que está acorralada por la guerra, Chocó vive otro drama. Según la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres, Ungrd, más de 37.000 familias están damnificadas por la ola invernal que atraviesan 27 de los 31 municipios del departamento, entre ellos Sipí, donde ELN decretó paro armado indefinido, lo que ha impedido la llegada de las ayudas para proteger a la comunidad.
Para abordar estas problemáticas la gobernadora del Chocó, Nubia Carolina Córdoba, lideró un consejo de seguridad desde la subregión San Juan con presencia de los alcaldes de las zonas de desastre, el Ejército Nacional y cooperación internacional, “para evaluar y definir acciones en el marco del paro armado que ha sido anunciado por el ELN y en la disputa que mantiene este grupo y el GAO (Grupo Armado Organizado) Clan del Golfo en la cuenca media y baja del río San Juan, para poder atender las necesidades de la población a nivel de resguardo humanitario, respuesta y reacción de manera articulada”.
La situación de orden público perjudica a más de 85 comunidades afros e indígenas y según las autoridades, la imposibilidad de movilizar equipos de socorro a los lugares damnificados por cuenta del paro, impiden la llegada de la ayuda humanitaria urgente.
La Defensoría del Pueblo pidió evitar que la problemática se agrave. “El mejor gesto de paz que puede tener el ELN es ponerle fin a las restricciones de movilidad que tienen confinadas a más 45.000 personas en las cuencas de los ríos San Juan, Sipí y Cajón, y están afectadas por inundaciones”.