Cerca de las 8:00 de la noche se reportó a la Red Institucional, un grupo de apoyo a la seguridad en Cali, el hurto de una camioneta KIA que estaba estacionada afuera de la unidad residencial Bosques de Vizcaya, en el norte de Cali.
Diez minutos después, en el barrio Villanueva pedían ayuda a través de las redes sociales para recuperar un vehículo similar, de color negro, y casi de manera simultánea los propietarios de una Toyota blanca pedían el pasado 17 de junio ayuda en redes para localizar el vehículo, también hurtado.
En la medida en que la circulación y el comercio empiezan a abrirse, los dueños de lo ajeno salen también a hacer de las suyas en la ciudad.
En los primeros tres meses del año el robo de automotores y autopartes venía disparado en Cali, pero la pandemia aplanó la curva y marcó una baja significativa en los meses siguientes.
Entre el 1 de enero y el 4 de marzo del 2020, según cifras del Observatorio de Seguridad de Cali, hubo un incremento del 156% en el robo de autopartes, que en el 2019 fue de 63 casos, pero en el mismo periodo de este año las denuncias se elevaron a 161.
En ese mismo periodo hubo también un aumento del 36% en el robo de motocicletas que para el 2019 se tuvo conocimiento de 411 episodios y para el 2020 se reportaron 561 casos.
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Abril, mayo y junio tuvieron por cuenta del aislamiento obligatorio las cifras más bajas de robo de automotores y autopartes en muchos años, aunque junio ya registró un aumento de entre el 2% y el 3% respecto al comportamiento del mes de mayo.
Según el mismo Observatorio de Seguridad, durante el primer semestre del 2020 se robaron en Cali 668 vehículos, un 38% menos que el mismo periodo del 2019 cuando se recepcionaron 1.069 denuncias en la ciudad.
Mucho más baja fue la disminución en el robo de motocicletas que mientras en el primer semestre de 2019 se reportaron 1.310 casos de robo, al cierre del primer semestre del 2020 se habían denunciado 1.113 hurtos.
Carlos Alberto Rojas, secretario de Seguridad y Justicia de Cali, reconoce que el aislamiento tiene una relación directa con las cifras. “La lógica que yo le veo es que a menor personas en la calle, menor uso de espacio público, menor exposición y por lo tanto los amigos de lo ajeno tendrían menos espacio para dedicarse a su actividad delictiva”.
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“La preocupación es que en la medida en que se abrió la actividad del comercio se va reactivando la dinámica delictiva de la ciudad y ese es el tema que nos preocupa con el Alcalde y el equipo de Gobierno porque en el segundo semestre debemos adelantar una estrategia de contención para evitar que se rompa la tendencia a la baja”, señala el Secretario de Seguridad.
Los más apetecidos
Fuentes de la Sijín, que investigan los casos de robos de automotores (carros y motos), aseguraron que en la capital del Valle las marcas de vehículos que más persiguen los ladrones son KIA, Chevrolet, Mazda , Hyundai y Toyota.
Esas marcas coinciden también entre las preferidas por los ladrones de autopartes, mientras las motocicletas que más persiguen en la capital del Valle son las de marcas Yamaha, AKT, Honda, Suzuki y Bajaj.
“Tenemos identificadas dos variables que son la constancia en el robo de carros y de motos en Cali: En el robo de vehículos vemos que los ladrones se los llevan y los parquean en algunos sectores de la ciudad por si el vehículo tiene GPS y puedan rastrearlo fácilmente. Si al otro día no ha pasado nada, vuelven y se lo llevan”, dice la fuente.
Para el tema de motocicletas, agrega la fuente, “vemos que muchas son sacadas por el jarillón del río Cauca o entre cañaduzales, donde hemos localizado varias escondidas, para ser llevadas hacia el departamento del Cauca donde son desguazadas o trasladadas a zonas montañosas”.
El robo de vehículos en Cali siempre ha permanecido en niveles altos, asegura el concejal Roberto Ortiz, “ahora que la ciudad vuelve a la normalidad han aumentado estos robos. Vehículos son llevados a municipios vecinos, donde son desguazados y sus partes son traídas a Cali. En el oriente de la ciudad hay talleres, unos que trabajan bien, pero otros son pantallas donde son llevados carros robados.
“¿Dónde se comercializan las autopartes? En la famosa 16, como hay almacenes que venden correctamente sus productos de fábrica, otros lo hacen vendiendo partes robadas. Hay una modalidad que la gente denuncia, le venden una autoparte entera y se la entregan a domicilio para evitar que en un allanamiento los cojan. Muchos policías saben cómo opera ese negocio, si hubiera voluntad de enfrentar estos delincuentes, se podrían lograr buenos resultados”, indica Ortiz.
Más allá de las cifras
Al cierre del primer semestre en Colombia se robaron 14.720 automotores, entre motos y vehículos, lo que representan un promedio de 2.454 por mes y son Bogotá, Cali y Medellín las ciudades más afectadas con este fenómeno.
Eso significa, según el expresidente de Asopartes Tulio Zuloaga, que ha descendido este delito en un 19% a nivel nacional, lo cual aparentemente es bueno, pero realmente es preocupante porque dada la pandemia y los meses de encerramiento, en los que una cantidad de vehículos no han podido transitar, la disminución ha debido estar por encima del 70%.
Aunque las cifras de la Secretaría de Seguridad de la ciudad revelan que el robo de automotores se redujo en promedio en este primer semestre en un 26,5%, el expresidente de Asopartes asegura que en Cali el descenso fue en realidad solo del 19%.
“A la fecha se han robado 2.320 automotores y eso quiere decir que si sigue la tendencia, en Cali se van a robar unos 4500 vehículos aproximadamente este año. Menos que el año pasado, pero no debiera ser así porque con la pandemia vemos que los carros también están confinados. De modo que la situación, a pesar del descenso, es crítica”, indica Zuloaga.
Al respecto, el secretario Carlos Rojas acota que se basan en cifras oficiales, que son las denuncias ante la Fiscalía, y que es probable que se estén basando en cifras de carácter metropolitano y se esté sumando los cinco municipios al rededor.
“Las autoridades tienen un defecto grave y es que dicen que bajó el hurto un 19% o que bajó la criminalidad un 18%, pero es que cómo no va a bajar si estamos confinados. Se alegran de algo que numéricamente es verdad, pero en la realidad es terrible porque debería bajar muchísimo más; en el tema de vehículos la disminución ha debido ser por lo menos del 70% y en otros delitos al menos el 60%”, reitera Zuloaga.
Para el concejal Juan Martín Bravo, las cifras del Observatorio “evidentemente son mas bajas porque no toda la gente sale a denunciar y muchas personas temen ir a una inspección por temor al contagio.
“Sin duda esa denuncia se puede hacer de manera virtual, pero es mucha la gente que aún no tiene acceso o la capacidad para instaurar una denuncia por internet”, indica Bravo.
Sobre receptación
Cuando se compran autopartes robadas se incurre en el delito de receptación, que conlleva penas de hasta cuatro años de prisión.
Sin embargo, según el ordenamiento legal, eso significa que el delito es excarcelable y la persona queda en libertad en pocas horas.
“Hay un inciso en el Código Penal que dice que si la receptación se da en vehículos automotores, la pena va de 6 a 13 años y la Policía hace un gran esfuerzo, pero los jueces de garantía no la cumplen”, señala el expresidente de Asopartes.
El concejal Juan Martín Bravo invita a la gente a no comprar partes robadas “porque si se acaba este mercado se acaba el robo. Pero mientras haya demanda habrá oferta y eso lo terminan pagando los ciudadanos del común.