“El coronel Dávila se notaba muy preocupado cada vez que yo le mencionaba medida de aseguramiento y prisión, a él se le aguaban los ojos. Mi filosofía es decirle toda la verdad al cliente. Claro, desde mi análisis jurídico, siempre fui sincero con el coronel y le dije que el panorama era bastante preocupante; él se notaba bastante angustiado”.

Estas son algunas de las palabras que el abogado Wadys Miguel Velásquez Zea, quien hace parte del equipo de investigadores de Miguel Ángel del Río y que se reunió con el coronel Óscar Dávila en la mañana del día de su muerte, reveló en entrevista judicial ante la Fiscalía el pasado 16 de junio.

El caso del coronel Óscar Dávila tiene aún muchas incógnitas que rodean la decisión que este tomó de quitarse la vida, según confirmaron la Fiscalía y Medicina Legal. El que fuera el coordinador de Protección Anticipada de la Presidencia vivía sumido en una gran angustia por las indagaciones que se avecinaban en su contra, esto a pesar de que, hasta el momento de su muerte, la Fiscalía nunca lo había llamado a declarar y fue él quien, por el contrario, se ofreció a través de una carta a presentarse ante el ente investigador.

El coronel Óscar Dávila fue encontrado muerto en el vehículo que tenía asignado por la seguridad presidencial. Tras los análisis forenses, Medicina Legal y la Fiscalía determinaron que se trató de un suicidio.

Si bien ya se resolvió que lo ocurrido al caer la noche de ese 9 de junio fue un suicidio, aún falta dilucidar qué fue lo que llevó al coronel a decidir actuar de esa manera irreversible, qué lo preocupó a tal punto de que pensara que ya no tenía salidas. Sin duda, las personas con quienes sostuvo conversaciones en sus últimas horas de vida son quienes pueden dar las explicaciones y detalles al respecto.

En la mañana del día del suicidio, Wadys Miguel y su padre, Wadyt Velásquez, sostuvieron el encuentro con el coronel Óscar Dávila a las 10:25 a.m. en el interior de una camioneta. En las cámaras de vigilancia quedó captado el momento en el que ingresan al vehículo. El joven abogado reveló que fue Miguel Ángel del Río quien les pidió hacer esta reunión. “El doctor Miguel Ángel del Río me informó que debía estructurar la estrategia jurídica frente a una posible captura del coronel Dávila y una posible medida de aseguramiento (…) yo no conocía personalmente al coronel Dávila, ni nunca había tenido contacto con él. Debo decir que, siempre antes de iniciar cualquier proceso, el doctor Miguel Ángel del Río es el que tiene contacto con los clientes”, sostuvo Velásquez hijo.

Wadys Miguel detalló que trabaja desde hace tres años con el abogado Del Río y quien lo acercó a él fue su padre, ya que este es el director de Investigaciones de la compañía CS Consultorías, la cual le presta servicios de investigación a la oficina de Del Río.

El representante legal de la empresa CS es Yeferson Fabián Tocarruncho. Tanto él como Wadyt Velásquez fueron uniformados de la Policía y fueron clientes de Miguel Ángel del Río cuando se vieron involucrados hace algunos años en el caso del Ñeñe Hernández y se les acusaba, supuestamente, de haber realizado interceptaciones telefónicas irregulares a cinco de sus compañeros de trabajo para esa época.

Esa relación tripartita viene desde ese tiempo y ahora se mantiene: los tres están involucrados en el caso del coronel Óscar Dávila, ya que las grabaciones captadas por las cámaras de seguridad internas del Hotel La Fontana muestran cómo los sujetos se reunieron un día antes de la muerte del coronel, el 8 de junio, para empezar a definir la estrategia que se iba a seguir en defensa de Dávila.

Las cámaras de seguridad muestran que el abogado Miguel Ángel del Río se reunió con su equipo y el coronel Dávila en el hotel La Fontana en el norte de Bogotá.

Volviendo a la reunión del día siguiente, sobre la que declaró Wadys Miguel, el joven abogado empezó diciendo que “mi papá y yo nos sentamos en la parte de atrás de la camioneta, y el coronel Dávila se sentó en la silla del copiloto. El coronel Dávila le entregó un sobre a mi papá que contenía dinero y le dijo que ese era un adelanto del acuerdo al que habían llegado con el doctor Del Río”. Insistió en que no conocía el monto, el cual después se reveló que estaba por el orden de los 50 millones de pesos.

Tan pronto como el coronel de la Policía se sentó en el asiento delantero del vehículo, se notó su preocupación, según contó el abogado en la entrevista judicial, por lo que sin mediar tantas palabras empezó a hacer preguntas sobre su situación. “Que cómo veíamos el panorama, que cómo estaba todo el asunto (…) el coronel decía que le preocupaba mucho cómo podían reaccionar su mamá, su esposa y sus hijos frente a una captura. El coronel Dávila ya tenía en su cabeza que lo iban a capturar, él estaba convencido de que lo iban a capturar y que le iban a imponer una medida de aseguramiento, no recuerdo muy bien desde cuándo. Pero ya tenía la documentación de él organizada para una eventual medida de aseguramiento”, expresó.

Después, Dávila le preguntó que por cuáles delitos podría llegar a ser acusado, a lo que Velásquez le respondió que principalmente tres: fraude procesal, falsedad y violación ilícita de comunicaciones. “El coronel Dávila decía mucho que los ánimos políticos entre (Gustavo) Petro y (el fiscal Francisco) Barbosa tenían que calmarse porque a los que estaban jodiendo era a ellos”, haciendo referencia al coronel, a Fredy Morales y al también coronel Carlos Feria.

Después de esa reunión en la mañana, Wadys Miguel sostuvo que se vieron en la tarde, alrededor de las 3:30 p.m. o 4:00 p.m., con el abogado Miguel Ángel del Río para contarle todo lo ocurrido en el encuentro matutino. Durante esos momentos, Velásquez hijo no paraba de recibir llamadas del coronel Óscar Dávila.

Al parecer, el coronel acababa de salir del banco y les entregó más dinero. “Recuerdo que el coronel Dávila dijo algo así como: ‘Marica, me endeudé y le vendí mi alma al diablo’. Le dijo a mi papá´: ‘Marica, a mí ya me dijeron que me iban a capturar y me iban a hacer un allanamiento’, yo le dije: ‘Coronel, mande a sus hijos de vacaciones, para evitar que los niños vieran esa diligencia (…) él se agachó y se cogió la cabeza; cuando la levantó, tenía lágrimas en la cara”, agregó Wadys Velásquez en su declaración.

Mientras esto ocurría, el coronel Dávila recibió una llamada, el número no estaba registrado, era el de la periodista de la revista Cambio Sylvia Charry. “Y suelta la frase ‘me acaban’ (…) ella tenía información de la Fiscalía sobre la vinculación de él al tema de las chuzadas. Nosotros le dijimos que cortara la llamada. Él le repite que no podía decir nada y la periodista muy amablemente le dice: ‘ok, coronel’”, comentó el joven abogado.

El día en que el coronel Óscar Dávila se quitó la vida tenía una gran presión sobre sí, reveló el abogado Wadys Velásquez. | Foto: SEMANA

Después de esto, los abogados se despidieron de Dávila y continuaron con su intención de ordenar la estrategia de defensa, pero horas más tarde, pasadas las 7:30 de la noche, Wadyt Velásquez recibió una llamada. La recibió, habló por un momento y colgó. Al mirar a su hijo y a Del Río, solo manifestó “que mi coronel Dávila se mató (...) “Yo creo que el detonante para que el coronel Dávila tomara esa decisión fue la llamada de la periodista, además de todo lo que hablamos en la camioneta”, indicó Wadys Miguel.

En el análisis posterior que los juristas hacen de lo ocurrido, se ve que la postura es similar. Indican que lo que excedió al coronel Dávila y que lo pudo pudieron llevar a quitarse la vida fueron tres puntos específicos: hablar de cárcel, allanamiento y salir en los medios de comunicación. Las anteriores declaraciones, así como las del padre Wadyt Velásquez, están en poder de la Fiscalía para la investigación de las causas del suicidio. Quien no se ha dirigido a la Fiscalía y su declaración está pendiente es el abogado Miguel Ángel del Río, cuyos comentarios también son cruciales en el caso.