La visita que el soldado profesional Julián Patiño tenía planeada hacerle a su familia el próximo 14 de noviembre se quedó solo en planes y deseos, luego de que este uniformado caleño fuera una de las dos víctimas que dejó el ataque del ELN, el martes pasado, a un alojamiento de soldados en Puerto Jordán, Arauca.
“Me había dicho que tenía permiso para viajar el 14 de noviembre ya que ese día cumpliría 32 años y quería, como siempre lo hacía, pasar ese día con su familia”, afirmó, en diálogo con El País, María Alejandra Patiño, hermana de Julián.
Julián Patiño Arango y Bayron Andrés Correa Vargas, del Batallón de Artillería de Campaña número 18, perdieron la vida tras ser impactados por la detonación de artefactos explosivos. En ese ataque también resultaron heridos 31 soldados.
“Mi hermano nos decía que en Arauca la situación estaba muy peligrosa y fuerte, pero que él confiaba en Dios e iba a seguir. La mamá le dijo que se saliera del Ejército, pero él dijo que no porque quería seguir en su labor. Eso sí, nos contó que se sentían muy solos”, indicó María Alejandra, y añadió: “Él a la mamá le decía que no se retiraba del Ejército porque era su vocación y quería ser un héroe más de la nación”.
Julián era el menor de nueve hermanos e hincha del América de Cali, por lo que el vacío que dejará en su familia es bastante grande.
“A mi hermano lo recordaré como una persona comprometida y apasionada por lo que hace. La última vez que hablé con él conversamos de muchas cosas bonitas que habíamos vivido entre los dos y me decía que estuviera tranquila porque el 14 de noviembre cumplía años y nos íbamos a ver. Siempre que le daban permiso él viajaba a nuestra ciudad a visitarnos y a quedarse conmigo”, relató María Alejandra.
“Uno de los recuerdos más bonitos que tengo de él en el Ejército es que era una persona muy noble y disfrutaba mucho con sus compañeros. Definitivamente el Ejército para él era un disfrute y eso es lo que nos llena a nosotros de alguna manera nuestro corazón, pues sabemos que hasta último momento estaba disfrutando lo que hacía. Lo disfrutaba totalmente”, admitió la mujer.
María, contó que le hubiese gustado poder haber vivido muchos más momentos al lado de Julián, por lo que le envió un mensaje al Gobierno Nacional para evitar que más jóvenes soldados pierdan la vida.
“Al Gobierno Nacional le diría que estos valientes guerreros como mi hermano dieron todo por Colombia, por eso lo mínimo que ellos merecen es que les den garantías de seguridad, salud y demás cosas que requieran porque nadie es tan valiente como ellos”, señaló.
María Alejandra dice que no quiere que más familias colombianas reciban la llamada que su familia recibió el martes en la tarde cuando le informaron desde el Ejército que “su niño”, como ella le dice a Julián, había fallecido.
“Si lo tuviese en frente por última vez le diría que lo amo mucho y que él es mi niño. No me canso de decir que me hubiese gustado vivir muchas más experiencias a su lado”, reconoció María Alejandra, quien indicó que las honras fúnebres de su hermano se desarrollarán este jueves 19 de septiembre en Buga, Valle.
“Recuerdo que a Julián le gustaba mucho pasear por diferentes lugares del país e invitar a la familia a conocer ciudades. Le encantaba visitar sitios como Cali, Buga, Manizales, Medellín y Bogotá. Le gustaba mucho hacer planes de viajes alrededor de la naturaleza”, señaló, en medio de la tristeza, su hermana.
“A todas las familias que están leyendo esta entrevista les digo que abracemos a los seres queridos, que los llamen y que se estén comunicando con ellos ya que no sabemos cuando será la última vez que vamos a poder verlos”, finalizó María Alejandra.