La muerte de dos personas el pasado 3 de septiembre, en el barrio El Porvenir, al parecer cuando hurtaban infraestructura de las Empresas Municipales de Cali, Emcali, volvió a prender las alarmas sobre este lucrativo negocio que, lejos de desaparecer, ya ha tomado ribetes alarmantes.
Durante el 2023 las pérdidas para Emcali, por este delito, alcanzaron los $10.000 millones, mientras en lo que va corrido del 2024 suman $5200 millones y en fibra van $139 millones.
“Este no es solo un problema de Emcali, es un problema de la ciudad”, advierte tras asegurar que “las finanzas de la empresa han sido golpeadas fuertemente por este flagelo”.
Por eso y para combatir este delito se creó el Centro de Operaciones de Seguridad de Infraestructura, COI, de Emcali, que monitorea las 24 horas y los siete días de la semana, los intentos de hurto de cable de cobre y cable de energía, al igual que un grupo motorizado que patrulla los 243 barrios y 22 comunas de la ciudad.
Asimismo, se fortaleció la parte jurídica y se vienen adelantando campañas de socialización con las JAC y las JAL para que denuncien falsos trabajadores que ingresan a las cámaras subterráneas en horas de la madrugada a apoderarse del cableado de cobre, ya que las maniobras de mantenimiento de telecomunicaciones no se hacen a la madrugada, sostiene el Jefe de la Unidad de Seguridad Física y Electrónica de Emcali.
Este año han sido capturadas 55 personas, 15 de las cuales están detenidas. Se han desarticulado 13 bandas.
Además, en un hecho sin precedentes el Juzgado 19 Penal Municipal de Conocimiento condenó a un integrante de una banda a 144 meses de prisión por robo de cables de la infraestructura de Emcali.
Los otros tres integrantes fueron condenados a 50 meses, es decir, más de 4 años de cárcel. El monto del hurto ascendía a $45 millones.
“Nos roban cable primario que es el que va por las recámaras y el cable secundario que es el aéreo. El cable primario que va por las recámaras lo tenemos monitoreado con presurización, eso significa que cuando lo están cortando inmediatamente nos damos cuenta en el Centro de Operaciones de Infraestructura y hay forma de reaccionar, pero el aéreo es muy difícil, no lo tenemos monitoreado y nos están robando permanentemente”, expresó Huertas.
Igualmente, se propuso una campaña de recompensas para poder estimular información por parte de la ciudadanía. “Al final, los que han sido golpeados son los usuarios y como empresa queremos prestar un buen servicio a la comunidad”, enfatizó.
Respecto a las dos personas electrocutadas, Huertas expresó que “fuimos al lugar de los hechos, pero allá no teníamos recámaras de energía, no era cierto que se hubieran electrocutado, eso está en investigación”, recalcó.
Un negocio redondo
Y es que si bien el habitante en situación de calle es el que atenta más contra la infraestructura de Emcali, su accionar no tiene el alcance de bandas organizadas, algunas venidas de distintas regiones del país, que con uniformes de Emcali o de otras empresas de telecomunicaciones, logran hurtar grandes cantidades de cable para extraer el cobre y venderlo al mercado negro.
“El kilo vale $9,4 dólares, es decir unos 40 mil pesos, y si se llevan una arroba (12,5 kilos) pues es una cifra muy representativa para estos bandidos, alrededor de unos $500 millones. Hay otras informaciones que estamos corroborando con los organismos de seguridad y es que la mayoría del cobre lo sacan por el puerto de Buenaventura para exportarlo a China”, dijo el coronel Huertas.
Por su parte, el comisario Armando Díaz García, jefe de la Red de Apoyo de la Policía Metropolitana, explicó que este es un robo sistemático que emplea varias modalidades: los habitantes en situación de calle que son instrumentalizados por el microtráfico, pues el cobre que queman lo venden a las chatarrerías pequeñas para comprar alucinógenos y también se los reciben en pago en los lugares de expendio.
Están las bandas semiorganizadas que se encargan de la comercialización por kilos del cobre, así como las organizadas que utilizan uniformes, vehículos y roban un cableado más extenso, al igual que personal interno de la misma empresa que se presta para el hurto de cable de cobre y de fibra óptica.
“Hay chatarrerías macro que les compran a las pequeñas, funden el cobre y utilizan carrotanques para su comercialización y exportación hacia China, es toda una red”, indicó el comisario Díaz.
Agregó que uno de los sitios donde más se presenta este delito es en Fray Damián donde hay gran cantidad de personas en condición de calle.
De otro lado, Álvaro Pretel, subsecretario de Seguridad de Cali, manifestó que se vienen adelantando cuatro acciones orientadas a reducir y mitigar este delito.
Primero, unas reuniones técnicas con Emcali para documentar la información y así focalizar las acciones con la fuerza pública para prevenir estos hechos.
Segundo, las diferentes capturas en flagrancia por parte de la vigilancia; tercero, el cierre de negocios y comparendos impuestos a chatarrerías donde se vende este material.
“A lo largo de este año hemos realizado 80 operativos de inspección, vigilancia y control, así como cierres a diferentes chatarrerías”, dijo Pretel.
Y cuarto, la creación de un fondo de recompensa con el que se busca que la ciudadanía aporte información efectiva que permita desarticular las estructuras criminales que vienen cometiendo este delito en la ciudad.
Con estas cuatro acciones, desde la Alcaldía de Cali, esperan combatir este fenómeno que no resulta tan inocuo si se tienen en cuenta las grandes sumas de dinero que representa para Emcali en términos de pérdidas, pero también para las organizaciones criminales en materia de ganancias, además de las vidas humanas que están en riesgo.
Intervenciones a chatarrerías
El jefe de seguridad de Emcali, el coronel Germán Huertas, explicó que se han adelantado intervenciones en algunas de las chatarrerías de la ciudad. El año pasado, en coordinación con la Secretaría de Seguridad y Justicia y la Policía Metropolitana se cerraron cuatro o cinco chatarrerías que compraban infraestructura de las Empresas Municipales de Cali y en las que encontraron elementos de propiedad no solo de Emcali, sino de otras empresas como Claro, Movistar y Gases de Occidente.
La mayoría de estos negocios funcionaban en el centro y otros en el oriente de Cali.
Este es un fenómeno sistemático que se viene registrando desde hace muchos años, pero que ahora ha tomado más fuerza debido al valor del cobre que se comercializa en aproximadamente 9,4 dólares el kilo. El año pasado se capturaron 109 bandidos y se desarticularon 10 bandas delincuenciales.