Un aterrador crimen sorprendió el lunes a los habitantes del municipio de Barrancabermeja, en Santander, cuando un hombre de 24 años, confesó haber asesinado a su madre y tía, aludiendo que una “voz se lo ordenó”.

El caso, que por ahora es materia de investigación, ha causado conmoción entre la comunidad por la brutalidad de los hechos, pues según información brindada por la Policía del Magdalena Medio y el CTI de la Fiscalía, las dos mujeres murieron a causa de los golpes que el sujeto identificado como Jorge Luis Hidalgo, les propinó en la cabeza con un objeto contundente, específicamente, una porra.

Las dos víctimas fueron identificadas como Romelia Caicedo, de 56 años de edad, madre del presunto homicida, y María Eugenia Hidalgo, de 64 años, tía paterna.

Las víctimas, madre y tía del agresor, fueron ultimadas con un objeto contundente. (imagen de referencia) | Foto: Artem_Furman

“Perdónenme, quisiera estar como antes, así como ustedes. Yo le pegué con un martillo. Yo escuché una voz desde el cielo que me dijo que las matara”, fueron las palabras con las que se muestra el momento en que Hidalgo era capturado.

Cabe decir que, según información suministrada por la comunidad del barrio Las Américas de Barrancabermeja, el joven, quien vivía junto a su mamá y su tía, sufría problemas psiquiátricos y ya había estado internado en una clínica de rehabilitación hace algunas semanas.

Al parecer, Hidalgo había salido hace unas semanas del Hospital Psiquiátrico San Camilo, y según una fuente del diario bumangués ‘Vanguardia’, este “nunca había golpeado a la mamá. No sabemos qué le pasó. Él no se había recuperado. No sé por qué no lo mantuvieron más tiempo en San Camilo. Mi hermana me decía que él se alteraba con nada, y se la pasaba en la calle”.

Luego del hecho, que fue denunciado a la Policía minutos antes del trágico desenlace por vecinos del sector, el hombre fue custodiado por la Unidad de Diálogo y Mantenimiento del Orden de la Policía, para salvaguardar su integridad, pues la comunidad enardecida quería tomar justicia por mano propia.

Imagen de referencia. Uniformados de la Policía.