Tengo tuberculosis, esto no me afecta solo a mí, sino a todos. No tengo nadie quien me ayude, aquí el que más nos colabora es el patrullero Campuzano. Hace días me llevaron a tres centros médicos y me negaron la atención. Luego me dieron una cita en la Clínica de los Remedios, pero como no me sacaron de esta estación de Policía, la perdí. Los muchachos recolectaron para comprarme unos antibióticos”, relató Héctor Fabio Cárdenas, un hombre delgado, de 60 años y quien, desde el otro lado de la celda de la Estación de Policía de La Flora, enseña los medicamentos con los que controla su enfermedad.
El hacinamiento en algunas estaciones de Policía de Cali llega hasta al 1950 %. Esto ha traído múltiples problemas en la salud de los capturados, pues las malas condiciones de salubridad, son el componente perfecto para que virus y bacterias hagan de las suyas.
Lea también: Enfermas y durmiendo en cuclillas: así sobreviven algunas detenidas en estación de Policía en Cali
Casos como el de Héctor Fabio Cárdenas se pueden repetir en las 23 estaciones que tiene la Policía Metropolitana de Cali, pues a pesar de los esfuerzos de los patrulleros para ayudar a los detenidos, la asistencia médica puede tardar días, incluso meses en llegar.
El País recorrió varias estaciones de Policía de la ciudad y evidenció esta problemática. Por ejemplo, en la estación de Junín, donde el hacinamiento llega al 400%, los detenidos afirmaron que hace aproximadamente dos semanas a uno de sus compañeros también le diagnosticaron tuberculosis. El hombre fue dejado frente a la entrada de la celda, en el suelo y con una cobija. A pesar de los esfuerzos de los patrulleros para que alguien lo atendiera, según los reclusos permaneció durante 15 días en ese lugar amarrado con una cadena “como si fuese un perro”, dicen. Finalmente, fue trasladado a un centro de reclusión del Inpec.
Lea además: 'Siopas', segundo al mando en el Clan del Golfo, habría muerto a manos de sus hombres
Por otro lado, en la estación de Policía de El Caney, la cual cuenta con un hacinamiento de 790%, es una de las dos habilitadas para retener a las mujeres sindicadas, allí las reclusas afirman que suelen enfermarse debido al mal estado en el que llega la comida y la pésima dieta, pues algunas son hipertensas o tienen enfermedades de base. Relatan que es común que la cañería del pequeño cuarto, con capacidad para 25 personas y donde conviven 79 personas, se desborde y las obligue a dormir en cuclillas para evitar mancharse con el agua.
Al ser preguntado sobre la situación, el comandante de la Policía, coronel José Daniel Gualdrón, afirmó que “de la mano con el Inpec, están trasladando a las personas condenadas. “Ya hemos evacuado a más de 100 detenidos en los últimos 15 días”. También, aseguró que con la Alcaldía se están analizando cuatro o seis lugares para la adecuación de una bodega que va a permitir trasladar más del 60 % de los detenidos que están en Cali.