En el marco de la ‘Operación Honor’, desplegada el fin de semana por las Fuerzas Armadas contra responsables del asesinato de policías en varias partes del país, fueron dados de baja siete integrantes del Clan del Golfo y capturados once más en dos operativos en Antioquia y Bolívar.

Este operativo, realizado de manera conjunta entre Ejército y Policía en el marco de la estrategia militar ‘Cóndor’, surge en respuesta al llamado Plan Pistola en el que miembros del Clan del Golfo han realizado 150 ataques sicariales contra policías en doce regiones del país. Ataques registrado en su mayoría en zonas rurales o en las viviendas de los uniformados.

Así lo resaltó el comandante de la Dijín de la Policía, general Fernando Murillo, quien aseguró que el primer hecho se registró en zona rural del municipio de Apartadó (Antioquia), donde llegaron hasta el centro de operaciones de la estructura ‘Carlos Vásquez’ y en el enfrentamiento muere su cabecilla alias Cherry y cuatro delincuentes más.

“En Apartadó murió el patrullero Jesús Murillo, cuando seis individuos ingresan a su residencia y lo asesinan delante de sus hijos y su familiares. Se inicia un trabajo con un grupo especial de la Dijín en el Urabá antioqueño y llegamos hasta el lugar donde se planeaban las acciones de sicariato y Plan Pistola, especialmente en los municipios de Chigorodó, Carepa, Turbo y Apartadó”, explicó el general Murillo.

La segunda acción se ejecutó en un apartamento en Cartagena, dentro de la ciudad amurallada, donde la comisión con apoyo de la Fiscalía fue recibida con disparos y donde fallecieron alias Niñoco y alias Jordán.

“Estos individuos pertenecían a la subestructura Héroes del Caribe y eran los responsables del homicidio de más de 20 policías y civiles en esta ciudad. También se lograron 11 capturas importantes como la de alias Brayan, quien asesinó a un patrullero en el Chocó luego de que salía del sepelio de su señora madre”, agregó el general Murillo.

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25 policías este año
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“Lamentamos mucho la muertes de nuestros 25 compañeros asesinados y las lesiones causadas a otros 56. El último hecho registrado en Yarumal, donde pierden la vida dos compañeros, entre ellos la patrullera Luisa Fernanda Zuleta, una joven de 26 años que trabajaba con la comunidad y fue víctima del Plan Pistola y desafortunadamente fallece en un centro hospitalario en Medellín”, lamentó el jefe de la Dijín e Interpol.

El presidente electo Gustavo Petro por medio de su cuenta de Twitter, lamentó el hecho y aseguró que en su Gobierno acompañará a las familias de los miembros de la Fuerza Pública que han fallecido en medio del cumplimiento de sus funciones como uniformados.

“Mi sentido pésame a la familia de Luisa Fernanda Zuleta. Miraré con especial cuidado el estado en que han quedado las familias de los integrantes de la Fuerza Pública caídos en cumplimiento de su deber”, afirmó Petro en su red social.

Son en total doce departamentos entre ellos Antioquia, Chocó, Córdoba, César, Sucre, Atlántico y otros en la costa Caribe, donde se presentan los mayores riesgos para los policías debido a las acciones criminales del Clan del Golfo.

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“Desde que los grupos delincuenciales enviaron la carta al gobierno de Petro es claro que se confirma la teoría de que la ola de violencia presentada a nivel nacional tiene que ver con el acondicionamiento para hacer una propuesta del cese al fuego. El Plan Pistola, los atentados terroristas, el uso de explosivos, la muerte de 2 o 3 policías a la semana muertos o heridos, hacía parte de una estrategia para presionar a la Fuerza Pública, al Gobierno y para preparar un posible escenario de negociación”, explicó Iván Carvajal, consultor en temas de seguridad y experto en inteligencia estratégica.

Con lo que coincide Jhon Marulanda, presidente de la Asociación de Oficiales Retirados de las Fuerzas Militares de Colombia, quien asegura que la ola de violencia que se viene presentando en municipios del Urabá antioqueño tiene como finalidad demostrar la fuerza para intimidar y desplazar civiles y miembros de la Fuerza Pública. “Así mismo, lo que buscan es enviar un mensaje de capacidad operacional al Estado”, sostuvo.

De acuerdo con el ministro de Defensa, Diego Molano, esta situación tiene en alerta a todos los miembros de la institución, quienes han llegado a tomar medidas para hacer los patrullajes, pues los pagos por los asesinatos de policías estarían aumentando.

La cifra por cada policía y militar asesinado por parte del Clan del Golfo sigue en aumento, de acuerdo con algunas interceptaciones de los grupos de inteligencia. En principio se comentó que eran $2 millones, luego $5 millones y en las últimas horas trascendió que se estaba ofreciendo hasta $20 millones por cada uniformado asesinado por esta estructura criminal.

Motivo por el cual desde la Dirección de la Policía se ha ordenado, para evitar ser blanco de esta organización criminal, implementar varias acciones como patrullajes de cuatro uniformados en municipios pequeños, que en otros se realice aumento de pie de fuerza y que sus hombres deben estar constantemente saliendo de las estación.