Aunque Guacho, por la crueldad de sus crímenes, se convirtió en una de las cabezas más visibles de las disidencias de las Farc y llegó a ser considerado la mayor amenaza en la frontera entre Colombia y Ecuador, su muerte no despeja el camino de la violencia que azota esa región.
Solo en Tumaco, un informe de la Fundación Paz y Reconciliación llegó a identificar hace menos de un año a 11 grupos diferentes que buscaban controlar el negocio de la droga en ese municipio, en donde hay más de 23.000 hectáreas sembradas de coca. Aunque algunos de esos grupos ya han desaparecido o han perdido influencia, varios de los líderes que subsisten intentarán tomar el control dejado por Guacho.
Esas organizaciones incluían, además del Frente Óliver Sinisterra, que comandaba Guacho, el Clan del Golfo, el Eln y las Guerrillas Unidas del Pacífico, grupo que hasta septiembre fue encabezado por Víctor David Segura, alias 'David', quien llegó a ser tan temido en la región como 'Guacho', hasta que fue abatido por la Fuerza Pública en septiembre pasado. Según un reciente informe de Human Right Watch, el grupo está ahora al mando de alias ‘Borojó’.
En ese mismo informe se habla del surgimiento de un nuevo grupo, liderado por Mario Manuel Cabezas Muñoz, alias 'Mario Lata', un excombatiente de las Farc de 28 años, que en 2009 formó parte de Los Rastrojos y en marzo de 2016 fue arrestado por homicidio, pero en abril de este año recuperó su libertad por vencimiento de términos y regresó a disputar el territorio a las Guerrillas Unidas del Pacífico.
A eso se suma la presencia, reportada por varios informes, de representantes de narcos mexicanos en la región.
Y así como ocurre en el pacífico, en otras regiones del país se ha venido dando una situación de atomización de los grupos ilegales. El grupo más grande que aún persiste, además del ELN, es el Clan del Golfo (se calcula que tiene unos 1.600 hombres), cuyo líder, al igual que ocurrió con 'Guacho', está cercado desde hace semanas por la Fuerza Pública.
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El ‘clan del Golfo’ llegó a ser considerada como la organización narcotraficante más poderosa que ha operado en Colombia desde la desaparición del cartel del norte del Valle, con presencia en 257 municipios, según un informe de la Fundación Paz y Reconciliación.
‘Otoniel’, que asumió el mando después de la captura de ‘don Mario’, fundador de la organización, y la muerte de su hermano Geovanny, está cercado en la región del Nudo del Paramillo, custodiado por un grupo de apenas 8 hombres, según informó hace pocos días el presidente Iván Duque después de un consejo de seguridad. Según información de inteligencia, su salud está mermada porque tiene problemas renales.
Recientemente fue abatido Mauricio Pachón Rozo, alias ‘Puntilla’, jefe de otra de las bandas criminales más poderosas, ‘Los Puntilleros’, que opera en los Llanos Orientales. Pachón, que trabajó con los Ochoa y con los narcotraficantes del Norte del Valle, heredó las rutas de droga del Loco Barrera. Aún no se conoce quién será su sucesor.
En las disidencias de las Farc también son varios los objetivos de alto nivel, entre ellos, Miguel Botache, alias 'Gentil Duarte', quien comanda el llamado Frente primero de las Farc, que tiene el grupo más grande de hombres de esa organización que se mantuvieron al margen del acuerdo de paz, y a quien informes de inteligencia han señalado de promover la reintegración de los grupos que quedaron de las Farc.
Este frente, que tendría vínculos con narcos brasileros, hace presencia en Guaviare, Caquetá y todo el suroriente del país.
En el oriente antioqueño opera, por su parte, Ricardo Ayala, alias 'Cabuyo', señalado, entre otros crímenes, del asesinato de tres geólogos de la empresa Continental Gold. “Que se tenga duro porque vamos por él y lo vamos a llevar ante la justicia”, dijo Duque tras conocerse los asesinatos. Por 'Cabuyo' se ofrece una recompensa de hasta 100 millones de pesos.
Los jefes del ELN, aunque tratan de avanzar en un proceso de negociación de paz - que está estancado desde la llegada de Duque a la presidencia - también están en el grupo de los más buscados, solo que en su caso parecería más difícil su captura, porque según información de inteligencia, están refugiados en Venezuela.
Además de sus jefes tradicionales, Nicolás Rodriguez, alias Gabino, y ‘Pablo Beltrán’, se destaca Gustavo Giraldo, alias Pablito, a quien se señala de ser responsable de paros armados en Arauca, atentados terroristas y extorsiones a multinacionales.
Aunque la Fuerza Pública ha dado en los últimos meses golpes contundentes contra los líderes de estas organizaciones, por lo general, cuando se corta una de esas cabezas, surgen varias más.