El País conoció en exclusiva un informe de inteligencia que señala que según las labores de control territorial del Ejército y gracias a los datos entregados por población civil que habita las veredas del Cañón del Micay, “se ha podido establecer una serie de acciones que el Frente Carlos Patiño de las disidencias de las Farc quiere implementar para sabotear e impedir el cumplimiento de la misión Constitucional por parte del Ejército Nacional y la Policía Nacional”.
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Según inteligencia, alias El Mocho, alias Kevin, alias Giovanny, alias Carroloco y alias Paola están citando a campesinos, mototaxistas, cultivadores y recolectores de hoja de coca con el objetivo de que se organicen en grupo y actúen en contra de los uniformados cuando entren a las veredas, para obligarlos a salir del territorio.
De esta manera están intentando que otras fuerzas del Estado no lleguen con salud, educación y otros servicios básicos para estos ciudadanos.
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“Lo absurdo de todo ello es que la Carlos Patino dice que el problema es el abandono del Estado, pero no permiten que vaya el Estado con sus instituciones a solucionar los problemas de la población, especialmente la más necesitada y vulnerable”, sostienen.
Según información de algunos campesinos, en dichas reuniones el ambiente ha sido absolutamente hostil y agresivo por parte de los miembros de la disidencias. En ellas, permanecen con su armamento terciado y visible hacia las personas, les prohíben el ingreso de celulares y los obligan a firmar unas planillas para mantener un registro de quienes trabajan en la zona.
“Las disidencias tratan de desacreditar y deslegitimar las operaciones militares por el Ejército Nacional, la Armada de Colombia y la Fuerza Aérea, en repetidas ocasiones les hablan, con falsos hechos, sobre homicidios de campesinos, destrucción de viviendas o falsos bombardeos, acciones que no han ocurrido, pero que mediante el discurso manipulador y recurrente de los criminales buscan que los campesinos actúen contra la Fuerza Pública”, se indica en el informe de inteligencia.
También se informó que “otro hecho que ha sido conocido por las autoridades es que mediante el uso de improperios y actos de violencia, las disidencias estarían instigando e instrumentalizando a las comunidades para que hurten armamento y material de intendencia a las tropas. Incluso les habrían ofrecido dinero a quienes robaran elementos a las tropas, acto que pondría en grave riesgo la integridad física y la vida de los campesinos”.
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Cada familia tiene que salir a las asonadas contra la Fuerza Pública con todos los adultos y mayores de 15 años, en caso de que haya menores.
“De no hacerlo y no participar de esta práctica ilegal, las disidencias amenazaron con reclutar de manera forzada a los menores de edad y llevarlos a engrosar las filas de las disidencias. A los adultos los amenazaron con represalias que van desde multas, trabajos forzados (desyerbar la maleza en las vías, labores de aseo, cocinar en campamentos etc.) hasta quitarles la vida”, informaron desde inteligencia.
Las disidencias les habrían informado que el pago de extorsiones va a continuar y a aumentar debido a que sus estructuras han tenido que correr sus posiciones para no ser detectadas por las tropas desplegadas en la Operación Perseo.
“Alias El Mocho, alias Kevin, alias Giovanny, alias Carroloco y alias Paola están plenamente identificados como instigadores de las asonadas y el constreñimiento contra la población civil. Asimismo, son responsables de varias acciones criminales como narcotráfico, extorsión, homicidios, reclutamiento forzado y la instalación de artefactos explosivos”, concluyó el informe.