Y aunque a su llegada, el hombre de 67 años de edad habría afirmado que viajaría a Medellín, lo cierto es que su rumbo, al parecer, fue el oriente antioqueño.
Gustavo Salazar, conocido como el ‘abogado de la mafia’, dio a conocer a SEMANA, detalles de su primer día en el país.
Al Aeropuerto Internacional El Dorado de Bogotá, Ochoa aterrizó después de las 3:00 de la tarde. Descendió de una aeronave del Gobierno norteamericano, y de inmediato, fue entregado a los agentes de Migración.
A esto se sumó la gran comitiva de medios de comunicación que también lo esperaba, y a quienes Ochoa atendió, mientras saludaba a sus seres queridos.
Allí reveló que no tiene planes de ser gestor de paz del Gobierno de Gustavo Petro, que no se arrepiente del pasado y aseguró que le hicieron un montaje para que estuviera preso y lejos de su hogar.
Según el abogado Gustavo Salazar, Ochoa se habría montado en un avión con destino al aeropuerto José María Córdova, de Rionegro.
“Tengo entendido, por el entorno familiar, que él se fue para la finca en Rionegro, en una de las fincas que fue capturado hace 25 años. Se fue tranquilo. Él dijo, muy humanamente, que la hija no la veía desde hace siete años. Lo mismo pasa con el hijo, con su esposa, la Mona González, a quien durante 23 años no la dejaron visitar allá en Estados Unidos a Fabio”, dijo el jurista.
Sobre los planes que tiene el exnarcotraficante a largo plazo, el defensor indicó que hará lo que firmó.
“Recuperar su tiempo, 25 años de no estar con sus hijos, con su esposa, con sus hermanos, con sus amigos. 25 años fuera del radar económico, de no producir. Él lo dijo ayer con mucha claridad: a disfrutar de su familia y a comer buñuelos y natillas. Es lo menos que puede hacer Fabio Ochoa después de pasar media vida en prisión”, indicó.
Algo que llamó la atención es que, a su llegada, el miembro fundador del Cartel de Medellín manifestó que le hicieron un montaje.
En ese punto, Salazar explicó que esas declaraciones corresponden al contexto del proceso penal que lo llevó a la extradición.
“Se dijo que salieron 30 toneladas de cocaína del 97 al 99, que allí participó Fabio Ochoa. No es cierto. Gerardo Reyes dice que muchos testigos mintieron para que Fabio Ochoa fuera condenado. Hubo un entrampamiento”, señaló el abogado.